Interim Manager Consulting
Un Interim Manager introduce aire fresco, dinamiza, provoca una revisión de las formas de hacer, imprime un nuevo ritmo, genera visión estratégica, aporta optimismo y potencia el liderazgo en la organización.
Estamos en una nueva época, caracterizada por la velocidad del cambio, la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad. Las organizaciones buscan adaptarse con rapidez a la situación, afinar sus estructuras, mejorar su productividad, reducir sus costes, desarrollar a las personas para que aporten todo su talento… y todo ello con el menor coste, ya que sus posiciones financieras se han resentido en el último ciclo económico.
Según el Informe Global elaborado por Page Personnel se está produciendo un aumento generalizado de la práctica de contratación temporal, siendo este crecimiento más acusado en países como Portugal, España e Italia.
¿Qué perfiles puedo contratar ante una necesidad en mi organización?
Son tres las principales opciones que ofrece el mercado ante una necesidad en la gestión:
-Una empresa de consultoría tradicional con un contrato mercantil, no forma parte de la plantilla y no son ejecutivos
-Un director ejecutivo con contrato laboral: forma parte de la plantilla, tiene mayores costes en la selección, riesgos y si tiene una experiencia mínima de 15 años su salario es muy alto
-Un Interim Manager: mediante un contrato mercantil, a tiempo parcial o total, no forma parte de la plantilla, fácil proceso de selección, costes flexibles, menores riesgos y muy ejecutivo
Por tanto, una solución eficaz y en plena tendencia con el mercado, es la figura del Interim Manager, un profesional con experiencia acreditada, formación académica superior y una visión amplia e integradora. A diferencia de un consultor que sugiere y propone, este ejecuta e implementa siempre.
Es la reducción de estructuras llevada a cabo en el anterior ciclo, sobre todo en las Pymes, lo que ha provocado que las personas clave de las organizaciones estén muy ocupadas con el día a día, disponiendo apenas de tiempo para tener una perspectiva estratégica del entorno adecuada. El poder contar con un asesoramiento externo ejecutivo, soluciona en gran parte este gran inconveniente.
Podemos definir el Interim Management o gestión por transición, como una herramienta estratégica para abordar la gestión de la velocidad del cambio y el desarrollo de la organización durante un plazo de tiempo determinado y con unos objetivos previamente definidos.
Los primeros beneficios de contar con un Interim Manager se ven de manera inmediata, entra aire fresco, se dinamiza, provoca una revisión de las formas de hacer, imprime un nuevo ritmo, disminuye la endogamia, genera visión estratégica, aporta optimismo y potencia el liderazgo en la organización.
El origen de esta figura está en Holanda y Estado Unidos en los años 70, expandiéndose rápidamente en los años 80 a otros países.
Actualmente su grado de implantación está creciendo de una forma importante, en países como Holanda, Estados Unidos, Bélgica y Alemania, su figura se encuentra bastante asentada en el mercado de trabajo, en el Reino Unido, hay más 10.000 Interim Managers censados y en España las contrataciones han aumentado por encima de dos dígitos en los últimos años, siendo la mayoría para posiciones de Dirección ejecutiva, Finanzas, Ingeniería, Dirección de Personas y Marketing.
El plazo de ejecución media de un Interim Manager está entre 6 meses y 2 años, en función de los objetivos fijados y de la situación de la organización. Después de este tiempo y cumplidos los objetivos abandona la organización, dejando a las personas de su equipo capacitadas y formadas para continuar la labor.
El perfil senior más común de este tipo de profesionales interinos es el siguiente:
15 años de experiencia
Edad media de 52 años
Independencia de criterio y objetividad
Visión amplia e integradora
Enfoque a la acción y los objetivos
El Interim Manager puede responder a necesidades muy diversas que van desde fusiones, reestructuraciones, reflotamiento de organizaciones, hasta el lanzamiento de un producto, la optimización de procesos, la implantación de sistemas de control de gestión, el desarrollo de una Dirección de Personas, el apoyo en procesos de transformación digital, etc.
Fuente: Page Personnel
En cualquier caso, su labor profesional se caracteriza por ser el catalizador de un cambio necesario en la organización, aportando y ejecutando ideas, centrándose en los objetivos, desarrollando competencias profesionales, generando red de contactos y siendo flexible y ejecutivo en todo momento.