Fundación Randstad ha presentado el “informe sobre voluntariado y sensibilización para la integración laboral”, en el cual se analizan la situación actual de las políticas de sensibilización y de RSC en las compañías. La encuesta se ha realizado a más de 600 empresas que operan en España en diferentes sectores económicos.
El informe llevado a cabo por Fundación Randstad revela que el 45% de las compañías encuestadas disponen de políticas de sensibilización para sus profesionales. Además, se puede observar una relación directamente proporcional entre el tamaño de la compañía y su disposición a llevar a cabo este tipo de iniciativas. En este sentido, a mayor tamaño de la empresa, mayor porcentaje de compañías pone en marcha acciones de sensibilización entre sus trabajadores.
Las organizaciones de más de 1.000 trabajadores son las que registran la cifra más elevada, ya que el 85% de este tipo de empresas afirma dispone de políticas de sensibilización. Le siguen las compañías que disponen de entre 250 y 999 empleados (55%), las de entre 100 y 249 ocupados (44%). En el lado contrario, con las menores cifras, se encuentra las que disponen de menos de 100 trabajadores (40%) y, por último, las de menos de 50 empleados (21%).
“La Fundación Randstad nació hace más de 12 años con el fin de integrar a personas con diversidad funcional y otros colectivos en riesgo de exclusión social. Estos datos nos demuestran que, aunque aún queda camino por recorrer, estamos logrando nuestros objetivos con los colectivos más vulnerables. Con nuestro trabajo, facilitamos la labor integradora de las empresas, incluyendo a nuestros usuarios en los procesos de selección. Y ayudamos a las personas a desarrollar sus capacidades para acceder a un empleo en igualdad de oportunidades”, explica María Viver, directora de Fundación Randstad.
Las acciones de voluntariado e iniciativas en comunicación, lo más utilizado
El informe también analiza cuáles son las iniciativas más utilizadas por las empresas para sensibilizar a sus trabajadores. Las acciones de voluntariado y las iniciativas de comunicación son las herramientas más utilizadas por las compañías para sensibilizar a sus plantillas, ya que así lo afirma el 47% de las empresas. Le siguen las iniciativas de formación, que realiza el 40%. A mayor distancia se encuentran las ponencias o testimonios de personas con discapacidad (26%) y las dinámicas de grupo (24%). En última posición, están las acciones de mentoring (16%).
El tamaño de la empresa también influye en las políticas de sensibilización que se realizan. Al igual que a nivel nacional, las empresas muy grandes (más de 1.000 trabajadores) y las grandes (entre 250 y 999 empelados) utilizan principalmente las iniciativas de comunicación (60%) y las acciones de voluntariado (59%). En el caso de las compañías de menor tamaño, ganan peso las acciones formativas, ocupando la primera posición en las de menos de 50 trabajadores y en las de menos de 100 y el segundo lugar en las de entre 100 y 249. Un comportamiento común a todas ellas es que las acciones de mentoring son las menos utilizadas.
Dos de cada cinco empresas afirma que ha mejorado el clima laboral
El informe de Fundación Randstad revela que el principal impacto positivo es la incorporación de profesionales de colectivos en riesgo de exclusión dentro de la empresa (lo que sucede en el 46% de los casos), un efecto que se nota, sobre todo, en las empresas medianas y grandes (de más de 100 empleados).
La siguiente consecuencia positiva es la mejora en la calidad de integración de los colectivos con discapacidad o riesgo de excusión: el 39% de las empresas observan que ha mejorado el clima laboral y el 36% considera que los empleados han acogido mejor a las personas integradas.
En tercer lugar, destaca finalmente el mayor éxito laboral de las incorporaciones realizadas en casi una cuarta parte de las empresas (el 23%).
Además, cabe destacar que el 27% de las empresas afirma que estas acciones de sensibilización han aumentado la productividad y los resultados de la compañía, bien a nivel general o en los departamentos en los que se han producido las incorporaciones de profesionales en riesgo de exclusión.
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