La publicación de una encuesta sobre la preocupación de los padres por la seguridad de sus hijos en la red ha coincidido con la detención de un adulto por haber cometido abusos sexuales y corrupción de menores de edad a través de Internet. 

Norton ha publicado una encuesta en la que se afirma que más de ocho de cada diez padres están realmente preocupados por la seguridad de sus hijos menores en internet, siendo más de la mitad los que temen el acoso o el engaño por parte de un adulto. Sin embargo, se afirma que al menos uno de cada diez padres no supervisa en absoluto la actividad de sus hijos en la red.

Este número puede aumentar si se tiene en cuenta que la simple supervisión, sin actuaciones o concienciación de los menores respecto a la seguridad, sigue siendo insuficiente para proteger a los menores de los peligros ante los que se encuentran.

Una de las ciberamenazas más comunes es la llamada “Grooming”. Conforma un conjunto de acciones realizadas por parte de un adulto con el objetivo de seducir y engañar a un menor de edad a través de Internet. El objetivo de los sujetos que llevan a cabo esta conducta suele ser el obtener imágenes de carácter sexual. No obstante, puede darse el caso de que, mediante el engaño consigan tener encuentros físicos con el menor. 

La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a un sujeto que se dedicaba a esta conducta. Publicó un falso concurso de dibujo, en el que anunciaba que el premio para el ganador sería un teléfono móvil de alta gama. Eligió a una ganadora a la que le comunicó que, para obtener su premio, debía enviarle fotos en las que apareciera desnuda. La menor accedió, y una vez se negó continuar con el envío, el sujeto comenzó a amenazarla con publicar las imágenes que ya le había mandado con anterioridad. 

Este caso deja en evidencia que, con hechos que inicialmente carecen de peligro, como es el caso de un concurso de dibujo en Internet, es posible que los menores se expongan a ciberamenazas como el “Grooming” u otros delitos sexuales de gravedad.

Es por ello por lo que es muy importante que los adultos a cargo de los menores ejerzan una labor de vigilancia y concienciación acerca del grave peligro que puede suponer el establecer contacto con desconocidos y enviar datos o imágenes privadas por Internet.