Prologado por la añorada Soledad Cazorla, Fiscal de Sala de Violencia contra la Mujer, se presentó en el ICAM la obra “Género y Violencia” escrita desde la doble perspectiva de la mujer jurista e investigadora. Un libro para conocer de forma objetiva lo que fueron estos diez primeros años de Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Una norma que a juicio de todos los expertos ha marcado un antes y un después desde su puesta en marcha.
“Se ha trabajado bien en el aspecto punitivo y de represión de este tipo de delitos aunque quedan temas pendientes en la Ley por desarrollar, tanto a nivel educativo, de medios de comunicación y publicidad como desde el punto de vista sanitario”, coincidieron las autoras, quienes advirtieron la falta de medios, producto de los años de crisis que se viven, y como realmente los juzgados especializados de violencia sobre la mujer no son tales, sino también se ocupan de asuntos civiles y de familia. Curiosamente en Europa, la puesta en marcha de la Orden Europea de Protección, idea para proteger a una víctima que cambie de país dentro de la UE, genera muchos problemas por los diferentes ordenamientos que existen en países como España y Reino Unido, con el resto. “La falta de profesionales de la justicia, funcionarios, fiscales y magistrados en todas las instancias formados en temas de violencia de género es notable”; apunta Susana Gisbert.
Cuando interviene el juzgado está claro que el sistema ha fracasado
De aquella conferencia que ambas juristas impartieron en el Consell de Cultura Valenciano hace unos meses surgió la simiente de este libro. Una obra escrita por dos profesionales, cada una con una formación diferente pero que conocen el problema de la violencia de género de forma profunda “cuando interviene el juzgado está claro que el sistema ha fracasado”, comentan. “Se ha hablado mucho de la reforma de la Ley 1/2004 pero lo que realmente hay que hacer es desarrollarla de forma íntegra. Se empezó por la respuesta penal que ha sido acertada pero quedan aspectos claves a nivel educativo, de medios informativos y sanitario por impulsar”, indicó Elena Martín en su turno de palabra. A su juicio, es fundamental trabajar en la prevención desde la formación a los más jóvenes en igualdad y en que conozcan lo que es esta lacra de la violencia de género “Ese desconocimiento hace que muchos de ellos con la mayoría de edad penal incurran en comportamientos delictivos hacia sus parejas”, subrayó.
Para esta investigadora, también es fundamental cierto compromiso en los medios informativos en una autorregulación real para evitar el amarillismo en determinadas noticias. Y es que en medios tan potentes como la radio y la televisión es fundamental un tratamiento adecuado sobre estos temas. “De momento el tema está pendiente, al igual que a nivel sanitario, todavía los partes de lesiones que se reciben, según datos del CGPJ son sólo del 11 por ciento de las mujeres que acuden a ellos. Aquí también hay que trabajar la formación del personal sanitario para que sepan identificar el problema y tratar de forma adecuada a la víctima cuando llega al centro sanitario”. Martin, estudiosa del derecho comparado, señaló la buena noticia de la existencia de la Orden de Protección Europea en la UE aunque aclaró que las dificultades de su implantación práctica son notables.
Se necesitan especialistas
Por su parte, Susana Gisbert, Fiscal de Violencia contra la mujer en la fiscalía provincial de Valencia, explicó desde su punto de vista el origen de este libro, en un entorno marcado por las muertes a manos de sus parejas de muchas mujeres en estos últimos años. “Con este libro, lo que hemos querido es analizar lo que se ha hecho en esta década última y como, hay una falta notable de profesionales de la justicia especializados en esta materia. Es fundamental formar a funcionarios, fiscales y jueces para que conozcan la problemática. Curiosamente a medida que se sube de instancia judicial, el conocimiento de estos temas es cada vez menor”; apuntó. También aludió a la falta de juzgados especializados sobre la mujer “la mayor parte trabajan al mismo tiempo cuestiones de familia y civil, y salvo los de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia que sí lo están, el resto no están operativos en fin de semana.
Nuestra interlocutora coincidió con Elena Martin en que la Ley 1/2004 no hay que modificarla y si desarrollarla en toda su amplitud. “Hay un artículo de esta ley que permite a la víctima no declarar, lo que está generando muchas sentencias absolutorias y que estas mujeres maltratadas vuelvan con su agresor. “Para esta jurista es paradójico las reformas de este último año que ha puesto en marcha el Ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá “ha habido reformas de todo tipo y curiosamente este asunto, que es grave y del que pueden depender la vida de muchas mujeres no se haya tocado. Sin ese cambio legislativo se producen convivencias indeseables que al final generan muchos conflictos”; advirtió. Gisbert, portavoz ante los medios en la Fiscalia Provincial de Valencia, volvió a reclamar prudencia a los periodistas en el tratamiento de estas noticias y precisó la necesidad de luchar contra cierta publicidad sexista que degrada la imagen de la mujer. “pese a las denuncias y los casos abiertos pocas condenas ha habido aún en nuestro país”, apuntó.
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