Un cliente de Unive Abogados ha conseguido liberarse de una deuda superior a 38.000 euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, tras la resolución dictada por el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Granada. Este caso, gestionado con éxito por el equipo de expertos en derecho concursal del despacho, resalta la eficacia de este mecanismo jurídico para personas en situación de insolvencia.
La deuda acumulada, que ascendía a más de 38.700 euros, era consecuencia de una serie de circunstancias personales y económicas adversas. El cliente sufrió un deterioro significativo en su estabilidad financiera a raíz de la pandemia de COVID-19, un evento que afectó drásticamente tanto a su vida personal como laboral. Durante los primeros meses de la crisis sanitaria, su pareja perdió su fuente de ingresos debido al cierre obligatorio de establecimientos, lo que le obligó a asumir en solitario las cargas económicas familiares. Esta situación se agravó con su inclusión en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), reduciendo aún más sus ingresos.
Con la intención de cubrir los gastos diarios y garantizar el bienestar de su familia, el cliente recurrió a varios créditos personales. Sin embargo, un cúmulo de eventos, incluyendo la ruptura de su relación sentimental y la necesidad de reducir su jornada laboral para adaptarse a un régimen de custodia compartida, lo llevó a una situación de sobreendeudamiento que no pudo revertir.
La resolución dictada por el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Granada demuestra el compromiso de la legislación concursal española para garantizar una solución justa y equilibrada ante situaciones de insolvencia. En este caso concreto, el juez valoró la insuficiencia de la masa activa para cubrir las deudas del cliente, quien cumplía con los requisitos de buena fe exigidos por el artículo 486 del Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC).
Además, se verificó que el cliente no incurrió en ninguno de los supuestos de exclusión establecidos en el artículo 487 del TRLC, como sanciones tributarias muy graves o deudas derivadas de responsabilidad penal. Por otro lado, los acreedores, en su mayoría entidades financieras, no se opusieron a la solicitud, lo que permitió agilizar el procedimiento y alcanzar una resolución favorable en un plazo reducido.
La exoneración, según lo dispuesto en el artículo 502 del TRLC, libera al cliente de todas las deudas incluidas en el pasivo insatisfecho, permitiéndole retomar el control de su vida financiera. Este beneficio no solo representa un alivio económico para el deudor, sino que también refleja el espíritu de la Ley de Segunda Oportunidad: ofrecer un nuevo comienzo a personas honestas que, debido a circunstancias extraordinarias, han caído en una situación de insolvencia insostenible.
Según explica Nuria Martínez, letrada encargada del caso de Unive Abogados Granada, "este caso ejemplifica cómo la Ley de Segunda Oportunidad puede cambiar vidas. Más allá de ofrecer un alivio financiero inmediato, esta herramienta permite a las personas recuperar la estabilidad y la confianza necesarias para mirar al futuro con optimismo. Para aquellos que, pese a enfrentar circunstancias económicas adversas, cumplen con los requisitos legales, la exoneración no solo aligera el peso de las deudas, sino que abre la puerta a nuevas oportunidades personales y profesionales."
Unive Abogados, que cuenta con una dilatada experiencia en derecho concursal, reafirma su compromiso en la defensa de los derechos de las personas sobreendeudadas. "Nuestra misión es demostrar que existe una solución para aquellos que creen que su situación financiera no tiene salida. Este mecanismo no solo está al alcance de empresarios, sino también de particulares que cumplen con los requisitos legales", concluyen.
Este logro subraya la importancia de contar con asesoramiento profesional para afrontar situaciones de insolvencia. La Ley de Segunda Oportunidad, aunque técnicamente compleja, se consolida como una herramienta accesible y eficaz para aquellos que desean superar un episodio de crisis financiera.