Los siguientes testimonios no son casos aislados y están basados en situaciones reales ocurridas en España en los últimos años: "Le dejó a su ex novia el cadáver de su gato en el capó del coche como regalo de San Valentín"; "Cada vez que me negaba a sus abusos sexuales pegaba a mis perros"; "Mientras lanzaba al animal por la ventana del cuarto piso le decía: 'ahí va tu puto perro'”.
Matar o lastimar a los animales de compañía o amenazar con hacerlo para coaccionar o controlar a víctimas de violencia doméstica y de género son, según la literatura científica, actos habituales de agresores en contextos de relaciones abusivas. Por ese motivo, los códigos penales de muchos países y regiones como Escocia, Australia, Canadá o Estados Unidos ya recogen el maltrato animal cometido para intimidar o controlar a personas como una forma de delito violento contra ellas.
En España, CoPPA ha trasladado al Ministerio de Justicia diversas propuestas en ese sentido para la modificación del Código Penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La entidad continúa así con el trabajo iniciado con la última reforma del Código Penal en 2015, para la que presentó propuestas, entre otras, relacionadas con la exposición de menores al maltrato animal o con la peligrosidad social del abuso sexual de animales, que ya se encuentran incorporadas en dicho código.
Guías para la judicatura
Además de ser considerada en las leyes, la relación entre el maltrato a los animales y la violencia interpersonal también ha empezado a ser contemplada en las guías de orientación para jueces -los llamados benchbooks-, sobre todo en relación con la violencia doméstica y de género.
El uso del maltrato animal para intimidar a personas en situación de vulnerabilidad, especialmente mujeres y menores, ha sido constatado como una forma común de violencia psicológica, además de posible indicador de una especial peligrosidad del agresor. Por ello, cada vez son más las guías sobre violencia doméstica o de género que dedican apartados, e incluso capítulos enteros, a las posibles agresiones que el investigado puede realizar contra los animales (como forma de controlar a sus víctimas) y que incluyen pautas para ayudar a jueces y juezas a estimar los riesgos y adoptar medidas que garanticen la seguridad y protección de las mismas.
Con el fin de visibilizar estos avances, CoPPA ha realizado un informe en el que recoge ejemplos de estas guías que demuestran la importancia de tomar en consideración, también en el ámbito judicial, el vínculo existente entre la violencia interpersonal y el maltrato a los animales.
Una de las guías mencionadas en el informe es ‘Violencia doméstica: Guía de orientación para la Judicatura de Florida’, publicada en 2020 y que dedica todo un capítulo a exponer las implicaciones que el maltrato a animales tiene en los procedimientos judiciales de violencia doméstica. Otro ejemplo es la 'Guía nacional de procedimiento judicial sobre violencia doméstica y en la familia', de Australia, que contiene también un apartado específico a esta cuestión, y explica cómo un agresor puede servirse del maltrato animal, del abuso sexual de animales y de las amenazas de hacer daño a mascotas para intimidar, silenciar y controlar a las víctimas humanas.
Proteger a los animales para proteger a menores
Todas estas guías abordan también la problemática específica de niñas y niños, víctimas especialmente vulnerables en estos contextos familiares violentos. “Las órdenes que protegen a los animales de compañía pueden proporcionar gran consuelo a los niños, al tiempo que mejoran no solo la seguridad del animal sino también la de los miembros de la familia, al evitar el regreso a hogares violentos” recoge CoPPA en su informe. Así, en Canadá, la edición de 2020 del benchbook 'Respuestas a la violencia doméstica en el Derecho de Familia y casos de protección civil y protección infantil' incide en la importancia de incluir a los animales en la protección de las víctimas de violencia doméstica.
Historial veterinario y lesiones a animales
En lo que se refiere a la identificación de pruebas y evidencias sobre violencia en el ámbito doméstico, la guía para la judicatura de Canadá también orienta la atención de los jueces hacia documentos como fotografías e imágenes de lesiones causadas a animales o a su historial veterinario. El benchbook canadiense recuerda la necesidad de realizar preguntas relacionadas con nuevas formas de violencia doméstica, como las asociadas al maltrato de mascotas y otros animales.
Propuesta en España
Profesionales de CoPPA procedentes del ámbito de la psiquiatría, la psicología y la abogacía, con especial implicación en la defensa de víctimas de violencia doméstica y de género, así como miembros de la carrera judicial y personal de centros de atención a mujeres que han sido consultados, se muestran de acuerdo en que “es muy necesario que en España existan también guías de este tipo, que incluyan orientaciones y pautas de actuación judicial ante casos de violencia doméstica y de género en los que el maltrato animal se usa para victimizar a personas”.
Por ello, este colectivo ha presentado una propuesta al Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, en la que se pide a este organismo que en las actuales guías de actuación ante la violencia de género y doméstica se incluyan también orientaciones sobre los factores de riesgo asociados a la relación de las víctimas y los animales con los que conviven y sobre las medidas de protección a adoptar.
Desde la entidad lo tienen claro: para proteger mejor a todas las víctimas es esencial que los textos legislativos y la práctica procesal tengan en cuenta estas consideraciones y se contemple el maltrato animal como una forma de violencia también hacia las personas. "No hacerlo supondrá dejar desprotegidas a las víctimas humanas, así como a los animales", concluyen desde CoPPA.
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