La inútil controversia sobre el artículo 135 de la Constitución
El debate de investidura para la primera votación de elección del presidente del Gobierno sirvió para observar las posturas de las distintas formaciones políticas sobre diversas cuestiones de naturaleza política, jurídica y económica. Uno de los temas tratados fue la reforma del artículo 135 de la Constitución Española que se produjo en el año 2011.
Después de la modificación del precepto, el artículo 135 de la Constitución establece varias reglas, debiendo destacarse las relativas a los límites de déficit público. Por el precepto, todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria, de modo que el Estado y las Comunidades Autónomas no pueden incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros.
Pablo Iglesias le reprocha a Mariano Rajoy, que colaboró para que se impulsará la reforma constitucional, la redacción actual del precepto, ya que, según el líder de Podemos, impide que se pueda desarrollar correctamente el Estado del Bienestar. Pedro Sánchez mantiene la misma postura que Pablo Iglesias, aunque el dirigente del PSOE defendió, en un artículo publicado en El Periódico en el año 2011, la modificación del precepto constitucional, que fue impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y defendida, en un artículo publicado en El Mundo, por importantes miembros de la formación socialista y por otras personas cuando Pedro Sánchez decidió cambiar de idea sobre el actual contenido del artículo 135 de la Constitución.
Hay que señalar un aspecto esencial. La reforma del artículo 135 de la Constitución Española, impuesta por la Unión Europea, tenía como objetivo principal lograr el fortalecimiento de la deuda pública española mediante la implantación de una regla constitucional que pudiera servir para que los acreedores tuvieran más confianza en España. El problema es que la modificación constitucional no ha llegado a cumplirse debidamente.
La controversia planteada por los dirigentes que pretenden atacar a Mariano Rajoy es inútil, ya que la reforma del artículo 135 de la Constitución no sirvió para alterar la situación y para acabar con el déficit público excesivo. En el artículo publicado en El Mundo para defender la modificación del precepto se reconocía que los datos previos a la difusión de su texto indicaban la existencia de un déficit público superior al que debía existir.
La actual redacción del artículo 135 de la Constitución se puede haber amortizado ya. En su momento, se produjo como un acto de mejora en el funcionamiento de las Administraciones Públicas españolas en lo que a la gestión de los recursos públicos se refiere, pero no se ha logrado hacer un cambio efectivo, habiéndose conseguido, únicamente, una mejora aparente.
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