Pamplona, 19 mar (EFE).- Agentes de la Policía Foral, adscritos a la Brigada de Delitos Económicos y Contra el Patrimonio, han resuelto un caso de chantaje a un vecino pamplonés que presentó denuncia por un posible 'fraude del sicario o proxeneta', una estafa en la que los ciberdelincuentes se hacen pasar por asesinos a sueldo para obtener dinero.
En este tipo de casos los ciberdelincuentes insertan anuncios falsos con fotos y un número de contacto en sitios web de citas de pornografía o que facilitan encuentros sexuales, manteniéndose a la espera de que algún usuario acceda. Una vez que obtienen su número de teléfono, lo utilizan para asustarle y extorsionarle.
En el caso concreto que acaba de ser resuelto, según informa la policía, el denunciante recibió un mensaje de WhatsApp de un número desconocido, en el que el remitente se presentaba como un proxeneta de prostitutas a las que había molestado.
A partir de ahí, comenzó un juego de extorsión en el que los ciberdelincuentes le instaron a pagar 2.000 euros en una cuenta, o por medio de Bizum, para evitar graves consecuencias hacia su persona, bajo amenazas de enviar sicarios a su casa o a la de sus familiares.
De esa forma, según indica la policía, consiguieron cobrar 2.000 euros en una cuenta y por medio de Bizum otros 900 euros fraccionados.
El denunciante confesó ante la Policía Foral haber visitado sitios web de citas de prostitución, pero sin llegar a interactuar.
La Policía Foral, con la colaboración de la Policía Nacional y la Policía Local de Valencia, consiguió identificar a dos personas residentes en la comunidad valenciana, que fueron detenidas y puestas a disposición Judicial.
Otro tipo de estafas que se investigan desde Policía Foral son el 'phishing' (donde se vulneran correos electrónicos y enlaces), el 'smishing' (utilizando mensajes de texto o aplicaciones de mensajería), el 'vishing' (se utilizan llamadas y mensajes de voz para obtener información sensible) o el 'man in the middle' (ataque basado en interceptar la comunicación entre dos o más interlocutores), todas ellas con fin económico mediante intimidación.
En todos los casos se recomienda no seguir las indicaciones del mensaje recibido por muy aterradoras que sean y a continuación reportar el número: denunciar el número desde el que se te está amenazando y, después de hacerlo, bloquea el contacto para evitar más comunicación.
Además se insiste en que no se deben compartir datos personales ni bancarios y se insta a recopilar evidencias y denunciar los hechos.
Entre las recomendaciones figura también practicar el 'egosurfing' que consiste en navegar por Internet buscando información sobre uno mismo de forma superficial. Si se ha facilitado algún dato de carácter personal, investigar qué información personal está disponible en línea para evitar que esos datos se usen de nuevo en algún tipo de fraude.
No hay comentarios.