- El pasado noviembre el Parlamento Europeo aprobó la nueva directiva sobre sostenibilidad, obligando a las empresas a divulgar información sobre el efecto de su actividad en las personas y en el medio ambiente.
- Según Alba Rodríguez, abogada del despacho Circulo Legal Madrid, “la apuesta por el turismo sostenible es un elemento diferenciador que debe aprovecharse para ganar competitividad”.
Los criterios ESG en inglés (environmental, social and governance) o ASG en español (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) están ganando una extraordinaria relevancia. Las empresas ya no pueden escapar a su aplicación refugiándose en el greenwashing, dado que el pasado noviembre el Parlamento Europeo aprobó la nueva directiva sobre sostenibilidad, obligándolas a divulgar información sobre el efecto de su actividad en las personas y en el medio ambiente.
La carrera por la sostenibilidad se ha acelerado en el seno de las compañías, incluidas las que operan dentro de la industria turística. Según apunta GlobalData, los criterios ESG fueron el tema más mencionado hasta junio de 2022 por esta clase de negocios, situándose como un problema más apremiante que el COVID-19 o la guerra de Ucrania.
Según Alba Rodríguez, abogada del despacho Circulo Legal Madrid, “la apuesta por el turismo sostenible es un elemento diferenciador que debe aprovecharse para ganar competitividad”. La experta admite que el diseño y aplicación de una estrategia enfocada en los criterios ESG “permite no solo mejorar la imagen corporativa frente al cliente final, sino incrementar el atractivo de la empresa ante los inversores”.
Turismo y sostenibilidad: una alianza imparable
Más allá de los cambios que deben realizar las empresas que ya forman parte de esta industria, las de nuevo cuño tendrán la sostenibilidad como pilar fundamental. La encuesta New Business Building de Mckinsey & Company revela que el 29% de los CEOs encuestados asegura que las compañías que lideran crearán una línea de negocio verde en los próximos cinco años. En el ámbito de los viajes, estos negocios ecológicos se centrarán en servicios intangibles o infraestructuras sostenibles.
La perspectiva medioambiental es, probablemente, la más urgente y a la que más atención se está prestando. Así, el negocio turístico está fuertemente comprometido con una amenaza real como es el cambio climático, un reto cuya respuesta tiene atractivos retornos, como el reconocimiento de activistas medioambientales y del público general, como de inversores y entidades financieras: “El interés de los inversores por asuntos medioambientales ha ido en aumento, tanto por el riesgo como por la oportunidad de negocio”, reconoce la abogada de Circulo Legal Madrid.
Precisamente, la última edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), el evento de referencia del sector celebrado en Madrid del 18 al 22 de enero, a través del Observatorio de Sostenibilidad, ha medido por primera vez la huella de carbono generada por la cita con el propósito de rebajarla el próximo año.
El ecoturista busca la excelencia
La tendencia de los turistas a viajar de forma más sostenible se está reforzando cada vez más. “En los últimos años, los consumidores se decantan con mayor frecuencia por aquellas empresas que han desarrollado políticas enfocadas a mejorar la sostenibilidad y que lo demuestren con transparencia”, expone Rodríguez.
La abogada insiste en que “el cada vez más alto nivel de concienciación de la sociedad empuja a buscar destinos, transportes, hoteles y actividades de ocio que destaquen por haber tomado decisiones verdes a la hora de ofrecer sus servicios”, animando a las empresas turísticas a “realizar un diagnóstico lo antes posible para ponerse en el camino de desarrollar un modelo de negocio sostenible y eficiente”.