El estudio explica que se está produciendo un cambio de mentalidad. Ya no vale con tener una formación, unos conocimientos y un trabajo para toda la vida; es necesario adquirir nuevas capacidades cada pocos años, y acompañar estos con el desarrollo de habilidades interpersonales como la gestión de riesgos, el liderazgo o la inteligencia emocional. De hecho, El 74% de los encuestados en el estudio es consciente de la necesidad de ‘reciclarse’ y aprender nuevas habilidades para seguir activos en el mercado laboral. Una responsabilidad que la ven como suya y no necesariamente de la compañía. Todo ello para contar con un empleo muy distinto al que hemos conocido tradicionalmente. Y es que el 60% de los profesionales cree que, en el futuro, muy poca gente tendrá un empleo estable y de largo recorrido.
Para Richard Lane, director de People & Organisation en PwC, “la automatización transformará los tipos de trabajo disponibles, así como la cantidad y su valor percibido. Con la sustitución de aquellos trabajadores dedicados a labores más rutinarias y repetitivas, se amplificará el valor de los profesionales resolutivos, creativos y con mayores capacidades de liderazgo. En definitiva, aquellos trabajadores que sean capaces de realizar las tareas que no pueden ser automatizadas, serán más relevantes”.
Además, el informe establece cuatro posibles escenarios de cómo será el mercado laboral en 2030 basándose en las cinco grandes tendencias que están agitando el mundo empresarial: los enormes progresos en el campo de la innovación tecnológica, los cambios demográficos, el enorme crecimiento de las ciudades como centros de población, el vuelco del poder económico desde los países desarrollados a los emergentes y la escasez de recursos naturales y el cambio climático-.