Carpeta de justicia

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INTRODUCCIÓN

Esta semana está siendo de actualidad Iñigo Errejón podemos leer noticias como la siguiente:  “La dimisión de Íñigo Errejón tras las revelaciones de varias mujeres que aseguran haber sido víctimas de violencia sexual, ha abierto en canal a Sumar y ha propiciado un ajuste de cuentas en la izquierda. Después de la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá, la presentadora de televisión Aída Nízar ha acudido a la policía para presentar otra denuncia. El Congreso, por su parte, ya ha respondido al juez que Errejón ya no es diputado, para continuar con el cauce judicial del caso” . Estas revelaciones anónimas en las redes han sido realizadas por la periodista Cristina Fallarás.

Este caso genera muchas preguntas, la primera y la que me parece más importante sería si en lugar de acusar a un político importante las denuncias fueran de víctimas de una persona normal con un trabajo anónimo, las hubiera sacado a luz. Sobre todo esta pregunta me surge tras ver que el mes que viene esta periodista sacará un libro con testimonios de víctimas. ¿Ha sido campaña de marketing? ¿Cualquier víctima de violencia sexual puede acudir a ella aunque su agresor no sea una persona pública? No debería existir víctimas de primera y de segunda clase. Y sin embargo, pienso que si las denunciantes fueran de una persona que no atrae portadas de prensa y a los medios , nunca se hubieran hecho públicas. Ojalá llegará el día en que todas las víctimas merecieran el mismo respeto y no se las mida por como responden a los daños o quién ha sido su agresor.

NO SOLO HAY QUE SER PRO JUSTICIA RESTAURATIVA  DE PALABRA

Retomando el principio del caso vamos a ver algunas otras dudas y preguntas que me surgen y que me han dejado perturbada. La más importante es que un partido político que promueve y es el adalid de la justicia restaurativa tenga testimonios desde hace un año en concreto de una victima y lo hayan dejado pasar.  Unos  y otros responsables políticos se han excusado diciendo que cuando lo han sabido han actuado, pero la realidad que se sabía la denuncia de una chica  en el 2023 y lo silenciaron.

Si realmente apoyaran la justicia restaurativa sabrían que nunca se silencia a las víctimas o posibles víctimas, sino que se les da voz y un espacio seguro para que puedan contar su historia y las necesidades para sentir que pueden sanar tras el daño. Claro igual confundieron la justicia restaurativa con mediación porque efectivamente una compañera de Errejón fue donde esta chica   y se presentó como la mediadora.  Curiosamente un caso claro de lo que no se hace en justicia restaurativa, supuestamente le dijo que era la mediadora para que no se hiciera un escandalo con lo que había pasado y ver como repararla, pensando siempre en el presunto agresor, Errejón. Como digo esto es un ejemplo de lo que no se hace en justicia restaurativa y lo que pasa cuando lo confundimos con mediación, y que conste que ya ha habido víctimas que me han transmitido que le han dicho reúnete con esta persona (el ofensor ) que es una buena persona. Así que lo que se hizo no fue sino una mala práctica que solo silenció a la víctima y favoreció que la persona agresora Errejón,  continuará ejerciendo su violencia. No me sorprende que se hagan estas malas prácticas ya que reputadas mediadoras hacen cosas similares,  lo que me deja perpleja es que se haga en el seno de un partido pro feminista y que apoya la justicia restaurativa hasta límites insospechados, pues no olvidemos que incluso Yolanda Diaz un día habló hasta de despido restaurativo. Se está mal usando tanto la palabra que ya todo puede ser restaurativo incluso lo que revictimiza y silencia a las víctimas. Por eso es tan importante la formación adecuada y especifica en justicia restaurativa, y  sobre todo que se predique con el ejemplo.

El partido político ha intentado echar las culpas de esta mediación a la propia persona que se acercó a la victima y que también es miembro de este partido, lo que está claro que se sabía al menos este caso y se tapó y silenció reforzando y autorizando al propio Errejón a continuar realizando comportamientos que si bien no se sabe si son delictivos todavía si son totalmente impropios y dañinos para las mujeres que se han encontrado con él.

Sea o no delito los actos por los que se le van a investigar su comportamiento causa daños a las personas y aplicaría la justicia restaurativa. Porque hay que entender que justicia  no solo es  la que se obtiene cuando se acude al juzgado, de hecho muchas víctimas después del juicio no sienten que se haya hecho justicia y es porque el sistema no atiende las verdaderas necesidades de las víctimas y que en muchas ocasiones no tiene que ver con más castigo ni dinero. Hacer justicia en sentido cultural implica que todos nosotros en nuestras relaciones con las demás personas queremos hacer lo correcto y no dañar. Y si dañamos nuestra obligación es entenderlo  y valorar cómo compensar el daño ocasionado. Pedir perdón como ha hecho el grupo político no es suficiente, siempre se piensa que justicia restaurativa es sobre pedir perdón y perdonar, pero no es así. Si pensamos en el perdón implica no solo esta petición sino también reconocer la responsabilidad (algo que realmente no se ha hecho) y hacer lo posible para mitigar el daño que se ha causado (que de momento tampoco se está haciendo). Por eso la justicia restaurativa podría aplicarse fuera del ámbito penal y aunque las personas no hayan denunciado. Muchas personas que me leen pensarán pero Errejón realmente no parece haber reconocido nada, y puede ser así, pero esta persona es parte de una comunidad como es su partido político y si el no está en condiciones de responsabilizarse,  en su lugar debería hacerlo el partido que pudiendo haberlo frenado no lo ha hecho hasta que ya el escandalo ha sido evidente.

Debemos comprender que la justicia restaurativa no es solo encuentros conjuntos, y que no todo se centra en tener una víctima de un lado y una persona ofensora por otro (esta obsesión por la justicia restaurativa está llevando a buscar víctimas subrogadas hasta debajo de las piedras).Además aunque la persona que causó el daño es la principal responsable en muchas ocasiones como esta que se encuadra dentro del ámbito laboral la comunidad laboral, el partido político es también responsable por no actuar a tiempo (por mucho que ellos digan que lo han hecho en cuanto lo han sabido).

Por tanto podrían haber puesto en marcha un proceso restaurativo enmarcado en el ámbito laboral para intentar que la víctima se sintiera escuchada, respetada y reparada y si hubiera sido posible que el ofensor hubiera tenido la oportunidad de reflexionar sobre el daño causado. No siempre hay que esperar al delito y a la denuncia, en otros ámbitos la justicia restaurativa actúa desde el momento en que hay una persona que sufrió un daño que ha generado desequilibrio y otra persona que lo ha causado. Además especial atención debe darse a la comunidad en estos otros ámbitos no penales, como este partido político, que en ocasiones asiste  de manera silenciosa a los daños siendo testigos o conocedores y no hacen nada por miedo o por otros motivos.  Por tanto, si tanto alaban la justicia restaurativa deberían haber pensado en ella para actuar en cuanto tuvieron conocimiento del primer caso.

ENFOQUE RESTAURATIVO EN CONTEXTOS LABORALES O COMUNITARIOS

Cuando se descubrió todo es cierto que el partido político ha salido a pedir disculpas por lo sucedido y curiosamente como solución o forma de prevención proponen  cursos .

Es increíble como últimamente se piensa que impartiendo un taller o un curso las personas van a cambiar y van a asumir los conocimientos que este curso les transmita como propios. Esto puede servir para determinados daños o delitos como robos o hurtos. Pero cuando el daño está enraizado en la estructura del sistema,  en los valores y las creencias de las personas, un curso de formación no ayuda porque necesitan reflexionan sobre sus comportamientos, necesitan verdaderos programas que acompañen en este proceso de reflexión profunda sobre lo realizado. No se trata de transmitir conocimientos e imponer los valores como los únicos porque esto generalmente no funciona, sino que produce el efecto contrario (“quienes son estas personas para venir a decirme a mi lo que está bien o mal” ) Se trata de acompañar en el proceso para que las personas entiendan que los daños son reales y que se genere un punto de inflexión para que quieran cambiar.

Por otro lado si plantean estos cursos como prevención se necesita algo más, se necesitarían otros procesos de construcción de comunidad (en este caso laboral) que construyan espacios de seguridad para que las personas aporten sus necesidades, sus historias y de esta manera se genere conexión y fortalezca la comunidad para evitar y prevenir daños.

Esto de los talleres también es muy común en el ámbito penal y penitenciario y vuelvo a reiterar que en determinados casos y personas puede ser suficiente pero en muchos otros no sirve para nada y por supuesto en el caso de la justicia restaurativa no es ni parecido, impartir un taller que facilitar un verdadero programa de justicia restaurativa.

Por tanto, un partido político que se precie por restaurativo debería tener políticas internas con enfoque restaurativo que puedan ayudar a gestionar y prevenir los daños y la escalada de los conflictos interpersonales. Pero cuando estás más interesado en darte publicidad y en el marketing (algo común en muchos políticos y sus partidos) que en la verdadera aplicación de la justicia restaurativa,  encuentras como se ha silenciado a las víctimas o a las personas que han sufrido los daños y se ha actuado in extremis cuando ya todo iba a salir a la luz.

Si se hiciera un examen de conciencia deberían no solo pedir perdón sino asumir que tienen parte de responsabilidad y poner medidas para prevenir conductas similares y ayudar a sanar a las que sienten que han sido víctimas. Esto es algo que debería darse en todos los contextos en los que como seres humanos nos relacionamos con otras personas: escolar, familiar, laboral….

Asimismo sería importante eliminar las ideas preconcebidas que tenemos de las víctimas o de las personas que han sufrido daños. Pensamos que para que sea víctima buena debe seguir unos estereotipos, debe de haberse negado, haberse resistido y debe de estar desolada. Es más solemos pensar que son personas incapaces necesitadas de protección. Es un pensamiento paternalista e idealizado de cómo debe reaccionar una persona ante una amenaza de un daño o ante el propio daño.

 

Y es que  nosotros no podemos saber cómo vamos a reaccionar ante una situación angustiosa o ante la posibilidad de sufrir un delito, pensamos que actuaríamos de una forma pero la realidad es que solo si nos encontramos en esa situación vamos a ver como actuaríamos . De hecho todas las personas somos diferentes y nuestras reacciones ante los mismos hechos violentos son radicalmente distintos. Cuando nos vemos afectado por un hecho traumático, nos podemos quedar paralizados o podemos luchar y ambas reacciones entran dentro de lo normal.

No somos máquinas y por tanto, como seres emocionales podemos reaccionar de manera que ni siquiera nosotros mismos entendemos. Por tanto, evitemos juzgar a las víctimas que denuncian y no demos por hecho que deberían actuar como nosotros creemos que deben hacerlo . Además pensemos que más allá de si es delito o no,  pudieron sentirse dañadas y desde luego  la sociedad debería tener mecanismos para ayudar a la sanación y la reconexión.

CONCLUSIÓN

Si verdaderamente se apostara por la justicia restaurativa se tendría en cuenta como política publica para prevenir conductas y delitos machistas, pero también toda clase de violencia física o verbal .  Y para implementar estos programas se necesita asumir que la justicia restaurativa no es solo para los demás sino para nosotros mismos,  por tanto eso de pedir perdón se queda corto,  deberían reflexionar sobre cómo compensar el daño y  prevenir otros. Para esto un curso no es que no sea suficiente sino que se antoja ridículo cuando está claro que todos sabemos que no se debe dañar a otro ser humano, que cuando una mujer dice no es no etc.…Se necesita ir más allá auténticos programas preventivos y de gestión de los daños para lograr construir espacios restaurativos (comunidades, entornos laborales, colegios…)  Pero esto es difícil cuando continuamente se hacen prácticas solamente encaminadas al encuentro infractor y victima ( o víctima subrogada, o familia del agresor como víctima etc.…). Cuando se entienda que para que buenas prácticas restaurativas surjan se necesita contar con faciltadores/as debidamente formados en justicia restaurativa esto empezará a ser realidad. Mientras tanto todo se queda en buenos propósitos, convenios de colaboración, pseudo prácticas pero nada efectivo que pueda marcar la diferencia. Sin duda, hay que predicar con el ejemplo y Errejón y su partido político no lo han hecho.




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