Lourdes Maiztegui fue elegida en el 2012 decana del Colegio de Abogados de Gipuzkoa, convirtiéndose en la primera mujer que llega al puesto en 175 años de historia de la institución. Con motivo de la creación del Premio Decano Domingo Arizmendi a la ética jurídica, la decana del Colegio de Gipuzkoa explica en esta entrevista la importancia de la deontología profesional y la situación actual en Igualdad de Género.
El Colegio de Gipuzkoa ha creado el Premio Decano Domingo Arizmendi a la ética jurídica, ¿Por qué un nuevo premio a la ética jurídica?
La razón que movió a la Junta de Gobierno a la creación del Premio estuvo ligada al deseo de promover activamente el compromiso con los valores de solvencia ética y deontología en el ejercicio del derecho. Promoción que se compartió como buena práctica y que se expuso por el Colegio de Abogados de las Islas Baleares en las últimas Jornadas de Gobierno que celebramos en Granada.
¿Por qué con el nombre de Domingo Arizmendi?
El nombre de Txomin Arizmendi, como todos le conocemos coloquialmente, tiene su justificación porque sus conductas honradas, rectas, diligentes y veraces, han sido una constante en su trayectoria como Jurista.
¿Qué destacaría de la labor que desempeñó Txomin Arizmendi como decano del Colegio de Gipuzkoa?
Su saber ser y hacer en los años que ejerció como abogado, durante su decanato y también en las labores y ocupaciones institucionales. Además, y él lo recuerda siempre, el cambio de la sede colegial. En la actualidad tenemos una magnífica, moderna y útil sede colegial, próxima a los Juzgados, que en su momento se reveló como una decisión no pacífica, pero que con el tiempo hay satisfacción generalizada.
¿Quiénes pueden optar al premio?
Juristas con residencia en la provincia de Gipuzkoa o especial vinculación con ella.
¿Por qué la deontología es tan fundamental en el ejercicio diario de la profesión de abogado?
En el cumplimiento de las normas deontológicas descansa la confianza social en nuestra profesión y garantizando su cumplimiento estamos defendiendo la garantía de nuestra dignidad e independencia.
¿Son conscientes los abogados jóvenes de que la deontología es la imagen de la abogacía?
Mi impresión es que no. En un primer estadio del ejercicio, la mayoría no tienen la conciencia de que la abogacía, además de las normas de sentido común, tiene otras específicas que hay que cumplir y comienzan a tenerla cuando sufren en su propia persona, o su incumplimiento o viven el estado previo al mismo, y por ello un comportamiento no ético.
¿Cómo se puede fomentar e impulsar desde los Colegios de Abogados el Código Deontológico?
El impulso tiene que ser institucional a todos los niveles. Valoro como necesario un módulo de enseñanza deontológica, a impartir con carácter general en los estudios de Grado, en las Licenciaturas y en los Másters de acceso. En los Colegios, haciendo que se perciba que estamos vinculados y subordinados a un Estatuto Profesional, que tenemos un compromiso ético con la sociedad y que no debemos tener la deontología en la trastienda.
Usted ha sido la primera mujer que ocupa el cargo de decana en el Colegio de Gipuzkoa en sus 175 años de historia, ¿Cuándo dejaremos de hablar de los techos de cristal?
En tiempo es difícil saberlo. Dejaremos de hablar cuando no exista. Sucederá cuando la fractura que se ha hecho desde abajo, con el compromiso, decisión, fortaleza y trabajo fundamentalmente de muchas mujeres de diferentes edades y sensibilidades, continúe creciendo hasta romperlo desde arriba, con el compromiso, decisión, fortaleza y trabajo de las que lo han superado, pero también fundamentalmente de los hombres, porque no han tenido necesidad de superar el techo de cristal, y no es justificación para que no participen en su desaparición.
¿Cree que es necesario incluir dentro del Código Deontológico un artículo sobre igualdad de género?
No creo que la igualdad en el Código Deontológico se aborde previendo un artículo sobre igualdad de género. El Código Deontológico, la normativa en general, tiene que contener en sí misma la perspectiva de género que supera al concepto de integración y no exclusión.
¿Cómo valora la situación del Turno de Oficio en Gipuzkoa?
En cuanto al servicio público que presta el Colegio a través de sus colegiadas y colegiados, muy bueno. Institucional y normativamente, pasamos allá por el año 2012 un momento complicado, afortunadamente al día de hoy ampliamente superado y con un entendimiento mutuamente razonable y leal con la Consejería de Trabajo y Justicia del Gobierno Vasco. La compensación económica a quienes prestamos el servicio público, con entrega y sin condiciones, es insuficiente, por alejarse notablemente de una justa compensación. Que estemos mejor que en territorio común o en otras comunidades no hace que podamos valorar esta situación como buena, y así venimos constantemente reivindicando su mejoría.
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