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Madrid, 26 nov (EFE).- A tres días del Congreso Federal socialista el líder del PSOE-M, Juan Lobato, ha prendido la mecha al no aclarar el papel de Moncloa al enviarle información de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, insinuar que la reacción de algunos compañeros de filas le hacen preguntarse si podrían haberle mentido, y al denunciar un "linchamiento" desde su propio partido.

Juan Lobato ha ofrecido una declaración sin preguntas a primera hora de la mañana, después de que este lunes ABC publicase que Pilar Sánchez Acera, durante su etapa en Moncloa, le había enviado información confidencial sobre Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, en la que reconocía sus delitos fiscales.

La idea, según este diario, era que el socialista utilizase esa información contra Ayuso en la Asamblea de Madrid, algo a lo que él se habría negado, y tras conocerse la noticia decidió registrar en una notaría la conversación privada que había mantenido con Sánchez Acera, que en aquel momento era la jefa de Gabinete del ahora ministro Óscar López y entonces jefe de Gabinete de La Moncloa.

A última hora del lunes el magistrado del Tribunal Supremo Ángel Hurtado citó a Lobato para que declare como testigo el próximo viernes, día 29, a las 10:00 horas, en la causa que instruye contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la revelación de información sobre González Amador.

Rumores de dimisión

Lobato ha convocado a la prensa a primera hora de la mañana en la Asamblea de Madrid, donde había una gran expectación mediática ante los rumores de una posible dimisión que finalmente no se ha producido.

Al contrario, Lobato ha hecho una escueta declaración, sin preguntas, en la que no ha despejado dudas sobre el papel de Moncloa.

Ha asegurado que si registró ante notario la conversación con Sánchez Acera fue para acreditar que la información de González Amador "no llegaba de la Fiscalía, sino de los medios de comunicación".

Pero "vista la reacción" de algunos dirigentes del PSOE, ha seguido diciendo Lobato, "parece como si, de alguna manera, se dudara de la veracidad" de lo que a él le dijeron, esto es, que la declaración del novio de Ayuso provenía de los medios de comunicación.

"No contemplo que eso fuera falso porque, si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió, que eso es lo de menos, hubiera supuesto un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid", ha recalcado.

"Al final, es siempre la misma historia: se intenta por parte de unos pocos que parezca que el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal", ha añadido Lobato, que ha denunciado sufrir un "linchamiento" por parte de dirigentes del PSOE.

Lobato, por tanto, no ha anunciado ninguna dimisión y se ha mantenido en el cargo a sólo tres días de que arranque el Congreso Federal Socialista en Sevilla, que a su vez dará paso a los congresos regionales, entre ellos el del PSOE-M, en el que el diputado aspira a ser reelegido secretario general pese a los constantes rumores de que Pedro Sánchez no quiere que repita.

Incredulidad y silencio

Si a primera hora de la mañana muchos dirigentes socialistas daban por hecho que Lobato iba a anunciar su dimisión, tras su declaración una ola de incredulidad se extendía entre buena parte de ellos.

Desde Ferraz ninguna voz ha querido hablar del asunto y se han limitado a echar el balón hacia el tejado del PSOE-M. Tampoco los ministros han querido opinar, más allá de considerar que ha de ser Lobato el que dé explicaciones, y así lo han dicho el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, o la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien ha pedido no desviarse de "lo importante", que es el caso de González Amador.

Sí han hablado varios dirigentes socialistas madrileños, como el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín (cuyo nombre suena desde hace meses en las quinielas para sustituir a Lobato), quien ha pedido explicaciones más sólidas sobre decisiones "tan relevantes" como acudir a un notario, al tiempo que ha reclamado una comisión ejecutiva regional como "foro interno" para abordar lo sucedido.

La misma petición ha hecho la portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital, Reyes Maroto, que no sólo cree que Lobato debe dar explicaciones, sino también escuchar porque "claramente se tiene que volver a ganar la confianza de los militantes".

Amparados en el anonimato, dirigentes del PSOE-M han sido mucho más contundentes contra Lobato, de quien han dicho que está "completamente desnortado", que lo que ha hecho es "de locos" y al que han advertido que en el PSOE "no se perdonan las traiciones".

Entre críticas como que Lobato está "dañando" la imagen del partido, haciendo un "yo, mi, me, conmigo", aseguran que "no puede seguir al frente" del PSOE-M.

"Quiere hacerse 'un Pedro'", esto es, forzar una gestora y luego recuperar el poder del partido, pero le advierte: "no es Pedro, ni de lejos", y le auguran que "se va a quedar en su casa porque ya no tiene hueco dentro del partido. Acabará escribiendo columnas en periódicos de derechas".

El PP, por su parte, ve "cada vez más evidente" que el Gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE funcionan "como una auténtica mafia", según el secretario general de los populares madrileños, Alfonso Serrano, igual término que ha empleado el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, que se ha dirigido a Lobato para decirle que debería saber que cuando se está "dentro de una mafia" y se quiere salir de ella se produce el "linchamiento" por parte de compañeros. 




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