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¿Cuentan las empresas con un modelo organizativo propio de gestión de conflictos? ¿Se conocen adecuadamente cuáles son los riesgos derivados de la mala gestión del conflicto? Para dar respuesta a estas preguntas, Romain Vallet, Senior Counsel GE Power Conversion EMEA, Isabelle Vaugon, socia de Fidal, mediadora y experta en temas de arbitraje y mediación, y María Belén Pose, directora del departamento de Asesoria Jurídica Corporativa de ARAG, participaron en un desayuno organizado ayer por el Grupo de investigación Conflict Management de ESADE Law School y ARAG, en el que analizaron distintos modelos de gestión de conflictos y sus ventajas.  El encuentro, que convocó a más de 60 asesores jurídicos de empresas y abogados de importantes bufetes, fue presentado por Teresa Duplá, directora del grupo de investigación Conflict Management de ESADE Law School.

La gestión de conflictos (Conflict Management) se está convirtiendo en una de las áreas de mayor desarrollo en la actualidad, especialmente porque los modelos clásicos de gestión de conflictos en las empresas ya no resultan eficientes

Los ponentes coincidieron en la creciente importancia de la mediación como un recurso especialmente útil para la resolución de controversias en el ámbito mercantil, en un momento en que el incremento de la conflictividad, junto con la complejidad y globalización de las relaciones económico-empresariales, hacen que la gestión de conflictos en la empresa (Conflict Management) se esté convirtiendo en una de las áreas de mayor desarrollo en la actualidad, especialmente porque los modelos clásicos de gestión de conflictos en las empresas ya no resultan eficientes.

En la mediación, dos o más partes en conflicto intentan alcanzar un acuerdo con ayuda de un tercero, el mediador. Los procesos de mediación son estrictamente confidenciales y suelen cerrarse en un breve plazo de tiempo. Pero el valor más importante de la mediación, según Isabelle Vaugon, es que “además de presentar una clara ventaja económica para las empresas, porque permite reducir costes y recursos, sobre todo, permite salvaguardar las relaciones comerciales con la otra parte”. Según apuntó Vaugon, “en Francia, el 84% de las empresas que utilizaron la mediación para resolver una controversia se mostraron muy satisfechas con el resultado obtenido”.

Romain Vallet, explicó el sistema de gestión de conflictos en la compañía norteamericana: “en primer lugar intentamos negociar una solución al conflicto, en un plazo razonable. Si no, recurrimos al arbitraje, siempre y cuando las partes no deciden ir a mediación previo acuerdo. Si la disputa se refiere a un importe elevado, recurrimos a tres árbitros, y si se refiere a un importe menor, requeriremos sólo uno”.

Maria Belén Pose, directora del departamento de Asesoria Jurídica Corporativa de ARAG, aseguró que “aunque se dice que en España no tenemos una verdadera cultura de ADR (Alternative Dispute Resolution) no es eso lo que se desprende de los resultados de nuestro modelo de gestión” Y para demostrar esta afirmación proporcionó los datos relativos a los conflictos gestionados en ARAG el último año: “en 2015 cerramos algo más de 70.000 conflictos, y la mayoría (68%) se resolvieron sin acudir a la vía judicial. En un 10% de los casos fue necesario iniciar el procedimiento judicial, pero antes de su finalización se llegó a un acuerdo”. Respecto a los costes que representa, para ARAG la gestión ADR, basada fundamentalmente en la negociación y la transacción, indicó que “el coste medio de los procesos gestionados íntegramente a través de ADR es cinco veces menor que el de aquellos que siguen la vía judicial”. Y concluyó que “en cada caso, lo más importante es valorar cuál es el mejor sistema para resolver el conflicto”.

 

 




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