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La investigación que se sigue desde hace casi quince años contra el supuesto testaferro de Teodoro Obiang en España, el empresario jubilado hispano-ruso Vladimir Kokorev, ha entrado en punto muerto. El estancamiento se debe, entre otras causas, a la falta de velocidad judicial para resolver sobre los recursos presentados por la defensa del acusado, que se ha manifestado contra comisiones rogatorias que se están librando a países como Dinamarca para intentar tener pistas del rastro del presunto lavado de dinero de unos veinte millones de euros. Y lo ha hecho en base a que esas comisiones se han librado o se pretenden librar con material presuntamente manipulado, recogido en informes policiales y tramitado por la jueza de instrucción, Ana Isabel de Vega, a pesar de que pericias independientes acreditan su presunta alteración.

A ello se suma el hecho de que el ‘testigo estrella’ del proceso, y que hace más de tres años desencadenara la detención de Vladimir, su esposa y su hijo, Ismael Gerli, sigue declarar y ser interrogado. Gerli, antiguo abogado y amigo de la familia, está a su vez acusado por las defensas de Kokorev de llevar a cabo tiempo atrás manifestaciones falsas ante las autoridades españolas, de entregarles documentación fabricada y variada información sobre el patrimonio de la familia que, o bien no se ajustaba a la realidad, o bien estaba en su poder en su condición de letrado. Hasta tal punto, que Gerli ha sido investigado en su país, Panamá, donde sigue residiendo, entre otras causas por falsificar presuntamente múltiples escrituras públicas precisamente para hacerse con parte del patrimonio de la familia Kokorev.

En el proceso seguido en el juzgado de Instrucción nº5 de Las Palmas por la jueza De Vega, y con el concurso del fiscal Luis del Río Montesdeoca, incluso Gerli llegó a manifestar tiempo atrás ante la policía canaria que Kokorev en absoluto necesitaba de cuidados médicos y que fingía su estado de salud precario para huir de la Justicia. El hecho es que el que fuese considerado en su día ‘amigo’ de Guinea Ecuatorial y en particular de Teodoro Obiang ha sido sometido a diversas intervenciones para la colocación de varios bypass e incluso se ha visto obligado a abandonar las Islas Canarias (donde sufre una suerte de arresto domiciliario) para viajar a Madrid y ser examinado por cardiólogos, que lo mantienen bajo constante vigilancia por riesgo mortal de infarto.

Según el abogado de la esposa de Kokorev, Antonio José García Cabrera, “es un hecho que el procedimiento penal en España en el que Gerli aprovechó en el origen para manifestarse falsamente está ahora siendo sometido a escrutinio por parte del Parlamento Europeo, que incluso se plantea la creación de una comisión permanente para estudiar otros abusos judiciales que se han podido cometer por parte de la justicia en Canarias”.

El ‘testigo estrella’, que produjo la reactivación hace más de tres años de un caso que estaba en un cajón y había sido archivado en dos ocasiones por la Fiscalía Anticorrupción, está acusado de realizar manifestaciones falsas a la UDYCO canaria con el fin de propiciar actuaciones policiales, judiciales o administrativas contra Kokorev por presunto blanqueo de dinero con origen en la Tesorería General de la antigua colonia española en África. Está acusado asimismo de tráfico de influencias y soborno a funcionarios públicos para obtener documentación personal o reservada. Asimismo se le acusa de haber amasado una fortuna en Estados Unidos de origen aparentemente opaco.

El letrado García Cabrera entiende que “más allá de la incomprensible lentitud de la Justicia para recabar un testimonio que de acuerdo con ‘la tesis oficial’ podría arrojar luz sobre el caso, puede tener escaso interés en declarar el propio Gerli, a sabiendas de sus inconfesables motivaciones, y lo que ello significaría en términos de derrumbe de una investigación ya de por sí de una inconsistencia palmaria y, diría, agotada en su rocambolesco recorrido”.




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