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Madrid, 11 nov (EFE).- Un informe de la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) propone aplicar la ley de paridad al conjunto de las cuatro presidencias de Sala del Tribunal Supremo, de manera que resulten elegidos dos hombres y dos mujeres, lo que podría favorecer a las magistradas Ana Ferrer y Pilar Teso.

Este martes la Comisión de Calificación, encargada de los nombramientos, estudia un "informe de la Comisión de Igualdad relativo a la interpretación y aplicación del criterio de la paridad introducido por la Ley de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, en las plazas de las presidencias de la Sala Primera, Segunda, Tercera y Cuarta del Tribunal Supremo".

Fuentes jurídicas informan a EFE de que el informe, realizado por dos vocales de la Comisión de Igualdad, propone que la ley de paridad tiene que aplicarse conjuntamente a las cuatro presidencias de Sala del alto tribunal, por lo que deberían ser dos para hombres y dos para mujeres para cumplir con la regla del 60-40.

Ahora bien, este estudio no guarda relación con el informe del Gabinete Técnico que fue encargado por la presidenta Isabel Perelló, sobre cómo se debe cumplir con la regla de paridad en los nombramientos de la cúpula judicial, que aun está pendiente.

Las fuentes destacan la situación tan particular de algunas salas del alto tribunal porque, por ejemplo, en la Sala Primera solo hay una mujer de siete magistrados (que no se presenta al puesto); en la Sala Segunda hay tres de 15, en la Sala Tercera cuatro de 21; y en la Sala Cuarta dos de siete.

Este escenario podría beneficiar las candidaturas de las magistradas progresistas Ana Ferrer y Pilar Teso para las presidencias de las salas Penal y Contencioso Administrativo, respectivamente, además de ser las favoritas del bloque progresista.

De manera que siguiendo esta tendencia las presidencias de las salas Civil y Social recaerían en mano de los conservadores.

En su contra estaría que ambas fueron rechazadas por el bloque conservador, cuando aspiraron a presidir el órgano de gobierno de los jueces a instancias de los progresistas, por lo que sus nombres pueden generar el mismo rechazo entre los conservadores, esta vez para presidir las dos salas más determinantes del alto tribunal.

Pero también podrían perder apoyos - al menos una de las dos- si prospera la candidatura de Concepción Ureste para acceder a la presidencia de la Sala de lo Social.

Manuel Marchena concluye su segundo mandato el próximo 5 de diciembre al frente de la Sala de lo Penal -no puede optar a la reelección- y la presidencia de la Sala de lo Contencioso está vacante desde que Cesar Tolosa fue nombrado magistrado del Constitucional. En funciones, ejerce el magistrado Pablo Lucas. 




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