Profesionales liberales como es la abogacía tienen su encanto; poder defender los derechos de los ciudadanos pero, al mismo tiempo, un nivel de exigencia importante. Se trata de estudiar, formarse y estar al día cuando ese joven letrado mete cabeza en un despacho. Más de 60.000 jóvenes abogados menores de 35 años hay en España. Muchos de ellos han encontrado en el AJA de su Colegio de Abogados el apoyo para introducirse en el mercado laboral.
FEIURIS, el evento que organiza ICAM este próximo 14 de abril va a ser un buen escaparate para que estos futuros abogados conozcan mejor a los despachos y los perfiles que buscan. Aja Madrid y CEAJ van a disponer de un stand propio y personal propio para orientar durante todo ese día a esos compañeros que acaban de llegar a la profesión qué tienen que hacer para no verse superados por los que vienen detrás. “Hacerse imprescindible; preparar los recursos sin dilación y faltas de ortografía y demostrar una buena actitud en tu trabajo, siempre proactiva, ayuda a que puedas seguir en el bufete”; apunta Juan Gonzalo Ospina, presidente de Aja Madrid.
Nos enseñan leyes, pocas veces Derecho y nunca a ser abogado
Los problemas de nuestro sistema educativo se agudizan en nuestras Universidades. Pocas disponen de los Planes de Estudios adecuados a que esos jóvenes se integren con posterioridad en el mercado laboral. En el caso de la enseñanza del Derecho, hemos hablado con algunos responsables de selección de despachos y observan con sorpresa cómo siguen sin estar suficientemente preparados. “Ni los cambios que se han hecho en nuestros Planes de Estudio han generado que los jóvenes abogados salgamos bien preparados. Nos enseñan leyes, pocas veces Derecho y nunca a ser abogado. Hay que darse cuenta que esta profesión es muy práctica basada en la oralidad que no existe en las Universidades. Tampoco te orientan a como captar un cliente o fidelizarlo”; comenta el presidente de Aja Madrid.
En este contexto, el papel de las AJAS que existen en toda España, adscrita a los diferentes Colegios de Abogados y la propia CEAJ, Confederación de Abogados jóvenes, pretende servir también de ayuda en los primeros momentos laborales de estos nuevos letrados. Hay 60 Agrupaciones en toda España entre Ajas y Federaciones. “Lo vemos todas las semanas, futuros compañeros que vienen a vernos. Cuando acaban el grado y hacen el Master y la prueba final, salen bastante perdidos. No saben a dónde ir o a quién acudir para desarrollar su futuro profesional”; indica nuestro interlocutor. Precisamente la puesta en marcha de FEIURIS, evento que tendrá lugar en los próximos días en la capital de España, pretende ser ese oasis en medio del desierto para que abogados jóvenes o estudiantes de los últimos años conozcan cuál es la oferta laboral real que demandan los despachos. El paro entre los jóvenes abogados es importante aunque nadie es capaz de dar una cifra realista de su importancia actual.
Desde Aja Madrid se valora mucho el esfuerzo que ha hecho la Junta de Gobierno del ICAM por poner en marcha este evento, que unirá a oferta y demanda en un mismo lugar. También aquellos que quieran podrán conocer los elementos clave para poner en marcha de forma personal su despacho de abogados: “Está muy bien el programa de conferencias porque abordan todos los elementos que tienen que ver con la actividad laboral del futuro profesional. En nuestro caso, desde AJA Madrid y CEAJ vamos a asesorar a estos compañeros para que su llegada al mundo laboral no sea traumática. Queremos acercarles lo que es el propio Colegio de Abogados y los aspectos básicos de nuestra profesión”; indica Ospina. Hacer tu currículum, preparar la entrevista de trabajo, mejorar la autoestima son cuestiones que se abordarán en el Programa de Actividades de dicho evento y cuestiones en las que estos futuros abogados tienen que aprender y mejorar mucho.
Primeros pasos profesionales
Trabajar por cuenta ajena o tener tu despacho. La mayor parte de los jóvenes letrados prefieren contar con una experiencia de dos o tres años antes de lanzarse a la aventura de crear su propio bufete de abogados. Volvemos a hablar de la escasa formación que reciben los profesionales jurídicos que se incorporan a este mundo nuevo, eso les hace ser prudentes en sus planteamientos futuros. Si tienen la fortuna de trabajar en una gran estructura jurídica las posibilidades de aprender son mayores “tanto de lo que debes hacer cuando seas tu propio jefe, como de aquello que no debes nunca realizar”, apunta nuestro interlocutor. En esta situación, las redes sociales se han convertido en un elemento de apoyo a estos nuevos profesionales “muchos somos nativos digitales y observamos que gracias a Twitter o Linkedin podemos estar al tanto de todo; hacer nuestro networking y conocer mejor esta profesión”.
Formación y jóvenes abogados, clave para seguir creciendo
Hablar de jóvenes abogados es hacerlo de trabajo duro e intenso, muchas veces sin horario de salida. En esta tesitura poco siempre se ha hablado de los posibles abusos que hay en diferentes despachos respecto a la gente joven. Para Ospina este tipo de prácticas son repugnantes y criticables “pero hasta la fecha no ha habido un cauce claro para que el joven abogado pudiera denunciar esas malas prácticas. En la mayor parte de las situaciones solo queda aguantar y seguir trabajando hasta que encuentres otra oportunidad de cambio”. A juicio de diferentes expertos consultados por esta publicación, estas malas prácticas son más abusos y es muy complicado hacerlas en el seno de los propios bufetes. Normalmente no hay quejas por el miedo a perder el puesto de trabajo. “Un profesional bien formado y reciclado convenientemente puede a medio plazo encontrar un puesto de trabajo de calado”, indica.
Respecto a las Agrupaciones de Jóvenes Abogados, su trabajo fuera de las horas que les dejan sus ocupaciones como letrados, es digno de elogio. En muchos casos utilizan la imaginación y el networking para suplir su falta de medios. Todavía muchos Colegios de Abogados tienen que apostar por el desarrollo de estas entidades, claves para que los letrados más noveles puedan entrar en el mundo laboral. “En Aja Madrid hemos encontrado el apoyo del ICAM y su estructura para poder hacer visibles nuestros eventos. De todas formas somos un colectivo amplio. Deberíamos tener mayor representación institucional y las cuotas para los no ejercientes deberían ser más equilibradas”, apunta Juango Ospina. También cree necesaria ayudas en la formación; jornadas formativas más dinámicas “y un espacio propio en nuestro caso para organizar eventos que no tenemos”. Pese a estos imponderables la agrupación madrileña organizó más de sesenta actividades formativas a lo largo del pasado año.
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