Madrid, 20 nov (EFE).- Diversas asociaciones de jueces han destacado entre los retos del nuevo ministro de Justicia, Félix Bolaños, garantizar su independencia, avanzar en reformas legales pendientes e impulsar la urgente renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que en diciembre doblará su mandato legal de cinco años.
En una declaración remitida a los medios, el portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), Sergio Oliva, ha señalado que se pone a disposición de Bolaños "para trabajar en la mejora de la Administración de Justicia".
Félix Bolaños asume Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez conocido este lunes.
Al respecto Sergio Oliva comenta que "su conexión con Presidencia puede ser un síntoma positivo para entender la necesidad de que hay que dar respuestas rápidas a los acuerdos que se puedan alcanzar en el departamento de Justicia".
No obstante añade que "esa mezcla con Presidencia puede restar importancia a la cartera de Justicia con los déficits de los que esta adolece".
También destaca los retos de "cumplimiento de todos los puntos del acuerdo de la mesa de retribuciones y avanzar en la separación de poderes y sobre todo en la independencia judicial, garantizada fundamentalmente por la reforma legal para que los jueces puedan elegir a los doce vocales de origen judicial como recomienda Europa".
Al respecto el presidente de Foro Judicial Independiente, Fernando Portillo, en declaraciones a EFE, ha echado de menos que el nuevo ministro sea un miembro de la carrera judicial que conozca desde dentro a los juzgados y tribunales.
"Los jueces sí tienen conocimiento del funcionamiento de la justicia lo que no ocurre con un perfil político como el de Bolaños por lo que será muy importante que quien sea nombrado secretario de Estado de Justicia tenga un perfil técnico", ha estimado.
Y también echa de menos "que el Gobierno no dé a Justicia la importancia suficiente como para que merezca un Ministerio propio".
Por su parte, la portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia, Ascensión Martín, cree que "el nombramiento resulta esperanzador" y ha mostrado su confianza en que favorezca el impulso de leyes que están pendientes, sobre todo la de eficiencia procesal "para mejorar el servicio público de la Administración de Justicia".
Y ha subrayado como "reto importante y prioritario que debe asumir el nuevo ministro la renovación del CGPJ", que en diciembre llevará ya cinco años en funciones por la falta de acuerdo entre los dos partidos mayoritarios en el Parlamento, PSOE y PP.
Desde el CGPJ, cuyo mandato lleva cinco años caducado, la designación de Bolaños ha sido bien acogida por los vocales progresistas que entienden que su nombramiento responde a una intención de crear un gabinete de fuerte signo político con una persona que, además, siempre ha estado detrás de las negociaciones fallidas para renovar el Consejo.
Con todo, son escépticos de que su llegada a Justicia impulse las negociaciones porque tienen claro que el PP no está por a labor de negociar nada con el PSOE tras la ley de amnistía.
Su perfil político no es ajeno tampoco entre el sector conservador, mayoritario en el órgano de gobierno de los jueces, porque le ven como uno de los arquitectos de la amnistía, de la que tan en contra se han posicionado, y un hombre del partido y cercano a Sánchez. Además, sorprende la unificación de Presidencia con Justicia, por las dudas que genera en cuanto a sus prioridades.
El sindicato CSIF señala en un mensaje en la red social X (antes Twitter): "Lo primero que le exigiremos es retomar la negociación salarial. 45.000 trabajadores esperan una subida digna en línea con la aprobada para letrados de la Administración de Justicia -los antes llamados secretarios judiciales-, así como reconocimiento, redistribución y clarificación de funciones.
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