Las cifras de este primer año las acaba de dar el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en una comparecencia a petición propia ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados para presentar el proyecto Justicia 2030 con el que se busca precisamente modernizar la administración de Justicia.
“Hoy los usuarios tienen a su disposición más y mejores herramientas de comunicación que permiten la celebración de reuniones virtuales, evitando desplazamientos innecesarios. Se han habilitado hasta ahora 6560 salas de videoconferencia móvil y se han realizado más de 300.000 comparecencias virtuales: un ahorro de tiempo y de recursos extraordinario”, afirmó Campo.
El primer juicio que se realizó telemáticamente tuvo lugar el 11 de mayo de 2020, poco después de la aprobación del Real Decreto-ley 16/2020 del 28 de abril, de medidas procesales y organizativas para agilizar la administración de Justicia, entre ellas permitir la celebración de juicios telemáticos.
La abogada Beatriz Gil, la primera que participó en uno en Barcelona el año pasado, aclara que “son en realidad vistas semitelemáticas ya que no se desarrollan en un entorno virtual sino que la vista se celebra en Sala donde está su señoría. A partir de ahí, los abogados, partes o testigos, podrán intervenir online en función de cada caso. Durante este año han sido muchas las actuaciones o intervenciones digitales, es decir asistencia a declaraciones o incluso actos de juicio con conexión a las plataformas virtuales de justicia”.
Otro Real Decreto en septiembre profundizó en el mismo sentido, estableciendo la preferencia hasta 20 de junio de 2021 por las vistas telemáticas siempre que se cuente con medios para ello. Los medios tecnológicos, y la preparación para hacer uso de ellos, son precisamente el principal problema para una mayor generalización de la Justicia digital, cuya implantación varía mucho de un juzgado a otro, como relatan numerosos abogados.
“Juzgados y administraciones tienen un retraso en los medios telemáticos, el problema viene muchas veces por intentar tener sistemas propios de los juzgados y no querer usar aplicaciones que funcionan bien como Zoom o Google Meet”, cuenta Ignacio Palomar Ruiz, director de Servilegal Abogados a quien la semana pasada le suspendieron una declaración porque no se pudo conectar con el juzgado.
“La tecnología existe y la adaptación pendiente es más la psicológica, la de vencer la barrera de seguir haciendo las cosas como siempre”, cuenta Beatriz Gil.
¿Y en qué jurisdicciones son viables los juicios telemáticos? Para Beatriz Gil, “una audiencia previa civil se puede hacer por zoom sin ninguna merma de derechos; sin embargo, en un juicio penal se ha de valorar con más cautela el derecho de defensa y la inmediatez y percepción directa del Tribunal”.
En este sentido, el presidente del TSJ de La Rioja, Javier Marca, señaló la semana pasada en la jornada Los juicios penales en formato online que “un juicio penal sin tribunal presencial es inadmisible jurídicamente. Los miembros del tribunal tienen que estar presentes ya que el ciudadano tiene derecho a ser juzgado por sus iguales, no por una imagen holográfica”.
Pero en cualquier caso, es un hecho que la digitalización ha agilizado los procedimientos judiciales y parece que ha llegado para quedarse. Como afirma Beatriz Gil, “seria una pena no aprovechar la experiencia de este último año y dar un paso atrás. Por eso hay que hacer las reformas legales pertinentes”.
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