• 10 años después, constatamos que los usuarios siguen sin leer la política de privacidad de Twitter y otras redes sociales.
• Al utilizar cualquiera de sus servicios, se consiente a Twitter la recopilación, transferencia, manipulación, almacenamiento, revelación y otros usos de nuestra información.

Se cumplen 10 años del nacimiento de la famosa red social de los 140 caracteres. Twitter nos acompaña desde el 21 de marzo de 2006 compartiendo información y momentos destacables de todos los ámbitos de la sociedad.

La información de última hora, las novedades, se encuentran ahora en Twitter. Compartimos nuestros sentimientos, nuestros pareceres y nuestras imágenes también en esta red social, por ello, Twitter se está convirtiendo hoy en día en un espacio en el que controlar toda la información que aparece referente a nosotros, seamos particulares o empresas.

Con 320 millones de usuarios, y como pasa en otras muchas ocasiones, al registrarnos en esta red social, por norma general, no atendemos a la política de privacidad que de forma instantánea marcamos como “aceptado y leído”, pero que de dedicar un par de minutos nos enteraríamos de los permisos que estamos concediendo a Twitter para utilizar nuestra información (textos, fotografías…).

La pregunta es ¿qué aceptamos al registrarnos en Twitter? Si nos paramos a leer la famosa letra pequeña de Twitter sabremos que:

Al utilizar cualquiera de sus servicios, se consiente a Twitter la recopilación, transferencia, manipulación, almacenamiento, revelación y otros usos de nuestra información.

Tanto el nombre como el nombre de usuario se hacen públicos en los Servicios de Twitter, incluso en la página de perfil y en los resultados de búsqueda. Algunos Servicios de Twitter, como la búsqueda y los perfiles públicos de usuario, no requieren registrarse.

Twitter podrá conservar o revelar información si considera que es razonablemente necesario para cumplir con una ley, normativa, proceso legal o requerimiento gubernamental.

Twitter señala en su política de privacidad que podrá compartir o revelar información que no sea privada, información agregada y otras informaciones que no constituyan datos personales, como la información pública de perfil de usuario, los Tweets públicos, las personas a quienes sigue o que le siguen, la cantidad de usuarios que hacen clic en un determinado enlace o los informes a anunciantes sobre usuarios únicos que vieron o hicieron clic en los anuncios, una vez que eliminen cualquier información privada y personal.

Ahora, que la plataforma cumple 10 años, que todos conocemos las grandes ventajas que nos aporta, además de felicitar desde Legálitas a todos los miembros que componen esta red social, queremos recordar el uso responsable que se debe llevar a cabo de las redes sociales, teniendo en cuenta no solo qué contenidos publicamos (textos, imágenes, etc) sino también qué información aparece sobre nosotros o nuestra empresa en Twitter y, que en su conjunto, forma parte de nuestra huella digital.

Política de privacidad de Twitter