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Barcelona, 3 may (EFE).- La Policía Nacional ha liberado, gracias a una denuncia anónima, a una joven de 18 años que fue encerrada bajo llave en su habitación, brutalmente maltratada y víctima de abuso sexual en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) por parte de su compañero sentimental, que ya ha sido detenido y encarcelado.

La víctima era maltratada tanto física como psicológicamente por el detenido, que la roció con alcohol la cara y el cuello para causarle quemaduras, le quitó el teléfono móvil, abusó sexualmente de ella y la castigaba a dormir en el suelo, maniatada de manos y pies, según ha informado la Policía.

El detenido ha ingresado en prisión preventiva por orden de un juzgado de violencia sobre la mujer en Esplugues de Llobregat (Barcelona), en una causa abierta por los delitos de detención ilegal, amenazas, lesiones, abuso sexual y maltrato habitual en el ámbito familiar.

La investigación se inició a raíz de una denuncia anónima en la que se advertía de que un hombre tenía encerrada bajo llave a su novia, sin dejarle utilizar el teléfono móvil sin su consentimiento, y que la mantenía privada de libertad y la amenazaba, tanto a ella como a su familia.

Los agentes llevaron a cabo varias diligencias para averiguar la ubicación de la víctima y liberarla lo antes posible, lo que permitió localizar el domicilio del agresor y corroborar toda la información previa que habían recibido.

Pese al férreo control al que la chica era sometida, sin autonomía ni libertad para salir del domicilio, la Policía, que había establecido un dispositivo en torno del piso, localizó a la víctima saliendo el pasado 19 de abril de su residencia habitual, junto a su agresor, que fue detenido inmediatamente.

Posteriormente, la Policía trasladó a la mujer a un centro hospitalario para que recibiera asistencia por las lesiones que presentaba, fruto de los malos tratos al que la sometía el detenido, que por ejemplo en un ocasión le roció la cara y el cuello con alcohol para prenderle fuego en la zona con un mechero.

En el momento de ser detenido, el hombre tenía en su poder el teléfono móvil de la víctima, que de esta forma no podía pedir ayuda.

De hecho, según la Policía, la víctima no disponía de llaves propias de la vivienda y se encontraba casi todo el tiempo encerrada en su habitación, por lo que incluso tenía que pedir permiso para salir o ir al baño.

Tras ser asistida en un centro médico, la víctima fue trasladada a una comisaría de los Mossos d'Esquadra en L'Hospitalet de Llobregat para que fuese atendida por la unidad competente para realizar la preceptiva valoración policial de riesgo y la solicitud de orden de protección. 




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