La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en los puertos está revolucionando el sector marítimo, desde la automatización de procesos logísticos hasta la optimización en la gestión del tráfico de buques. Sin embargo, esta transformación tecnológica plantea implicaciones legales y operativas, especialmente considerando que el pasado 1 de agosto de 2024, entró en vigor el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, marcando un antes y un después en sectores clave como éste que conviene analizar.
¿Los puertos ya están implementando IA en infraestructuras críticas portuarias?
Los puertos europeos ya están utilizando IA en diferentes operaciones críticas, que podrían caer dentro del espectro de alto riesgo según el Reglamento.
- Gestión del tráfico marítimo y control de grúas automatizadas
Los puertos emplean sistemas de IA para gestionar el tráfico marítimo y la operación de grúas automatizadas que manipulan mercancías. Estos sistemas son clave para coordinar la entrada y salida de buques, la descarga de mercancías y su almacenamiento en el puerto. Por ejemplo, en el puerto de Rotterdam la automatización en estos aspectos es avanzada.
En estos casos, entre los posibles riesgos que podrían surgir encontraríamos consecuencias por un fallo en los sistemas de IA que gestionan el tráfico o por las grúas que coordinan las operaciones portuarias.
- Sistemas de control de acceso mediante reconocimiento biométrico
En algunos puertos como Singapur, en una línea similar a lo que ya se está implementando en el ámbito aéreo, también han comenzado a utilizar sistemas de IA basados en biometría, como el reconocimiento facial o de iris, para controlar el acceso a áreas restringidas, garantizando la seguridad en zonas sensibles.
Sin embargo, un fallo en los sistemas de control de acceso podría permitir la entrada de personas no autorizadas a zonas críticas del puerto, comprometiendo la seguridad de las instalaciones o, el mal uso de los datos biométricos podría afectar la privacidad y los derechos fundamentales de los empleados y visitantes.
Una de las aplicaciones más interesantes de la IA en el ámbito portuario es la predicción de fallos en infraestructuras críticas, como grúas, líneas eléctricas o sistemas de abastecimiento de combustible. Así por ejemplo, el puerto de Los Ángeles utiliza sistemas de IA para predecir fallos en grúas eléctricas que manipulan productos inflamables.
Ahora bien, si un sistema de IA no detecta un fallo en una infraestructura crítica, las consecuencias pueden ser graves. Un fallo en una grúa o una línea eléctrica podría provocar incendios, explosiones o fugas de sustancias peligrosas, con riesgos tanto para la vida humana como para el medioambiente.
¿Qué implicaciones tiene el Reglamento IA en la implementación de IA en infraestructuras portuarias?
Además, el considerando 15 del Reglamento advierte que, aunque la IA tiene aplicaciones beneficiosas, también puede utilizarse indebidamente para la manipulación, el control social o prácticas que vulneren derechos fundamentales. El uso inadecuado de esta tecnología, especialmente en contextos de alto riesgo, podría afectar a los valores fundamentales de la Unión Europea, que incluyen el respeto a la dignidad humana, la igualdad y la protección de los derechos individuales, como la privacidad y la no discriminación.
El Reglamento de IA impone obligaciones específicas a los sistemas considerados de "alto riesgo", que están sujetos a una supervisión estricta. Estos sistemas incluyen aquellos que gestionan infraestructuras críticas, como es el caso de los puertos. Asimismo, la normativa, recogida en la Sección 2 del Capítulo III del Reglamento, define los sistemas de alto riesgo como aquellos que pueden afectar a la seguridad, la salud o los derechos fundamentales de las personas.
En estos casos en los que la implementación de IA en los puertos pueda afectar a lo anterior, tal y como señala el artículo 6, los sistemas de IA que controlan infraestructuras digitales críticas, como el tráfico marítimo o el manejo de suministros en los puertos, deben cumplir con rigurosas evaluaciones de conformidad y transparencia.
El Reglamento IA impone obligaciones estrictas a los sistemas clasificados como de alto riesgo, entre las que se incluyen la evaluación continua de su seguridad, la supervisión humana y la transparencia. Los operadores portuarios que implementen IA en sus infraestructuras deberán garantizar que los sistemas sean auditables y explicables. Además, la protección de los datos personales es un aspecto clave, especialmente en sistemas que procesan información biométrica o que toman decisiones que afecten a la vida de los trabajadores.
Conclusión
La entrada en vigor del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial representa un cambio fundamental en la manera en que los puertos europeos gestionan sus operaciones y adoptan nuevas tecnologías. Si bien la normativa impone requisitos estrictos para garantizar la seguridad y la protección de los derechos fundamentales, también abre nuevas vías para la innovación en los puertos inteligentes. Con el tiempo, esta normativa podría ser un catalizador para la modernización del sector portuario, permitiendo a los puertos europeos mantenerse competitivos en el mercado global mientras garantizan el cumplimiento de los más altos estándares de seguridad y derechos humanos.