El anuncio de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) por parte del Gobierno constituye un paso más para alcanzar el 60% del salario medio en España, un porcentaje contemplado en la Carta Social Europea. El actual incremento hasta los 1.080€ supone un crecimiento del 8% respecto a 2022, cuando el SMI se situaba en 1.000 euros. Así, desde 2017, el SMI ha aumentado un 52%, desde los 707 euros hasta la cuantía actual.
Tal y como señalan desde CCOO, el nuevo aumento beneficia al 13,7% de la población asalariada. En este sentido, además, tendrá una mayor incidencia sobre las mujeres. Desde Cepyme, por otro lado, destacan que las pequeñas y medianas empresas serán las que más afectadas se verán por el incremento, dado que un 38% de las que cuentan con empleados pagan el SMI. Por su parte, la CEOE ha evitado valorar la medida, y antes de su aprobación afirmó que el Ejecutivo no había llegado a considerar su propuesta para elevar el salario mínimo un 4%.
El año pasado, el SMI subió un total de 35 euros, hasta situarse en los 1.000 euros. Los salarios de convenio, sin embargo, cerraron el año pasado con un alza del 2,78%, tres puntos porcentuales por debajo de la inflación (5,7% a cierre de 2022, según datos del INE), lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo para los asalariados españoles. Sin embargo, ante la espiral inflacionista, los diferentes organismos nacionales e internacionales realizaron un llamamiento a la moderación salarial.
En este contexto, la plataforma de empleo líder en España, InfoJobs, ha preguntado a más de 1.800 empresas acerca de la reciente subida del SMI*. Los datos de la encuesta destacan que 6 de cada 10 empresas (62%) en España se mostrarían conformes con el nuevo salario mínimo interprofesional.
En contraposición, y al ser preguntadas por el impacto de esta subida, una de cada tres (35%) declara que habrá menos contratación en la empresa, y el 31% afirma que podría provocar el despido de empleados si se incrementan mucho los costes.
En palabras de Mónica Pérez, directa de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “Pensamos que era necesario elevar la retribución de las franjas salariales más bajas de nuestro país, teniendo en cuenta además la pérdida de poder adquisitivo que se ha producido en el último año”. Pérez añade: “Es verdad, sin embargo, que el actual contexto económico, unido a este nuevo incremento, puede resultar perjudicial para una parte importante de las empresas en España, afectando a la contratación o al empleo. Habría sido necesario contar con el acuerdo de la patronal”.
Las pymes, más reticentes
Según el tamaño de la compañía, se aprecia una diferencia clara entre las empresas con menos empleados y las más grandes. En este sentido, las pymes se muestran más reticentes ante los beneficios que puede tener el aumento del SMI; una diferencia que se incrementa hasta los 24 puntos porcentuales entre las microempresas (1 a 9 empleados) -el 51% aprueba la nueva subida- y las grandes (+249 empleados) -75% de aprobaciones-.
En este sentido, cabe destacar que el 45% de las compañías más pequeñas aseguran que este hecho conllevará una menor contratación de empleados. Dicha afirmación en las grandes empresas es respaldada por el 24% de las compañías encuestadas, lo que supone una diferencia de 21 puntos porcentuales entre ambas tipologías de empresa. Asimismo, el 36% de las compañías de menos de 10 empleados confiesa que el incremento de los costes en la empresa provocará en algunos casos el despido de trabajadores, frente al 22% de las grandes organizaciones.
Por sectores, resulta significativo que el impacto negativo de la revisión salarial se concentra mayoritariamente en el terciario, con un 52% de las menciones (siendo del 43% en el primario/secundario y del 47% en el cuaternario/quinario). Precisamente el 39% de las empresas de este sector, el terciario, apunta que habrá una menor contratación (34% de menciones en el sector primario/secundario, y 32% en el cuaternario/quinario).
Un 60% de las empresas accedería situar el salario mínimo por encima de los 1.100 euros
Finalmente, casi una de cada tres empresas (31%) señala que accedería a incrementar el SMI en un tramo de entre 1.101 euros y 1.200 euros, si pudieran determinar la cantidad libremente. Un dato, sin duda, llamativo, cuando la actual cifra implantada por el Gobierno se encuentra un 2% por debajo. Además, un alto porcentaje de compañías, concretamente un 29%, lo establecería en un máximo de 1.000 euros.
Asimismo, existe una relación directa entre el tamaño de la empresa y la cantidad de SMI que fijarían: cuanto mayor es la empresa, mayor es la cantidad, y viceversa. Pese a que más de la mitad de las microempresas (52%) instauraría un SMI por encima de 1.100€, hay un considerable porcentaje, un 36%, que lo establecería en máximo 1.000€. Por el contrario, en las empresas grandes, esta casuística se produce en tan solo 1 de cada 5 empresas (20%).
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