Hace veinte años se firmó el primer acuerdo de resolución extrajudicial de conflictos entre empresas y sindicatos. Dos años después se creaba Fundación SIMA, como lugar donde estas entidades resolverían sus conflictos de esta manera desde la propia voluntad de las partes: “La adhesión de las empresas se fue generando desde los convenios colectivos con cláusulas para adherirse al ASAC. En el 2012 ya están el 80 por cien de los sectores adheridos, con lo que la presencia de las empresas en nuestra entidad iba siendo habitual”, explica Martín Borrego, director general de la entidad desde hace siete años.
De los 98 procedimientos del primer año se han pasado a más de cuatrocientos expedientes durante el pasado 2015, “el incremento se ha producido en la última década; en el período 2006-2010 tramitamos 248 expedientes de media. Y ahora superamos los 387 de media, lo que supone un 56 por cien de incremento entre ambos periodos”, subraya nuestro interlocutor. Desde su punto de vista, el incremento de estos datos viene dado porque las empresas tienen más confianza en este tipo de conflictos, siempre desjudicializados con lo cual en varias sesiones se puede resolver el conflicto con un coste cero para las partes”. Este Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje cada vez es más reclamado por grandes empresas “gracias al trabajo de nuestros mediadores las empresas salen satisfechas del trabajo realizado, al final el boca a boca es importante para que este servicio crezca”, apunta.
Crecen los expedientes de mediación
En un contexto aún de crecimiento de la mediación como fenómeno en nuestro país, Fundación SIMA demuestra que el trabajo bien hecho y especializado en esta actividad extrajudicial puede encajar y hacerse un hueco en las relaciones laborales de nuestro país : ”En un contexto de negociación colectiva, las partes quieren tener control sobre la propia negociación desde la mediación, práctica que en un 98 por cien reclaman las partes que acuden a vernos”, subraya Borrego. Del arbitraje aún está más verde, aunque los más de sesenta procedimientos están ahí y ninguno ha sido observado, pero aún esta práctica necesita de más difusión y concienciación en este entorno. “Lo tenemos en nuestro Plan Estratégico para el bienio 2014-6, trabajar más en la difusión del arbitraje, cuestión que en los acuerdos está incluida via cláusula, ahora solo hace falta que las empresas lo utilicen”
Martín Borrego se muestra satisfecho cuando analizamos la memoria de este año 2015, donde han vuelto a crecer los expedientes en mediación. “Seguimos trabajando en la formación de los mediadores, su posición activa es fundamental para que se resuelvan muchos asuntos, cuestión que las partes agradecen que se llegue a ese acuerdo que favorece a todos los implicados”. Sobre el procedimiento de mediación y su duración nos indica que hay que distinguir la duración máxima de tramitación del expediente “en un caso de convocatoria de huelga se incluyó en el ASAC que los sindicatos antes de esa convocatoria tenían que venir aquí para buscar una solución al conflicto. Nuestro compromiso es que se resuelve entre las 72 horas siguientes. En el resto de procedimientos, el plazo de tramitación es de diez días hábiles. Nuestra respuesta es rápida para responder a las demandas de las empresas que acuden a vernos”, resalta. Y es que una vez que se fije la fecha de mediación, Fundación SIMA es flexible de cara a buscar ese acuerdo con reuniones que no tienen un tiempo fijo estimado.
El ámbito de actuación de Fundación SIMA es el colectivo, donde hay muchos derechos individuales. Durante el 2015 las personas afectadas por expedientes abiertos superaron los tres millones doscientos mil y se incrementó la actividad en un 9 por cien sobre el 2014. “Su efectividad queda claro en los conflictos colectivos donde interactúan los sindicatos, representantes de los trabajadores con las empresas. Hablamos de asuntos que trascienden de una CCAA y muy centrados en la negociación. “, resalta nuestro entrevistado. Le recordamos las palabras de Maria Emilia Casas, expresidente del TC en una jornada de Arbitraje y relaciones laborales que tuvo lugar en la Universidad Complutense y donde dicha jurista destacó la necesidad de acudir a la mediación sobre todos sabiendo la gran complejidad de las relaciones laborales y de los conflictos colectivos “Vivimos en un mundo de cambios, donde el concepto de producción o la llegada de la tecnología ha sido importante en este entorno laboral. Esto hace que desde la conflictividad se busquen acuerdos más centrados en el equilibrio y el pacto. En nuestras reuniones las partes expresan claramente cuál es su postura en la negociación de tal manera que los mediadores pueden identificar puntos de acuerdos entre ambas posturas”, destaca.
Ayudamos a descargar los juzgados
En este contexto, es evidente que para resolver este tipo de asuntos es necesario mediadores que conozcan las técnicas de negociación y también la problemática de la que se está hablando en ese asunto. “Nuestros mediadores son proactivos, acercan posturas y buscan la empatía entre las partes. En muchas ocasiones, ese buen hacer del mediador está la resolución del conflicto en cuestión porque las partes van cediendo en el asunto”. Frente a cuestiones relacionadas con el salario, las condiciones de trabajo “quizás los asuntos más difíciles de resolver están en los llamados procesos de reestructuración en relación a los expedientes de regulación de empleo, modificación de condiciones laborales o traslados colectivos. Son medidas que presentan empresas con dificultades donde hay que equilibrar ciertos temas como el empleo y otras variables a tener en cuenta”, destaca. Otro dato importante es que el porcentaje de acuerdo que se consigue en Fundación SIMA es del 96 por ciento, elemento que genera un clima de diálogo entre las partes. “Ayudamos a descargar los juzgados, aunque también llevamos asuntos no judiciales como los bloqueos de negociación o la convocatoria previa a la huelga”; indica.
Los conflictos que acaban en Fundación SIMA afectan a más de 72 sectores de la actividad económica, eso implica que junto a la empresa que acude por vez primera a pedir ayuda de sus profesionales, hay otras ya habituales por los buenos resultados logrados en otros conflictos solucionados. “Puedo decir con orgullo que las empresas que acuden aquí no tienen la sensación de perder el tiempo, al contrario, encuentran siempre soluciones a problemas que tenían. Salvo 2013 que fue un año especial con 523 expedientes, nos hemos situado en los 400 asuntos cada año, lo que supone mantener la actividad que ya tenemos”; indica Martin Borrego. Según la Memoria del pasado año, actividades como la de contact center o servicios financieros han sido de la actividad que más han recurrido a los mediadores del SIMA. “La estimación que hemos hecho del coste que supone acudir a SIMA en relación al órgano judicial que sería la Audiencia Nacional es contundente: hay un ahorro de 500.00 euros, para administración de justicia sin valorar el coste para las empresas y trabajadores. “A nivel de tiempo, las veinte horas de las reuniones del SIMA hay que confrontarlas con el tiempo en la Audiencia Nacional, donde puede haber recurso.
Desde Fundación SIMA se hace un estudio de lo que pasa anualmente y que efectos genera la actividad de esta entidad, una institución que trabaja con mucha flexibilidad para lograr que las partes que acuden a consulta encuentren el acuerdo adecuado: ”Los acuerdos a nivel sectorial se cumplen en un 100 por cien. En procedimientos que acaban sin acuerdo, Solo el 28 por cien de los conflictos que llegan a esta entidad acaban con una sentencia judicial. Otro 50 por ciento se resuelven antes de su finalización y otro veinte por ciento se resuelven tras el acto de mediación. Creo que con estos datos queda claro que logramos hacer el papel que se nos encomendó, crear espacios entre las partes desde la mediación desde el acuerdo y el diálogo.” Su actividad ha ido creciendo en estos años, Fundación ha asumido el trámite previo de la Dirección General de Empleo donde ya se gestiona cerca del 92 por cien de los temas. Incluso en la reforma laboral del 2012 se incluyó a esta entidad como trámite previo obligatorio en los procedimientos de inaplicación de convenio. “Y es que la ley va remitiendo a estos sistemas la solución de las controversias en el ámbito laboral” indica Martin Borrego. Sobre el futuro, espera aún mejorar más el servicio que dan los mediadores e impulsar el arbitraje, ahora casi residual frente a la actividad mediadora de esta entidad. “Aunque se ha estudiado implantar sistemas online de resolución, en la práctica advertimos que la propia naturaleza de los conflictos, enmarcados en las relaciones laborales, es más proclive al contacto directo del mediador con las partes”
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