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Madrid, 13 dic (EFE).- Las acusaciones de Junts de este martes en el Congreso tildando de "indecentes" a varios jueces del Supremo y pidiendo que sean "juzgados" han causado un terremoto en la cúpula judicial que advierte de medidas ante un ataque "sin precedentes", que no hace sino aumentar la tensión con el Gobierno.

Lo que apuntaba a ser una mañana institucional con una reunión prevista entre el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha saltado por los aires tras las críticas de Junts, que han provocado un "enorme malestar", indican a EFE fuentes del alto tribunal y del Consejo General del Poder Judicial.

El origen está en las palabras de la portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras, durante el debate para la creación de una comisión de investigación sobre la llamada Operación Cataluña, pactada entre PSOE y Junts, la presunta trama parapolicial urdida durante el Gobierno del PP para atacar al independentismo.

Nogueras efectuó una serie de acusaciones contra jueces del Supremo y citó a Manuel Marchena, Pablo Llarena y Carmen Lamela, aunque también al expresidente de ese tribunal y del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes o a la magistrada del Tribunal Constitucional Concepción Espejel, a quienes tildó de "indecentes" y dijo que estas personas deberían ser "cesadas y juzgadas".

Así, el miércoles ha comenzado con el plantón del presidente del Supremo que ha suspendido in extremis su reunión con Bolaños, "por razones sobrevenidas", sin dar más detalles, aunque de fondo late lo ocurrido este martes en las cámaras.

Porque mientras Bolaños negaba en el Senado que las sentencias impuestas a independentistas catalanes por el procés fueran casos de "lawfare", en el Congreso Junts pedía juzgar a varios magistrados, a los que señaló con nombre y apellidos.

Ante este panorama, Marín ha asegurado en un comunicado que "el ataque personal" de Nogueras a jueces del Supremo "carece de precedentes" y "no se corresponde con los requisitos mínimos de la separación de poderes en un Estado de derecho".

Mientras, el presidente del CGPJ, Vicente Guilarte, ha tildado de "inadmisible" los ataques de Nogueras a los jueces, por lo que ha avanzado que se adoptarán "las medidas necesarias previstas por el ordenamiento jurídico para proteger su independencia".

Fuentes jurídicas precisan que esas medidas pasan por el amparo a los jueces y la remisión a Fiscalía en caso de apariencia de delito.

"El señalamiento -y la finalidad que de él se desprende- de varios magistrados del Supremo resulta inadmisible en un Estado de derecho uno de cuyos principios fundamentales es la separación de poderes", ha señalado Guilarte, que ha trasladado su apoyo a la carrera judicial antes "estos ataques en defensa de la labor jurisdiccional".

Tras el plantón de Marín y las advertencias desde la cúpula judicial, Bolaños ha llamado a Marín y han acordado verse el próximo martes 19 no sin trasladarle lo que dijo ayer en el Senado, que va "a trabajar por el prestigio de los jueces y magistrados en este país ante cualquier ataque, venga de donde venga".

En ese contexto, desde Justicia aseguran que los jueces pueden contar con el ministro para defenderles de cualquier descalificación y cuestionamiento de su prestigio y para garantizarles que puedan impartir justicia con independencia, en el marco de la Constitución, el Estado de derecho y la separación de poderes.




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