Wolters Kluwer Legal Software
Está claro que el sector legal ha experimentado grandes cambios en los últimos años. La pandemia ha sido uno de los impulsores, pero no el único: el avance de la tecnología y su percepción por parte de los profesionales, que se han visto obligados a usarla para mantenerse competitivos, así como el auge de nuevos modelos de negocio o formas empresariales, entre otras cuestiones, han tenido mucho que ver en esta gran revolución en el sector legal.
De ello hablamos con Alicia Feito Pujades, directora general de Wolters Kluwer Legal Software España, proveedor líder a nivel mundial de soluciones de software innovadoras y prácticas para departamentos jurídicos corporativos y despachos de abogados.
P. Dados todos los cambios que ha habido en los últimos años, ¿cuáles crees que son las principales tendencias que podemos encontrarnos actualmente y a futuro en el sector legal?
Vivimos una época de mucha competencia en el sector legal, cada vez es más dinámico. Nada tiene que ver con el sector legal de hace 10 años, ni tan siquiera 5, me atrevería a decir. Estamos viendo cómo hay una competencia en términos de eficiencia, también a causa de que han surgido nuevos players, y asimismo podemos ver cómo los despachos están intentando llegar a un mayor volumen de clientes. Por eso estamos siendo espectadores actualmente de fusiones y alianzas que no veíamos antaño. Eso les permite llegar a un mayor volumen de clientes y poder ampliar la oferta de servicios.
También estamos presenciando cómo los despachos son cada vez más conscientes de lo que el buen uso de la tecnología les puede aportar, siendo más rápidos, más competitivos, mejores en lo que a colaboración con clientes y partners se refiere, etc.
Otra cuestión también muy destacable es la alta especialización del mercado. Si antes la había, ahora es mucho mayor. Lo que pretenden con esta especialización es ofrecer un mejor servicio al cliente, así como ser más productivo.
P. ¿En qué medida la inversión en tecnología jurídica que pueda acometer un despacho puede beneficiarlo y en qué campos lo puede hacer?
R. Obtener la ventaja competitiva que los despachos de abogados tienen en su foco de atención pasa por un uso ineludible de la tecnología. El objetivo, en este caso, pivota sobre dos ejes: por un lado, las nuevas tecnologías les permiten ser más rápidos, productivos y rentables, es decir, ser más eficientes; por otro lado, les permite mejorar su relación con el cliente en términos de comunicación y colaboración.
La tecnología legal optimiza las operaciones internas del despacho, ayudando a una mejora de la organización y gestión y eficientando los recursos de los que se dispone. Esto les permite a los abogados centrarse en las tareas que la tecnología no puede cubrir y que pueden resultar de mayor valor añadido, como la parte intelectual de su labor, lo que, a su vez, está ligado a la generación de valor para sus clientes y la inversión adecuada de su tiempo.
Por otra parte, es muy importante recordar que también necesitamos medir qué es lo que se está haciendo, porque lo que no se mide, no se puede evaluar y, por tanto, no se puede mejorar. Ello, a la vez que es difícil de tangibilizar.
También, como comentábamos, en el sector legal se otorga cada vez más importancia a la mejora de la comunicación y colaboración con los clientes. Son ya muchos los abogados que se han percatado de que invertir en esto supone una gran ventaja competitiva, por lo que están aumentando su inversión en este tipo de tecnologías. En ese sentido, softwares de gestión del despacho como Kleos ofrecen funcionalidades múltiples en cuanto a una colaboración con clientes más proactiva. No hay que olvidar que el centro de todo asunto en un negocio siempre es el cliente, y la tecnología aporta un gran valor en este campo, puesto que se ofrece una mejor comunicación y, por ende, una relación con el cliente más fluida y sólida. Al final, se pueden entender mejor sus necesidades y el cliente se siente más “arropado”, por así decirlo.
Además, es importante transmitirle al cliente que el despacho se trata de una firma adepta a la tecnología, con control sobre los asuntos y riguroso en el tratamiento y protección de sus datos. Es necesario aportar la seguridad necesaria para los clientes, imprescindible en el entorno que estamos viviendo y en donde los activos más importantes se pueden ver expuestos a diferentes peligros. Los despachos son conscientes de la necesidad de transmitir esa imagen de estar a la vanguardia, con todo lo que ello conlleva.
Son muchos los despachos que también encuentran como objetivo principal de la inversión en tecnología el abaratamiento de costes. Al final, esto se traduce en dedicar menos tiempo a cada asunto, o, al menos, a la parte que se puede gestionar a través de la tecnología. Esto les otorga a los despachos otra gran ventaja, que es la posibilidad de ofrecer un precio más bajo, o bien, poder dedicar más tiempo de valor a un asunto que se ha liberado de tareas administrativas o recurrentes que ya se habrán automatizado.
En este sentido, vemos cómo año tras año, los despachos de abogados invierten cada vez más en software legal. Según el informe “Future Ready Lawyer” del año pasado, la mayoría de los despachos de abogados han aumentado su inversión en software jurídico y tecnología. La mayoría también tiene previsto seguir invirtiendo más en los próximos años. Para este mismo año, según esos resultados que nos arroja este estudio, más del 60% de los abogados encuestados afirmó que su bufete tenía previsto aumentar su inversión en software de apoyo al trabajo jurídico, mientras que tan sólo un 28% esperaba que se mantuviese igual. En el año anterior, la cifra de los abogados que tenían previsto aumentar sus inversiones en software era un 5% menor.
Aquí también cobra importancia saber cuáles son esas tecnologías específicas más importantes para los abogados, entre las que nos encontramos las relativas a gestión documental, herramientas de ciberseguridad y encriptación, las concernientes a procedimientos judiciales digitales, CRMs o softwares de colaboración.
P. Por otra parte, dado el dinamismo que caracteriza el sector del software jurídico, ¿hacia dónde crees que se encamina el sector legaltech en España?
R. Hemos visto cómo desde hace un par de años ha habido un incremento sustancial en el número de tecnologías existentes. No obstante, tienden a consolidarse sólo las verdaderamente necesarias y las soluciones all-in-one o las que requieren de integraciones simples y garantizadas. Es por ello por lo que cobra tanta relevancia elegir a un socio tecnológico con respaldo financiero y de inversión que pueda garantizar la integración de todas las herramientas que cualquier despacho o asesoría jurídica necesiten.
Además, hay que tener en cuenta que este tipo de inversiones por parte de los despachos no se hacen con vistas en el corto plazo, sino se hacen con un horizonte temporal de alrededor de diez años, por lo que adquiere todavía una importancia mayor el respaldo que pueden ofrecer los partners consolidados en el mercado en términos de continuidad de negocio y seguridad.
Otro punto importante en este sentido, y del que cualquier despacho ha de ser consciente, es que la tecnología requiere de una inversión constante para no caer en la obsolescencia y poder adaptarse a los nuevos escenarios, más aún cuando hablamos de un entorno legal, por lo que el proveedor que elijan tendrá que garantizar que cuenta con los recursos necesarios para poder hacer frente a estos requerimientos de implementaciones futuras. Hay que tener presente que vivimos en un mundo que avanza a pasos agigantados. Todo va muy rápido, más que nunca.