Más de un centenar de juristas europeos se han reunido hoy en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid en el arranque de la I Cumbre de Derecho de la UE, un evento impulsado por el Colegio de la Abogacía de Madrid en el marco de la quinta Presidencia española del Consejo de la UE, y coorganizado con los servicios jurídicos de la Comisión Europea.
En las palabras inaugurales, el decano del ICAM, Eugenio Ribón, ha llamado a los profesionales del Derecho de toda Europa a dar un paso adelante en defensa de los valores sobre los que se asienta el proyecto comunitario: respeto a la dignidad y los derechos humanos, libertad, democracia, igualdad y Estado de derecho. “Valores que debemos seguir promoviendo porque, papel que desempeñará la Unión Europea en el futuro depende, en gran medida, del mantenimiento de nuestros valores y de las decisiones que tomemos hoy”, ha señalado.
“Esta Cumbre se celebra en un momento crucial para la Unión Europea, dados los numerosos desafíos externos e internos sin precedentes que enfrentamos”, ha recordado. Para afrontar estos retos, Ribón ha apelado en primer lugar a la unión de los juristas: “como abogados, tenemos un papel crucial que desempeñar, y es más importante que nunca estar juntos para seguir promoviendo nuestros valores democráticos y asegurar la paz, la estabilidad y la prosperidad.”
En un contexto de retroceso de las democracias, el decano del ICAM ha puesto en valor la función del derecho como piedra angular de la construcción europea y ha reivindicado la defensa del Estado de derecho como pieza clave para frenar el deterioro democrático. “El Estado de Derecho es el instrumento para afrontar el debilitamiento de la democracia que hoy sufrimos en todo el mundo. Es el pilar de la Unión, su oxígeno y corazón, la base de cualquier sociedad civilizada”. En definitiva, el Estado de derecho “es el pegamento que une a nuestra Unión” y el elemento esencial “para la protección de los valores en los que se basa nuestra Unión”, ha concluido Ribón parafraseando a la presidenta de la Comisión.
En esta misma línea se ha expresado Matilde García Duarte, coordinadora general de Alcaldía en el Ayuntamiento de Madrid, entidad colaboradora del evento, quien ha aprovechado su intervención para postular a la ciudad de Madrid para acoger la sede de la nueva autoridad europea para la lucha contra el blanqueo de capitales.
Liderazgo europeo en el siglo XXI
Tras las intervenciones inaugurales, el director del Servicio Jurídico de la Comisión Europea, Daniel Calleja, ha moderado un panel de alto nivel en el que el vicepresidente responsable de la promoción de nuestro Modo de Vida Europeo en la Comisión Europea, Margaritis Schinas; la jueza del Tribunal de Justicia de la UE Lourdes Arastey y el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, han debatido sobre el liderazgo de Europa en la sociedad del siglo XXI.
Un liderazgo que las múltiples crisis activas en el contexto internacional ponen en entredicho, según ha afirmado Calleja. La pandemia, la crisis económica y energética, el incremento del populismo, las guerras, la inmigración desbordada o el terrorismo dificultan la protección del modo de vida europeo, basado en los valores fundacionales y en particular en el Estado de derecho.
Para el vicepresidente de la Comisión Europea, que ha evocado a Montesquieu al principio de su intervención, “el Estado de derecho es el pilar de todos los pilares, la condición previa para poder aplicar todos los demás valores”, y junto a la separación de poderes constituye “el principio que nos define como democracias” y el que determina en última instancia el modo de vida europeo.
Tras haber vivido durante años en lo que ha definido como una “era de la ingenuidad”, Europa necesita “reinventar” la manera de ser europeo para mantener su liderazgo en un mundo cada vez más “oscuro, inseguro e incierto”. Ese nuevo liderazgo, ha explicado Schinas, debe proyectarse en torno a cuatro grandes áreas: la gobernanza global, la autonomía estratégica, las capacidades y el talento de las personas, y la transición hacia un mundo verde y digital en el que la regulación de la inteligencia artificial se presenta como el próximo campo de batalla.
Sobre este último punto, Schinas ha advertido que Europa no debe permitir el control de la inteligencia artificial y los algoritmos por parte de los ingenieros informáticos, “no podemos dejar que los algoritmos definan el modo en que pensamos, eso nos llevará por muy mal camino”. Por el contrario, ese poder debe permanecer en manos de la sociedad, de los parlamentos y en el marco de la ley.
Finalmente, frente a quienes levantan muros, agreden y amenazan, considera que la UE debe construir puentes y promover la paz y la prosperidad, anteponiendo los valores democráticos de una Europa de las oportunidades frente a las autocracias más limitantes. “Así veo el liderazgo de la UE en el siglo XXI”, ha concluido Schinas.
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