Gracias a las normas ISO las empresas pueden mantener su competitividad y presentarse a clientes y proveedores con garantías de cumplir estándares de gestión, de prestación de servicios y de desarrollo de productos, lo que supone un reconocimiento internacional de cumplimiento de calidad, eficiencia y seguridad en relación con las áreas y actividades concretas que desarrolla cada norma.
¿Qué es la Norma ISO 9001?
Una de las más extendidas es la Norma ISO 9001, elaborada en 2015 por la Organización Internacional de Estandarización (ISO) determina los requisitos para un Sistema de Gestión de la Calidad, que pueden utilizarse para su aplicación interna por las organizaciones, sin importar si el producto y/o servicio lo brinda una organización pública o empresa privada, cualquiera que sea su rama, para su certificación o con fines contractuales.
Se basa en tres principios: mejora continua, satisfacción del cliente y participación de todo el personal. De esta forma, la Norma ISO 9001 tiene como objetivo principal lograr que la compañía consiga la mayor satisfacción del cliente mediante procesos de mejora continua, adquiriendo de esta forma unos criterios de calidad homologados a nivel internacional con los que los clientes pueden comprobar la excelencia y el buen hacer de la empresa y de los productos.
Con este tipo de certificaciones de calidad las empresas consiguen una mejor valoración de sus clientes, reduce las incidencias y las críticas lo que repercute en la imagen de la compañía y, en la medida que se trata de un proceso continuo de mejora en el que el personal de la empresa esta totalmente implicado, supone un cambio cultural en el que los trabajadores asumen un rol activo en la mejora de la competitividad de la empresa.
Los objetivos de calidad que se deberán cumplir: a) Ser afines con la política de la calidad. b) Ser medibles. c) Considerar los requisitos aplicables. d) Ser acertados para la conformidad de los productos y servicios y para el aumento de la satisfacción del cliente e) ser objeto de seguimiento. f) ser comunicables. g) actualizarse, según convenga.
¿Cómo certificarse en la Norma ISO 9001?
Para certificarse en ISO 9001 no hay ningún requisito específico para un sector de actividad, lo que quiere decir que la norma puede ser aplicada a compañías de cualquier tamaño que busquen obtener la máxima eficacia y rentabilidad sistematizando la gestión.
Para obtener el certificado ISO 9001 hay que cumplir con la normativa, entre las que tenemos que tener presentes la legislación de riesgos laborales y las normas de protección de datos. Además, dada la implicación necesaria del personal, este tiene que estar formado en un ciclo de reciclaje permanente ya que deben garantizar el cumplimiento de las tareas establecidas en la Norma.
Todo ello, es una inversión de la empresa destinada a obtener una ventaja competitiva, como es el reconocimiento de un estándar internacional de calidad que le permitirá presentarse con garantías a sus clientes.
El proceso finaliza con una auditoria de certificación realizado por una empresa certificadora, por lo que, para superarla, previamente la empresa habrá analizado todos los requerimientos de la Norma ISO, se habrá diseñado el Sistema de Gestión de Calidad con la definición de todas las acciones y se habrá previsto toda la documentación derivada década proceso. Asimismo, se habrá formado al personal de la compañía y si poder comprobar la eficacia de Sistema de Gestión de Calidad.
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