París, 24 abr (EFE).- El 2022 será recordado como un año de "atrocidades masivas" en suelo europeo debido a la invasión rusa de Ucrania, pero también se perdió terreno en otros ámbitos, como en el trato a los inmigrantes, según el balance anual de derechos humanos del Consejo de Europa presentado hoy ante su Asamblea Parlamentaria.

Durante la sesión plenaria de primavera de esa institución en Estrasburgo, la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatović, repasó su trabajo del año precedente, en el que las violaciones de derechos cometidas a raíz del ataque de Rusia contra Ucrania en febrero de 2022 ocuparon un lugar central.

Incluyen la "muerte de miles de civiles, el desplazamiento de millones, el secuestro de niños y numerosos casos de tortura, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y violencia sexual", detalló Mijatović.

También hizo especial énfasis en el traslado forzoso y nacionalización de niños llevados a Rusia o a territorios ocupados.

"El derecho internacional humanitario prohíbe el cambio del estatuto personal de los niños, incluida la nacionalidad, por una fuerza de ocupación", recalcó en referencia a Moscú, que dejó de formar parte del Consejo de Europa en 2022.

En marzo de 2022, esa institución decidió su expulsión a consecuencia de la invasión de Ucrania, pero el Gobierno ruso anunció su salida antes de que la expulsión llegara a tener efecto.

Más allá del conflicto en Ucrania, Mijatović no dejó de resaltar otras violaciones de los derechos humanos en los países miembros y criticó que en 2022 había unas 6.000 decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sin acatar.

"El retroceso en materia de derechos humanos, con la progresiva renuncia al multilateralismo y el alejamiento de los principios democráticos y del Estado de derecho que lo acompañan, está poniendo en peligro derechos y libertades por los que tanto ha costado luchar también en otros lugares de Europa", recalcó en su intervención.

"Aunque el énfasis en el apoyo a Ucrania es justo y necesario, es crucial que no se traduzca, ni siquiera inadvertidamente, en una pérdida de atención a la hora de garantizar el respeto de los derechos humanos en todos nuestros Estados miembros", agregó.

En este sentido, recordó que hay otros países y territorios que lidian con la herencia de pasados violentos, como la antigua Yugoslavia e Irlanda del Norte.

El trato a los inmigrantes y su "instrumentalización" por motivos políticos es otro problema de "largo recorrido", dijo, con países que en 2022 adoptaron "leyes que violan los estándares de derechos humanos".

La protección de los derechos de los migrantes es un tema que la comisaria abordó durante el año, según el informe, en países como el Reino Unido (en especial por su plan para enviar a solicitantes de asilo a Ruanda) o España, por incidentes como el mortífero cruce de la valla de Melilla de junio pasado, que dejó 23 muertos.

Igualmente enfatizó que "la pérdida de vidas en el mar es una tragedia que puede y debe prevenirse" y que las autoridades deben "mejorar las condiciones de recepción e integración".

La igualdad de las mujeres, la integración de las personas con discapacidad, la protección de la libertad de prensa, del medioambiente y de sus activistas y la discriminación contra las personas LGTBI son otras áreas en las que queda trabajo por hacer, de acuerdo al balance de la comisaria.

A pesar de todo, Mijatović considera que los miembros del Consejo de Europa tienen los "anticuerpos" necesarios para luchar contra todas estas dificultades.