Debemos tratar la colisión múltiple como aquel accidente en el que se ven implicados más de dos vehículos, un ejemplo de ello es la colisión en cadena, por ejemplo, en una retención.
El abogado especialista en seguridad vial de ARAG, Jordi Marí, explica que “cuando los vehículos implicados son dos es más sencillo determinar la responsabilidad y el seguro del vehículo responsable del accidente indemniza al perjudicado”. Cuando hay más de dos vehículos implicados se pueden generar más dudas acerca de quién tiene la culpa.
Tomemos por ejemplo una colisión en cadena en que un vehículo A golpea al de delante, B, y éste al que le precede, C. Si los vehículos B y C estaban parados en el momento de la colisión y el vehículo A que golpea al B provoca su desplazamiento (o lanzamiento) hacia adelante hasta colisionar contra el vehículo C, la responsabilidad recaería exclusivamente sobre el vehículo A. Es decir, el seguro del vehículo A debería asumir todos los daños en los vehículos B y C y las personas que los ocuparan. Además, por supuestamente incumplir el conductor del vehículo A con la obligación de mantener la distancia prudencial de seguridad con el vehículo que le precede pudiera ser denunciado por una infracción de circulación con una multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos.
Respecto a las lesiones sufridas por los ocupantes del vehículo responsable del accidente, el abogado de ARAG recuerda que “el seguro obligatorio no cubriría indemnización por las lesiones del conductor responsable pero sí de los pasajeros que circulen con él”. Los daños del coche culpable quedarían cubiertos si tuviera un seguro a todo riesgo con cobertura daños propios.
Más dudas se plantean cuando el vehículo A golpea contra el vehículo B cuando éste ya había colisionado previamente contra el vehículo C. El vehículo A será responsable de los daños provocados en la parte trasera del vehículo B. Pero ¿qué ocurre con las lesiones del conductor y ocupantes del vehículo B (el de en medio)? Ahí es más difícil determinar quién paga ya que se debe distinguir qué lesiones se ocasionaron en el primer golpe (B contra C) y cuáles en el segundo golpe (A contra B) para que el seguro del vehículo responsable indemnice. Habría que estudiar la mecánica del accidente y pudiera haber una concurrencia de culpas repartiéndose así las responsabilidades entre los dos seguros. Los dos seguros contribuirían a pagar la indemnización de los ocupantes del vehículo.
Respecto a las lesiones de los ocupantes y los daños del vehículo C, que no golpea a nadie, deberán ser indemnizados por el seguro del vehículo B, que le colisiona en primer lugar salvo que se pueda demostrar que la gravedad de los daños es debida al segundo golpe.
