En Ciudad de Panamá, Moncada Abogados y la compañía Solutions, con el apoyo de la Universidad de Salerno, desarrollarán el “Foro legal y empresarial sobre compliance“.

El próximo 23 de noviembre, en el Trump International Hotel & Tower de esa ciudad, expertos internacionales debatirán sobre la prevención de riesgos legales empresariales, novedades en cooperación judicial y rastreo de bienes en el mundo, inteligencia corporativa, tendencias en responsabilidad penal de personas jurídicas, inhabilidades por soborno y corrupción transnacional, novedades en intercambio automático de información entre autoridades tributarias de EE.UU., Suiza, Panamá y América Latina.

Entre los ponentes de este evento está Alejandro Morales, consultor de empresas públicas y privadas en temas de fraude y corrupción, al que le realizamos la siguiente entrevista. Aeljandro es tambén Contador Público de la Universidad de Medellín. Experto en análisis de riesgos administrativos y de fraude, Máxima Group, Londres. Maestría en administración de empresas, Universidad Complutense de Madrid. Miembro de Association of Certified Fraud Examiners ACFE. Profesor de programas de posgrado y especialización en temas de análisis de riesgos e investigación de fraudes en diferentes universidades colombianas y latinoamericanas. Profesor universitario en diferentes universidades colombianas y latinoamericanas. Columnista de El Colombiano durante cinco años.

¿Las normas contables han mejorado los estándares de compliance?

Una cosa son las normas y otra los niveles o estándares de compliance. Las normas contables en sí mismas proporcionan una guía, más o menos obligatoria en la medida en que están sujetas a consulta e interpretación, del “deber ser”  en materia de  elaboración y presentación de estados financieros. Pero ello solo hace obligatoria la forma.

El fondo, el verdadero objetivo de la contabilidad, entendido como la presentación de la situación financiera de forma tal que permita al estado determinar la obligación tributaria y a los propietarios que no administran saber el real estado de su empresa, puede ser manipulado, re expresado o presentado de forma tal que se aleje de esos dos principios rectores.

¿El compliance debería tener un componente específico de manejo de documentos físicos y electrónicos de orden contable o comercial?

Sí debería. De hecho, en aquellos países de américa latina en los cuales la facturación que hacen las empresas está sujeta el control de las autoridades de impuestos, se ha logrado eliminar en gran medida la evasión por este medio.

Ello debe ir complementado obviamente con medidas restrictivas al monto de pagos que las empresas pueden hacer en dinero efectivo por compra de bienes o servicios. De nuevo, se parte de la voluntad de los directivos de la¿s empresas de jugar limpio con el estado o estados en los cuales realizan negocios.

 ¿Qué debería incluir un modelo exitoso de compliance en la detección de fraude?

El compliance debe mirarse como un sistema integrado, siendo el primero de sus componentes la verdadera voluntad de cumplir. A diferencia de otros riesgos, el riesgo de fraude es transversal a toda la organización, entendiendo esto como que por su misma naturaleza puede ocurrir en cualquier área o proceso, no solo en las áreas financieras. Los modelos de compliance usualmente describen el “qué hacer” en materia de gestión del riesgo de fraude; pero no indican el “como” hacerlo; lo que implica dejar en libertad a las organizaciones para desarrollar un modelo que se adapte a su filosofía y realidad.

Un modelo completo involucra las etapas de identificación, medida, priorización y tratamiento de los riesgos; complementado con la respectiva evaluación y retroalimentación de las estrategias de manejo del mismo. Sobre esta base se construyen los modelos. La tendencia general apunta a medir este riesgo en términos de “frecuencia” (posibilidad o probabilidad de ocurrencia); y “severidad” (impacto de la materialización de un riesgo en los recursos de la organización). Con base en este modelo se deben desarrollar planes de prevención, protección, control, atención y transferencia de los riesgos o de sus efectos, según sea el caso.

¿Las reformas tributarias y los constantes cambios normativos afectan el compliance?

El mejor de los casos lo hacen más confuso. El objetivo de trabajar de manera honesta, apegada a la ley y a los fundamentos de sostenibilidad ambiental y responsabilidad social deberían ser independientes de la manera como se deban presentar los estados financieros. En la práctica, lo que ocurre es que muchos proyectos de empresas se elaboran sobre la base de obtener unas tasas internas de retorno mínimas, a veces apoyados en ventajas arancelarias o beneficios tributarios.

Cuando estos desaparecen, se acortan o modifican, dicha rentabilidad marginal se reduce, dejando en serio peligro una inversión realizada sobre supuestos que se consideraban inamovibles. Como la legislación debe ser general y en manera alguna particular, resulta ilusorio pretender que las condiciones existes al momento de modelar la rentabilidad de un proyecto se mantengan en el tiempo. Lo que demuestra la experiencia es que un proyecto estructurado solamente en la rentabilidad derivada de las ventajas tributarias difícilmente sobrevive a los constantes cambios en la normatividad.

La consecuencia parece lógica, aunque ello no quiera decir que justificada: si se reduce la rentabilidad esperada por la vía de una mayor carga tributaria, los directivos o propietarios de las empresas estarán dispuestos a considerar seriamente el uso de atajos o caminos diferentes para tratar de sobrevivir, con o sin compliance.

 ¿Cuáles desarrollos ha implementado el sector empresarial y productivo colombiano en materia de compliance?

Para decirlo de manera directa, solo los que exige la ley y que los grupos de presión no logran detener o eliminar. Son muy pocas las organizaciones que de manera autónoma y consciente deciden desarrollar sus códigos de gobierno corporativo hacia el compliance, más allá de lo exigido por la normatividad que va a apareciendo.

Cuando se emprenden estas tareas, generalmente les son asignadas a las áreas de calidad o de auditoría interna, sin que ello implique mayor presupuesto o autoridad formal para obligar a su cumplimiento. En la eterna batalla entre los técnicos y los comerciales, estos tratando de cumplir sus metas de ventas de la mejor manera, en tanto que los primeros buscan que se haga en apego a los principios rectores de gobierno corporativo, no siempre son estos quienes ganan.