Kyoto es famoso por sus templos antiguos y jardines exquisitos, pero durante el otoño, la ciudad se transforma en un mar de colores otoñales. Los arces japoneses pintan la ciudad con tonos rojos, naranjas y amarillos. Lugares como el Templo Tofukuji y el Bosque de Bambú de Arashiyama son imprescindibles para cualquier visitante.

La región de New England, en el noreste de Estados Unidos, es sinónimo de otoño. Los estados de Vermont, New Hampshire y Maine ofrecen algunos de los paisajes otoñales más icónicos del país. Los bosques de la región se tiñen de una increíble gama de colores. Además, el clima es perfecto para actividades al aire libre como senderismo, paseos en bicicleta y recolección de manzanas.

El otoño es una época maravillosa para visitar Baviera, en el sur de Alemania. Los Alpes bávaros y los castillos de cuento de hadas, como el Castillo de Neuschwanstein, se ven aún más encantadores rodeados de los colores otoñales. Además, el Oktoberfest, la famosa fiesta de la cerveza, se celebra en Múnich durante esta estación, ofreciendo la oportunidad de disfrutar de la cultura alemana en su forma más festiva.

La Toscana es una región que brilla en cualquier estación, pero en otoño adquiere un encanto especial. Con la vendimia en pleno apogeo, es el momento perfecto para visitar sus viñedos y participar en catas de vino. Las colinas toscanas se cubren de colores cálidos, y ciudades como Florencia y Siena ofrecen una rica historia y arquitectura. Además, el clima suave permite disfrutar de largas caminatas y de la deliciosa gastronomía italiana al aire libre.

La provincia de Quebec, en Canadá, es otro destino ideal para admirar los colores del otoño. Parques como el Mont-Tremblant y el Parque Nacional de la Jacques-Cartier ofrecen vistas espectaculares de los bosques multicolores. La ciudad de Quebec, con su encantador casco antiguo, se vuelve aún más pintoresca con el telón de fondo de las hojas otoñales.