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Muchos son los estudiantes del Grado de Derecho y de cursos de máster que requieren comenzar a profundizar en los estudios del Derecho Procesal Penal de una manera intensa. Para ello, es necesario entender que el Derecho Procesal Penal es el conjunto de normas que regulan todo lo relativo al proceso penal, que es el conjunto de actos sucesivos en el tiempo que se desarrollan para el ejercicio de la potestad jurisdiccional en el ámbito penal, a los efectos de lograr determinar la trascendencia penal de un hecho, averiguar la identidad de la persona a la que se ha de atribuir la responsabilidad penal por el mismo y establecer las consecuencias que correspondan para el caso de condena o absolución. De ese modo, se llega a imponer una pena en el caso de condena por la comisión de un delito y el sobreseimiento o la absolución para el caso en el que no haya responsabilidad penal.

El Derecho Procesal Penal tiene una gran importancia por su enorme incidencia social. Asimismo, es cierto que la mayor parte de los procesos judiciales con relevancia para la opinión pública se refieren a asuntos de naturaleza penal que pueden llegar a conllevar la imposición de una o varias penas por la comisión de delitos.

Con carácter general, el proceso penal tiene dos grandes fases, unidas por un periodo intermedio: en primer lugar, la instrucción, que está constituida, según el artículo 299 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por “las actuaciones encaminadas a preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación y la culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus personas y las responsabilidades pecuniarias de los mismos”; en segundo lugar, si hay indicios suficientes para entender que una o varias personas han cometido uno o varios hechos delictivos, no se procederá con el sobreseimiento por los artículos 637 y 641 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y se acordará la apertura del juicio oral, que, atendiendo al artículo 741 de la misma norma, va dirigido a comprobar “las pruebas practicadas en el juicio, las razones expuestas por la acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados”, por las que se dictará una sentencia en la que, por el artículo 742 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, “se resolverán todas las cuestiones que hayan sido objeto de juicio, condenando o absolviendo a los procesados, no sólo por el delito principal y sus conexos”.

Debe tenerse presente que la Sentencia del Tribunal Constitucional 145/1988, de 12 de julio, afirma que “la actividad instructora, en cuanto pone al que la lleva a cabo en contacto directo con el acusado y con los hechos y datos que deben servir para averiguar el delito y sus posibles responsables puede provocar en el ánimo del instructor, incluso a pesar de sus mejores deseos, prejuicios e impresiones a favor o en contra del acusado que influyan a la hora de sentenciar”, añadiendo que “En un sistema procesal en que la fase decisiva es el juicio oral, al que la instrucción sirve de preparación, debe evitarse que este juicio oral pierda virtualidad o se empañe su imagen externa, como puede suceder si el Juez acude a él con impresiones o prejuicios nacidos de la instrucción o si llega a crearse con cierto fundamento la apariencia de que esas impresiones y prejuicios existan”. Por ello, siempre se separan las funciones de instrucción y de enjuiciamiento en órganos jurisdiccionales diferentes, correspondiendo la primera a los Juzgados de Instrucción y la segunda a los Juzgados de lo Penal y las Audiencias Provinciales, sin perjuicio de lo dispuesto para los sujetos sometidos al aforamiento y para los delitos cuyo conocimiento se atribuye a los órganos jurisdiccionales de la Audiencia Nacional.

A causa de la gran complejidad que caracteriza al Derecho Procesal Penal, se necesita acudir a buenos manuales para que, con el apoyo de la legislación procesal penal, se pueda entender su alcance y contenido. Las diferentes editoriales ofrecen libros de gran calidad, pero hay un par de obras redactadas por consagrados catedráticos de Derecho Procesal que se ofrecen gratuitamente: Apuntes de Derecho Procesal Penal, de Jaime Vegas Torres, catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Rey Juan Carlos; y Derecho Procesal Penal. Materiales para el estudio, de Fernando Gascón Inchausti, catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Complutense de Madrid. Ambos libros merecen un fuerte reconocimiento.

En Apuntes de Derecho Procesal Penal, de Jaime Vegas Torres, se recogen veintisiete temas, que abarcan el Derecho Penal y la Justicia Penal, los tribunales penales, las partes en el proceso penal, el objeto del proceso penal, la iniciación del proceso penal, la fase de instrucción del proceso penal, los actos de investigación, las medidas cautelares, la imputación, el periodo intermedio, la fase de plenario o juicio oral, las cuestiones previas, el acto del juicio, la formación del convencimiento del juzgador, la sentencia penal, los recursos, la casación penal, la cosa juzgada y la revisión penal, el juicio ordinario por delitos graves, el procedimiento abreviado, el procedimiento para el enjuiciamiento rápido, el juicio sobre delitos leves, el proceso penal ante el Tribunal del Jurado, otros procesos penales especiales, la ejecución penal, el proceso penal de menores y el proceso penal militar. Todas las lecciones se exponen con absoluta claridad, precisión y concisión, garantizando recoger las aportaciones indispensables para que el lector pueda llegar a entender con plenitud el Derecho Procesal Penal.

En Derecho Procesal Penal. Materiales para el estudio, de Fernando Gascón Inchausti, se hallan veinticuatro lecciones, en las que se analizan el proceso penal y el Derecho Procesal Penal, los principios y formas del proceso penal, el objeto del proceso penal, los tribunales penales, la acción penal y sus titulares, los sujetos pasivos del proceso penal, los actos procesales y resoluciones judiciales en el proceso penal, el inicio del proceso penal, la fase de instrucción y las diligencias de investigación ordinarias, las medidas de investigación restrictivas de derechos fundamentales, las medidas cautelares, la fase intermedia, el juicio oral, la presunción de inocencia y la prueba en el proceso penal, la conformidad del acusado, la sentencia penal, los recursos frente a la sentencia, la cosa juzgada penal y su impugnación, el juicio por delitos leves, el procedimiento especial para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos, el proceso ante el Tribunal del Jurado, el proceso por aceptación de decreto y el proceso de decomiso autónomo, la ejecución de la sentencia penal y la cooperación internacional en materia penal. La obra profundiza mucho en todos los aspectos del Derecho Procesal Penal, mostrando amplias panorámicas de las funciones y contenidos del proceso penal.

Los dos manuales comentados presentan unos rasgos, en cuanto a forma y fondo, que permiten calificarlos como materiales de gran calidad y aptos para comenzar la andadura por el estudio del Derecho Procesal Penal de un modo eficiente. Por distinguirlos, se puede decir que la obra de Jaime Vegas Torres se caracteriza por ser de menor extensión y de mayor asequibilidad intelectual, en cuanto que desglosa todos los temas atendiendo a la necesidad de transmitir y consolidar los conceptos elementales, mientras la obra de Fernando Gascón Inchausti busca lograr que el lector pueda profundizar en aspectos legales y jurisprudenciales propios del proceso penal español. Por ello, resulta acertado afirmar con rotundidad que ambas obras son complementarias y que, aunque la de Jaime Vegas Torres sea de menor extensión que la de Fernando Gascón Inchausti, se pueden utilizar simultáneamente para su aprovechamiento en estudios universitarios, debiendo destacarse que, además, se puede disfrutar de su gran utilidad para la preparación de oposiciones y la práctica del ejercicio profesional, lográndose así optimizar las enseñanzas de dos procesalistas españoles de reconocido prestigio y extensa trayectoria profesional.

Existen otros dos libros, disponibles en la Biblioteca Jurídica Digital del Boletín Oficial del Estado, que pueden ayudar a aprovechar más los conocimientos que se logren con los dos manuales anteriormente expuestos: La simplificación de la Justicia Penal y Civil, de Vicente Gimeno Sendra, y Manual de introducción al Derecho Penal, de varios autores. Así, es posible llegar a conocer un poco más de algo que quizá nunca pueda llegar a desentrañarse del todo: el proceso penal español.

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