Seamos realistas. Por mucho que mejoren y se actualicen los planes de estudio de las facultades de derecho el salto de la universidad al ejercicio de la profesión es mucho salto. Cuando se une al despacho un abogado novel tendrá una más o menos larga curva de aprendizaje y cometerá muchos errores. Si queremos sacar el mayor partido posible de ese nuevo compañero debemos prepararnos para la tarea de ayudarle a alcanzar todo el potencial que tiene.
Veamos algunos consejos que nos ayuden a lograr el éxito profesional y una rápida integración de ese nuevo compañero.
Inclúyele en un programa de Mentoring
Considera la posibilidad de establecer un programa de mentoring para todos los abogados nóveles o junior que se unan al despacho. Asigna al nuevo abogado un abogado experimentado del despacho que actuará como su mentor. Un buen programa de mentoring es la mejor forma de acelerar el desarrollo de todo el potencial de cualquier nuevo profesional.
Por refrescar ideas recordemos que podemos definir el mentoring como el proceso por el cual, una persona experta en cierta materia ayuda y apoya a otra en su desarrollo tanto a nivel profesional como personal. Y todo ello se consigue gracias al nivel de compromiso y confianza de ambas partes.
Dale consejos y valoraciones (feedback)
Por mucho talento que tenga el nuevo compañero se trata de un profesional novel que va a necesitar de forma constante consejos y valoraciones que le aseguren que lo va por buen camino. Haz un seguimiento de cómo realiza su trabajo y prepara unas notas con consejos sobre cómo podría mejorar el trabajo que está realizando. Una buena idea podría ser acordar, al principio, reuniones mensuales para comentar con él estos temas. De esta manera daremos la oportunidad al nuevo profesional de corregir errores antes de que se conviertan en malos hábitos. Una vez que el nuevo abogado alcance un nivel de competencia suficiente que nos de confianza sobre su habilidad para realizar el trabajo iremos espaciando esas sesiones de feedback.
Aprende de él
Aprovecha la oportunidad de aprender del nuevo compañero. A pesar de su falta de experiencia en el ejercicio de la profesión te puede ofrecer la oportunidad de aprender de los cambios y habilidades sociales que puedas no conocer o dominar debido a la diferencia generacional. Por ejemplo es posible que los nuevos abogados entiendan mejor cómo el uso de la tecnología puede ayudar a mejorar la productividad del despacho. Valora y aprovecha esa habilidad que puede que tu no tengas.
Ofrécele formación
Cuantas más oportunidades des al nuevo integrante del despacho de formarse y avanzar mejor realizará su trabajo y más ganas tendrá de permanecer en el despacho.
Conecta las diferentes generaciones
Cuando profesionales de diferentes generaciones conviven en un mismo espacio de trabajo vamos a tener la oportunidad de aprovechar lo mejor de cada una y de generar sinergias entre ellas si tenemos un plan para ello y lo ponemos en práctica. Si no lo hacemos no solo perderemos esa oportunidad y ese potencial sino que podremos encontrarnos con conflictos propios de la distintas formas de entender el mundo y de hacer el trabajo de cada generación. Esos diferentes estilos son una oportunidad que si no sabemos gestionar pueden terminar en problema.
Sé flexible
Evita ser rígido en tus planteamientos y muéstrate abierto a cuestionar tus planteamientos y asunciones sobre cómo hacer las cosas. Muchos abogados noveles se frustran al trabajar en despachos donde tienen procesos de trabajo ineficientes. Escucha con interés las sugerencias de mejora y pon en práctica aquellas que merezcan la pena. De nada vale mostrarte abierto a propuestas y sugerencias si luego nunca cambia nada.
Gestionar abogados noveles es un reto pero cuando se hace bien se consigue no solo tener un excelente nuevo profesional sino que además que esté comprometido con el despacho.