La Sección Primera de la Audiencia de Navarra ha condenado a 4 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa a una acusada que acuchilló a una mujer que acababa de mantener una relación sexual con su pareja en una vivienda de Pamplona.
En la sentencia, que ha sido dictada de conformidad tras un acuerdo entre la fiscalía, la acusación particular y la defensa, se ha estimado en la conducta de la procesada, de 30 años, la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de superioridad y las atenuantes de reparación del daño y toxicomanía.
La encausada no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante 5 años.
La agresión se perpetró el 24 de febrero de 2023. La víctima, de 25 años, se encontraba en la cama, en una habitación de un piso en Pamplona, dado que había pasado la noche allí junto con un hombre “con quien ocasionalmente mantenía relaciones sexuales”. Este había abandonado la vivienda sobre las 6 para irse a trabajar.
Sobre las 7.30 horas, llegó al domicilio la inculpada, quien mantenía “una relación sentimental” con el hombre, y vivía a caballo entre la vivienda de sus padres y la de su pareja.
Al ver a la otra mujer en la cama, y tras mantener con ella una breve discusión, le dijo que la iba a matar. Se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo de 20 centímetros de longitud en total —de 10 centímetros de hoja—, con forma de sierra, y regresó a la habitación.
“Te voy a matar”, le volvió a amenazar, y se abalanzó sobre la víctima, que estaba acostada y sin ropa, de manera sorpresiva. La agredida le propinó una patada para defenderse, momento en que recibió una cuchillada en el tobillo izquierdo.
Al defenderse y tratar de quitarle el arma, recibió cuchilladas en la oreja, pecho, hombro, brazo y costado izquierdos. Finalmente, consiguió quitarle el cuchillo y salir del dormitorio.
Al comprobar que sangraba mucho, le pidió a la procesada que llamara a una ambulancia, a lo que esta hizo caso omiso. La víctima salió del domicilio y pidió ayuda a una vecina del 2º piso, quien la atendió mientras llegaba la ambulancia y la Policía Municipal.
Las lesiones requirieron de tratamiento médico quirúrgico. Precisó de 21 días para su curación y padece como secuelas cicatrices en las zonas heridas.
Enemistad previa entre ambas
La acusada y la víctima se conocían con anterioridad. Existía entre ellas enemistad. Con anterioridad habían discutido y se habían agredido en una ocasión.
La sentencia considera probado que, cuando se produjo el acometimiento, la mujer herida “estaba acostada en la cama, adormilada y sin ropa, lo que disminuía notablemente su capacidad para defenderse”.
La procesada, que se encuentra en prisión provisional desde el 25 de febrero del pasado año, ingresó con carácter previo al juicio 50.000 euros para reparar el perjuicio causado y abonar las costas de la acusación particular.
Según el informe del médico forense, la encausada padece una afección leve-moderada de sus facultades intelectivas debido al consumo de sustancias psicoactivas.
Tras el acuerdo alcanzado entre las partes el pasado día 2, las acusaciones no se opusieron a la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad por aplicación del artículo 80.5 del Código Penal. Plantearon que el plazo de suspensión sea de cuatro años y condicionado a que la agresora continúe con el tratamiento de salud mental y deshabituación a las drogas.
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