Pamplona, 9 ene (EFE).- El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha confirmado una condena de 13 años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial a un hombre que violó de forma continuada a una menor de 9 años en Pamplona.
En la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJN ha ratificado en su integridad las penas impuestas en junio de 2023 por la Sección Primera de la Audiencia por un delito continuado de agresión sexual sobre menor de 16 años con acceso carnal.
Según recoge el fallo, el procesado, natural de Ecuador, deberá indemnizar con 80.000 euros a la víctima, a la que no podrá acercarse ni comunicarse con ella durante 20 años. Y deberá cumplir una medida de libertad vigilada, a ejecutar con posterioridad a la pena privativa de libertad, de 10 años.
La víctima conoció al inculpado cuando tenía aproximadamente 6 años, ya que sus padres frecuentaban el bar que regentaba la madre del encausado. Ambas familias tenían una relación de amistad muy estrecha, de forma que el condenado tenía con la niña una relación muy similar a la de padre-hija y le llamaba “tío”.
Cuando la menor tenía 9 años, el procesado la llevó a la casa de su madre, con quien convivía, y la violó en su habitación. Las agresiones sexuales se repitieron “varias veces”, señalan las mismas fuentes.
En junio de 2018, él se fue a Ecuador pero regresó a final de año. El 1 de enero de 2019 comenzó a vivir en la casa de la víctima, en donde su madre le alquiló una habitación. Allí volvió a perpetrar agresiones sexuales cuando la madre se encontraba fuera de la vivienda trabajando.
La sentencia constata que el acusado en ocasiones utilizaba preservativo y en otras no, de forma que a la menor le controlaba las fechas de la menstruación y le facilitaba a veces la píldora del día después. Incluso le realizaba test de embarazo, según consideró probado la Audiencia.
Las agresiones sexuales se dilataron hasta abril de 2022, cuando la menor “no aguantó más”, “sufría ataques de ansiedad, se encontraba mal”, y le dijo a su madre que quería que el hombre se fuera de casa.
La menor le contó los hechos a su padrino y a una amiga, pero no se atrevió a revelárselos a su madre. El procesado abandonó el domicilio el 1 de mayo y ahora está encarcelado provisionalmente.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima presenta sintomatología depresiva y, en menor grado, síntomas de ansiedad, sentimientos de ira y dificultades de concentración y atención.
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