Tienes pareja y trabajas con ella. Puede que hayas encontrado a tu pareja directamente en tu trabajo o de alguna manera algo menos tradicional como a través de RollosFáciles. Eso no es lo importante. Lo relevante aquí es que tienes pareja y trabaja contigo. ¿Crees que es esto algo bueno o malo?

Pues, como siempre, depende de cómo se mire. Y, sobre todo, de cómo vosotros dos lo llevéis. Pero debéis tener cuidado porque este simple hecho puede ser la suerte de vuestra vida o puede acabar destruyendo vuestra relación.

El ejemplo más claro de esto es la consecuencia más obvia: pasaréis más tiempo juntos. ¿Es bueno o malo? Pues, ¡ambas! Al pasar más tiempo juntos podréis seguir conectando incluso fuera de vuestro ámbito personal y compartiréis muchas horas diariamente. Estamos hablando de casi dos mil horas que nos pasamos trabajando al año. De verdad, son muchas horas.

Esto hará que hacer una distinción entre la vida personal y la laboral resulte complicado en vuestra relación. El estrés del trabajo puede afectaros fácilmente a nivel personal. Y también todos vuestros roces personales estarán ahí todas esas horas de trabajo. E incluso será muchas veces este excesivo tiempo juntos el que os lleve a discutir o a ir apagando cierta chispa que os conectaba. ¡Tendréis que tener cuidado con eso!

A todo esto, añadimos que si pertenecéis al mismo departamento o a una empresa pequeña es muy posible que no se os permita disfrutar de vuestras vacaciones al mismo tiempo, dificultando la conciliación familiar.

Otro gran problema surge en el caso de que la relación se acabe. No podréis echar tierra por medio y olvidar a la otra persona, ya que estará sentada a un par de mesas o tendrás que seguir trabajando con ella. Vuestros problemas personales os perseguirán durante el trabajo. Incluso que vuestra ex-pareja no cumpla las sentencias de divorcio será más probable en este contexto.

Si, por el contrario, estáis empezando la relación puede llevarte mucho más ilusionado al trabajo, pero al mismo tiempo puede hacer que te desconcentres con facilidad.

Incluso Forbes reconoce que puede ser una arma de doble filo. El contra más grande a compartir trabajo con tu pareja será si en el caso de que se den situaciones de favoritismo cuando una de las partes de la pareja ostenta un cargo superior. De esta manera, si uno de los dos da un trato de favor a su pareja, conseguirá que se cree un mal ambiente en la empresa. Así, los contras no serán solo para ellos dos, si no que afectarán al buen funcionamiento y a la motivación de todo el personal.

Al mismo tiempo, si decidís mantener oculta vuestra relación al resto de la empresa puede afectaros de manera negativa. La manera más fácil de afrontar y disfrutar de tener a tu pareja en el trabajo es mantener lo personal en casa y el nivel de profesionalidad muy alto. Al final en el trabajo, antes que pareja, sois compañeros de trabajo.