Independencia a la carta, al menos en lo deportivo
El pasado 2 de octubre los titulares de prensa sorprendían con este titular con declaraciones del Presidente del FC Barcelona.
Bartomeu: "En caso de independencia, esta junta valorará en qué liga jugará el Barça"
Y digo “sorprendían” porque de esas declaraciones se deduce que los clubs podrían tener el derecho de elegir la liga o el campeonato nacional que van a disputar.
Desconozco los detalles de la normativa de la UEFA y espero que algún experto en derecho deportivo pueda aclarar este respecto, pero me sorprenden las declaraciones ya que el posible nuevo Estado catalán tendrá una extensión similar a estados como Bélgica y Holanda, estados que futbolísticamente han dado campeones de Europa y subcampeones del mundo. Me sorprende que se quiera crear un Estado y no se quiera jugar su liga, siendo un menosprecio al resto de equipos que ya, algunos, militan en la primera división española y a su propio Estado recién creado.
Acudir al ejemplo del Mónaco, equipo que juega la liga francesa, se me hace poco justificable, ya que ni la población, ni la extensión es comparable con el posible nuevo Estado catalán.
Si desde el punto de vista político, la declaración unilateral de independencia puede ser un precedente en el status quo de la Europa actual y me remito al editorial del periódico francés Liberation de la semana pasada, desde el punto de vista deportivo, si la UEFA admite situaciones de privilegio de este tipo, se abrirá la caja de pandora según los intereses económicos de los clubs.
Todas las decisiones tienen sus consecuencias y lo mismo que la Liga Española puede perder grandes equipos, todos tendrán que reinventarse y buscar cómo seguir siendo atractivos y competitivos en sus propios campeonatos.
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