La Sociedad para el Cuidado de los Animales que lo Necesitan (SCAN) celebra un avance clave en la lucha contra el maltrato animal: la apertura de juicio oral contra D.C.G., acusado de sustraer tres gatos (se llamaban Indi, Benji y Mini) y matar brutalmente a un cuarto, de nombre Rio, en un caso que ha estremecido a la sociedad. El juez ha acordado fijar 20.000 euros como fianza para asegurar su posible responsabilidad civil.
Los hechos delictivos, perpetrados en las instalaciones de S.C.A.N. en El Verger durante julio de 2023, generaron una honda conmoción y una gran alarma social, fueron registrados en video, siendo difundidos en su momento por medios de alcance nacional.
Penas solicitadas: disparidad entre la Fiscalía y la acusación particular
Para la pena de robo con fuerza en las cosas se ha solicitado por ambas acusaciones una pena de 3 años de prisión con inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante la condena.
En cuanto a las penas por maltrato animal, mientras que la Fiscalía no considera suficientemente acreditados los delitos de maltrato animal de los gatos sustraídos en días diferentes de la grabación de video, la acusación particular solicita 18 meses de prisión e inhabilitación especial para tenencia de animales de 3 años para cada uno de ellos.
En cuanto al gato RIO, brutalmente agredido y asesinado dentro de las instalaciones, el Ministerio Fiscal solicita 18 meses de prisión e inhabilitación para actividades relacionadas con animales durante 3 años. Por su parte, la acusación particular de S.C.A.N., bajo la dirección técnica del abogado animalista Eloi Sarrió Santana, del despacho Aboganimal, exige sanciones más severas debido a la gravedad de los actos, y considera que dicha conducta es acreedora de 24 meses de prisión e inhabilitación especial de 4 años para tenencia, convivencia o comercio con animales.
La acusación particular además solicita como responsabilidad civil 1.064 € por los daños materiales ocasionados (reparación de los cerramientos de las instalaciones) y 9.500 € por los daños morales sufridos por su voluntariado, así como el abono de las costas judiciales, incluyendo las de la acusación particular.
Impacto social y mensaje de esperanza
Desde SCAN, asociación protectora sin ánimo de lucro, no solo han tenido que lamentar la pérdida de los cuatro felinos ni el daño a sus instalaciones, sino además el impacto emocional en su voluntariado, quienes han sufrido (y algunos aún sufren) las secuelas de este acto atroz. Sin embargo, a pesar de todo, son optimistas y confían en que este proceso judicial marque un antes y un después en la defensa de los derechos de los animales y el fin de la impunidad que gozan a menudo sus maltratadores. Agradecen el apoyo mostrado por la sociedad y los medios, cuya presión está siendo clave para avanzar en la búsqueda de justicia.
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