Carpeta de justicia

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En el mundo de la resolución de conflictos online (ODR del acrónimo en idioma Inglés Online Dispute Resolution) debemos tomar en consideración y cómo punto de partida que la incorporación de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de la gente produce un fenómeno al dividir a sus usuarios en dos grandes grupos: «nativos digitales» e «inmigrantes digitales».

Se señala al profesor Marc Prensky como el creador de esta diferenciación científica entre la generación actual de jóvenes (que ha nacido y crecido con la tecnología) para los que él acuña el término «Nativos Digitales», y las generaciones anteriores (que adoptaron la tecnología más tarde en sus vidas) es decir los «Inmigrantes Digitales».

El «nativo digital» es aquella persona que nació cuando ya existía la tecnología digital, y por tanto esos elementos siempre fueron parte de su vida, tomándose como referencia las décadas de los 80 y los 90 del siglo XX.

Al nativo digital se le reconoce cierto dominio de los medios de producción digital. Le gusta crear, y lo digital lo hace posible. Ya sólo es cuestión de tiempo y esfuerzo (y talento). Para el nativo digital el mundo es su terreno de juego. Todo se desarrolla a escala global con normalidad. La red de redes, Internet, es vista como un elemento socializador más. Aprenden en red y de la red. Dan importancia a la identidad digital. Participan de la conversación en redes sociales. Podría concluirse que todo ello hace que crezcan diferente toda vez que lo hacen explorando y transgrediendo límites. (Conforti, 2013).

Como ya se advierte la diferencia generacional plantea un problema (adicional al conflicto en sí mismo) marca una ruptura, un desfase, una brecha digital que no puede ser ignorada (ni aceptada sin reparos) por parte de los operadores de conflicto.

Al hablar de «inmigrante digital» se esta haciendo referencia a todo aquel nacido antes de los años 80 y que ha experimentado todo el proceso de cambio de la tecnología. No valoran la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo, detestan los videojuegos, tienen problemas de todo tipo para fundirse en interfaz con la computadora, o para sacarle el jugo a las múltiples funciones de un teléfono móvil o celular. (Conforti, 2013).

Los ODR se desarrollan sin excepción a través de algún medio tecnológico y se han de desarrollar bajo ciertas condiciones particulares de acuerdo a cada una de las metodologías que el operador decida emplear lo que hace aún más relevante la incidencia del aspecto tecnológico en esta forma de resolver conflictos.

Las diferencias entre un proceso presencial y uno virtual no se pueden negar o minimizar la incidencia que tienen el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a los ODR, pero es que incluso hay más, porque los Inmigrantes Digitales que se dedican a los ODR pueden estar empleando un «lenguaje» obsoleto para una de las partes (me refiero al nativo digital) que «controlan» perfectamente el medio digital; mientras que por otro lado si el Operador del Conflicto es un Nativo Digital, puede estar hablando en un «idioma ininteligible» para los inmigrantes digitales.

Uno de los problemas con la Inteligencia Artificial es que los algoritmos deben estar preparados para poder «interpretar» los distintos lenguajes que utilizan los usuarios. Ello es lo que se ha hecho con Integridad Total allí la interfaz de actuación con los usuarios pone a disposición cuadros de diálogo procurado que el usuario pueda «hablar» con tranquilidad y comodidad suficiente. El diseño de sistemas o plataformas ORDS no deben olvidar esto.

La conclusión y lo que deseo destacar es que el Operador del Conflicto (sea un Inmigrante, Nativo Digital o un sistema de Inteligencia Artificial) debe ser consciente también de sus capacidades y deberá prestar atención entre muchos otros aspectos a la condición de nativo o inmigrante digital de las partes del proceso para actuar en consecuencia y evitar así la aparición de nuevos conflictos.

 

 

Oscar Daniel Franco CONFORTI (2013). Pequeño Manual de Mediación Electrónica. Ed. Acuerdo Justo. España.

__________________________ (2018). Integridad Total. www.integridadtotal.com

 




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