Las negligencias médicas se producen cuando los profesionales médicos no actúan de acuerdo a los estándares aceptados en la comunidad médica y a consecuencia de ello, se produce alguna lesión al paciente. En el caso de las negligencias médicas en el parto hay dos pacientes, la madre y el bebé y es por ello que este tipo de negligencias pueden dar lugar a gravísimas consecuencias.
En este artículo nos centraremos en los tipos de negligencias que pueden aparecer en el momento del parto y en las consecuencias que eso genere para el bebé o la madre. Generalmente, las negligencias médicas se producen por el retraso en la asistencia de los profesionales.
Negligencia médica en el parto: afectaciones al bebé
En el caso del bebé la negligencia médica más común es el sufrimiento fetal causado, generalmente, por un déficit de oxígeno. Este estado altera la fisiología fetal antes o durante el parto, lo cual podría llegar a provocar la muerte del feto si no se actúa con rapidez y de manera oportuna. Para ello, los profesionales médicos deben realizar controles frecuentes a la madre mientras se encuentre en el proceso del parto, ya que de lo contrario no podrán conocer el estado de sufrimiento del feto y no actuarán consecuentemente.
Otra de las complicaciones que afecta al feto es la distocia de hombros, la cual también puede llegar a provocar lesiones vaginales para la madre. La dificultad nace a partir del encajamiento de los hombros del bebé en el canal vaginal de la madre, debido al tamaño del feto. Este supuesto es previsible y los profesionales sanitarios podrán actuar acordando la extracción programada a través de la cesárea. De no hacerlo así, el feto podría sufrir hipoxia cerebral o lesión del plexo braquial y ello le puede llegar a provocar daños cara al futuro.
Negligencia médica en el parto: afectaciones a la madre
En el caso de la madre, el desgarro vaginal es la complicación más frecuente durante el parto y se puede producir de diversas maneras. El uso incorrecto de los fórceps o la ventosa obstétrica puede acarrear en este tipo de negligencia. Muchos son los casos en los que el personal sanitario hace uso de estos instrumentos cuando no son necesarios.
La práctica de la episiotomía, si se realiza inadecuadamente, puede causar daños graves en forma de lesiones en el esfínter. Esta práctica se realiza con el fin de disminuir las posibilidades de que la madre sufra un desgarro durante el parto y que, de esta manera, la expulsión del feto sea más rápida.
En el gran extremo puede llegar a ocurrir el fallecimiento de la madre a causa de hemorragia obstétrica. Existen factores de riesgo que preverían la posible hemorragia, como alteración de la coagulación, rotura uterina de una cesárea previa, traumatismo en el canal del parto o en la incisión de la cesárea, retención de restos placentarios, etc.
Todas estas actuaciones, entre otras, pueden dar lugar a negligencia médica en el parto. Con el estudio de la documentación y las circunstancias del hecho, puede determinarse si dicha intervención es susceptible de demanda y, consiguientemente, de conseguir una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados a la víctima que, no olvidemos, en las negligencias médicas en el parto pueden ser dos: la madre y el bebé.
Cómo actuar ante la sospecha de negligencia médica en el parto
Ante la sospecha de negligencia médica en el parto, el primer paso que se debe dar es contactar con un abogado especialista en negligencias médicas que estudie el asunto detalladamente y, consecuentemente, la viabilidad de la reclamación por los daños y perjuicios causados.
Es de gran importancia prestar atención a los plazos pues, cualquier reclamación por negligencia médica, está sujeta a unos plazos muy breves. Debido a su importancia, le hemos dedicado un artículo en particular, que puedes visitar aquí.
Asimismo, es de interés reunir toda la documentación clínica posible para que el estudio sea más exhaustivo.
Autor: Valeria Porras Andrade