Madrid, 25 ene (EFE).- Varios ministros socialistas y otros dirigentes del partido han censurado las críticas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la gestión de la amnistía al situar el PSOE "en el extrarradio de la Constitución", pero no se contempla abrirle un expediente.
Fuentes socialistas han señalado que no ven necesario hacer nada contra el presidente castellanomanchego, aunque son muy críticos con García-Page porque sus ganas de protagonismo piensan que está haciendo el juego a la derecha.
De eso ha hablado la vicepresidenta primera del Gobierno y "número dos" del PSOE, María Jesús Montero, para advertir a García-Page que esa notoriedad que busca al discrepar con el Gobierno y con el partido "no es el camino" y le ha pedido que reflexione.
A juicio de Montero sus palabras "no se corresponden con la realidad de lo que el Ejecutivo está desarrollando" en torno a la ley de amnistía.
Otro de los ministros del Gobierno, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha repetido que el PSOE "nunca ha estado en el extrarradio de la Constitución", sino que ha sido la formación política que se ha situado del lado del texto constitucional "desde el minuto uno".
Mientras, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha esquivado responder si García-Page debería ser expedientado y se ha limitado a decir que "tiene mucha tarea" que hacer en su región como el Gobierno la tiene en defender "el interés general de todos los españoles".
Ha puesto en valor que el PSOE "de ayer, de hoy y de mañana, es el de siempre, el que ha traído la democracia, que preserva y cuida la Constitución y que aspira a ampliar sus derechos".
Para la responsable de Igualdad, Ana Redondo, el socialismo es muy amplio "y hay muchos acentos" pero es partidaria de que las diferencias se aborden mejor dentro del partido. "Ese tipo de declaraciones fuera no es lo que más conviene ni a Page ni desde luego al Partido Socialista", ha señalado.
Precisamente uno de los reproches que hacen al presidente de Castilla La Mancha es que no haya verbalizado este tipo de acusaciones cuando ha tenido ocasión de hacerlo, sin ir más lejos en la convención política que el PSOE celebró este fin de semana en A Coruña.
Aparte, las mismas fuentes aprovechan para recordarle que si bien él ha revalidado por mayoría absoluta la Presidencia autonómica, algo que hace valer, sin el PSOE no sería nada.
Otros dirigentes del partido, como el secretario de Organización del partido y negociador de la amnistía, Santos Cerdán, ha señalado que ni ha hablado ni tiene pensado hablar con García-Page, pero ha dejado claro que "es evidente" que el PSOE no está en el extrarradio del texto constitucional y que sus 144 años de historia siempre le han situado en la defensa de las instituciones.
En este mismo sentido, el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, ha defendido la ley de amnistía que tampoco ve en el "extrarradio" de la Constitución y ha pedido a García-Page, que sea "leal" con el partido y evite el "frentismo".
Y el candidato a la Presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, ha asegurado que la "inmensa mayoría del partido" no comparte sus opiniones. Otro gallego, el exministro socialista José Blanco, ha ido más lejos al recalcar que el presidente de Castilla-La Mancha "estaría mejor callado".
También ha entrado de lleno en la polémica el PP, empezando por su presidente, Alberto Núñez-Feijóo, que ha acusado al PSOE de "humillar" a García-Page y ha denunciado que "el Partido Socialista considera razonable ser un poco terrorista y le parece muy mal criticar un poco a Sánchez".
Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña, ha salido igualmente a decir que el PSOE está actuando como "una secta" contra el presidente de Castilla-La Mancha, a quien ahora "desprecian" por no seguir la línea "marcada" por el partido con la ley de amnistía.
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