Hipster, bohemio, moderno…. ¿pueden tus vecinos influir en el precio de la vivienda? Un estudio del buscador de pisos Mitula analiza el cambio urbano experimentado por algunos barrios madrileños, que han pasado de zonas poco valoradas a áreas de moda, atrayendo así a vecinos muy diferentes de sus tradicionales habitantes y viendo como sus precios inmobiliarios experimentaban importantes aumentos. Éstas son algunas de las zonas que han sufrido mayores cambios:
-. Chueca: en los años 80 del siglo XX Chueca era un barrio marcado por la prostitución, la delincuencia y el tráfico de droga, lo que provocó que sus viviendas apenas tuvieran demanda y que sus precios inmobiliarios quedaran estancados. Todo cambió cuando el colectivo gay empezó a abrir algunos locales de ocio y tiendas y, poco a poco, se fue creando un ambiente gay friendly que revalorizó inmuebles y animó a muchos miembros de este colectivo a trasladarse a vivir al barrio. De hecho, y pese a la crisis, el precio de la vivienda ha aumentado un 4,23% en los últimos tres años, según datos de Mitula. ¿Pero cómo son los nuevos vecinos? Ahora, el perfil de los habitantes de Chueca poco tiene que ver con el de hace 20 años. Se trata de un hombre (mayoritariamente, aunque también mujeres) de entre 25 y 50 años, homosexual, con un poder adquisitivo medio-alto y fuertes intereses culturales y de ocio. Además, Chueca es la zona del distrito Centro con más hogares unipersonales (el tamaño medio del hogar es de 1,97 personas) y es también es la zona con mayor porcentaje de ciudadanos con educación superior y carrera universitaria.
-. Malasaña: la zona que fuera cuna de la Movida madrileña en los años 80 del siglo XX estuvo durante años marcada por el estigma de la prostitución y la droga, lo que provocó la devaluación de su parque de viviendas. Atraídos por los precios bajos de la zona fueron llegando nuevos vecinos y, en paralelo, algunas obras (como la rehabilitación del cuartel de Conde Duque) ayudaron a impulsar la renovación urbana. Las viviendas también se han revalorizado (un 23,3% en tres años, siendo la zona del distrito con un aumento de precios) y los vecinos de toda la vida (muchos de ellos mayores de 65 años) han ido dejando paso a nuevos colectivos urbanos. Es el caso de los denominados Hipsters (personas con un marcado interés por lo vintage, lo alternativo y lo independiente). Ahora, el perfil más habitual en Malasaña es el de un joven, de entre 25 y 45 años, con estudios superiores, consumidor habitual de cultura y que vive en pareja, pero todavía sin hijos (el hogar medio está formado por 1,98 personas).
-. Lavapiés: barrio tradicionalmente obrero, humilde y receptor de inmigración, Lavapiés ha cambiado en los últimos años de forma exponencial. El parque de viviendas, por ejemplo, se ha revalorizado, pasando de 2.897 euros por metro cuadrado a más de 3.000 en apenas tres años (un incremento del 5,18%, según cifras de Mitula), se han abierto nuevos comercios y bares y los vecinos han ido cambiando. Ahora, los llamados Bohemios (jóvenes con marcado interés por la cultura, estilo físico cuidadosamente desenfadado y poder adquisitivo medio-alto) han tomado sus calles. Se trata de jóvenes, con estudios, que viven en pareja y que empiezan a tener hijos (el hogar medio está formado por 2,07 personas).
Estos son sólo tres ejemplos del llamado proceso de gentrificación (cambio urbano que conlleva el abandono de los vecinos tradicionales de una zona en detrimento de otros con mayor poder adquisitivo), pero no los únicos. Otras ciudades, como Barcelona con el barrio del Raval o Valencia con El Carmen o Ruzafa, han experimentado también el cambio de zona poco valorada a área de moda. Una transformación que ha llevado nuevos perfiles sociales a las calles. Barbas, tirantes y sombreros son los ejemplos estéticos de este cambio.
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