El sector de las energías renovables generó 93.000 nuevos puestos de trabajo en España en 2021, según la Asociación de Empresas de Energías Renovables, (APPA). Por lo que respecta a instalaciones nuevas, solo en 2022 se alcanzó la cifra récord de 240.344 entre viviendas y empresas, según datos de la APPA, lo que han denominado como "la revolución invisible".
Ese nuevo modelo de producción y consumo supone un impacto en el ámbito laboral que afecta, de forma directa, a las condiciones de trabajo de los sectores afectados y repercute en la seguridad y salud de las personas trabajadoras.
Por ese motivo, desde el Servicio de Actividades Preventivas de Riesgos Laborales de la mutua Umivale Activa han preparado una guía técnica de buenas prácticas preventivas poniendo el foco en los factores de riesgo en la energía solar, la eólica y la bioenergía, por ser las energías renovables más frecuentes.
Así, el documento detalla los posibles factores de riesgo en la fase de fabricación tanto de paneles solares como de aerogeneradores o turbinas eólicas. "Esta etapa se caracteriza por la exposición a productos químicos derivados del uso de nuevas tecnologías y/o materiales, nocivos para la salud o sospechosos de su peligrosidad, muchos de ellos aún en estudio", destacan desde el Servicio de Actividades Preventivas de Riesgos Laborales.
La guía también individualiza los factores a tener en cuenta desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales en las fases de transporte, instalación, puesta en marcha, mantenimiento y desmantelamiento de los mismos.
"Caídas en altura, caída de objetos desprendidos o por desplome, contactos eléctricos, incendios, explosiones, acceso a espacios confinados, exposición a productos químicos, sobreesfuerzos y otros derivados de trabajos a la intemperie son los principales riesgos a los que se ven expuestas las personas trabajadoras en este sector".
Además, este tipo de instalaciones implican la realización de una obra y "por lo tanto se debe de cumplir las disposiciones establecidas en el Real Decreto 1627/97, de 24 de octubre, por la que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. El plan de seguridad y salud y la implantación de una correcta coordinación de actividades empresariales serán unas herramientas útiles e imprescindibles para la correcta gestión de la prevención de riesgos laborales en cada tipo de instalación", destacan desde la mutua. "Durante la ejecución de la obra, el papel del coordinador de seguridad, así como de los recursos preventivos, juegan un papel fundamental para evitar riesgos".
Por lo que respecta al sector de la bioenergía, el documento se centra en los factores de riesgo físicos presentes en una central de biomasa, los factores químicos y los posibles riesgos ergonómicos.
La guía ya se puede consultar y descargar en umivaleactiva.es, en el apartado de prevención en Códigos de buenas prácticas preventivas por sector de actividad, tanto en castellano como en catalán.
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