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  • Tras cuatro trimestres consecutivos con descensos, el salario medio español ha tenido un incremento interanual de un 3%. Así, supera ligeramente el máximo anterior, de marzo de 2020, por lo que sus actuales 1.701 euros mensuales constituyen un nuevo máximo histórico. Eso sí, la magnitud del incremento está exagerada por el hecho de que el salario medio del segundo trimestre de 2020 fue el más bajo de los últimos 14 años como consecuencia de los ERTE.   
  • Paradójicamente, dado el alto nivel de desempleo y la todavía delicada situación económica, en 13 autonomías el salario medio actual es el más alto que registran las estadísticas. Las excepciones son Canarias, Baleares, Cataluña y Extremadura

Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, quiere saber cuál es el grado potencial de satisfacción de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas españolas. Para ello presenta el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente desde hace nueve años, profundiza en dicho grado de satisfacción, así como en las oportunidades laborales del mercado laboral. 

Para la realización del informe, se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral. En total, se analizan 16 subvariables diferentes[1]. En esta primera entrega del Monitor nos centramos en los dos primeros apartados: salarios y seguridad laboral[2].

Monitor Adecco: Análisis global[3]

La puntuación global del Monitor Adecco presenta un retroceso de un 4,5% interanual. De este modo, se pone fin a una racha de cuatro años seguidos de ascensos. Con este descenso se pierde todo lo avanzado en los últimos dos años.

Apenas una sola comunidad autónoma mejora su puntuación de nuestro indicador. Es la Región de Murcia. Desde hacía once años (septiembre de 2010) no ocurría algo semejante.

Baleares y Canarias, regiones donde la actividad económica más se resintió a consecuencia de la pandemia, presentan los retrocesos más marcados, seguidas por Navarra y Cantabria.

La Comunidad de Madrid ocupa, por quinto trimestre consecutivo, la primera plaza. El segundo y el tercer lugar también son ocupados por las mismas autonomías que lo hicieron hace un año: Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Tampoco hay cambios en las dos posiciones más bajas: Canarias permanece en el último puesto, escoltada una vez más por Castilla-La Mancha. Tercera por la cola se coloca Baleares, que desciende ocho peldaños en comparación con el segundo trimestre de 2020.

Remuneración: máximo histórico y ganancia de poder adquisitivo

Tras cuatro trimestres consecutivos con descensos, el salario medio del conjunto de España ha tenido un incremento interanual de un 3%. De este modo, supera ligeramente el máximo anterior, de marzo de 2020, por lo que sus actuales 1.701 euros mensuales[4] suponen un nuevo máximo histórico. En todo caso, la magnitud del incremento está exagerada por el hecho de que el salario medio del segundo trimestre de 2020 fue el más bajo de los últimos 14 años como consecuencia de los ERTE[5].

La Comunidad de Madrid sigue teniendo el salario más elevado, con una remuneración media de 2.019 euros mensuales (+2,5% interanual), seguida muy de cerca, una vez más, por el País Vasco, con un salario medio de 2.016 euros por mes (+3,4%). Les sigue Navarra, que tras un incremento de un 3,4%, alcanza los 1.887 euros/mes.

Cataluña y Asturias conservan el cuarto y quinto puesto, respectivamente. En la autonomía catalana el salario medio sube un 3,7%, hasta 1.802 euros mensuales, mientras que, en el caso asturiano, la remuneración media es ahora de 1.714 euros/mes (+2,2%). Estas son las únicas regiones que tienen un salario medio que supera la media nacional.

En el otro extremo, Canarias se mantiene en el último lugar (1.324 euros mensuales; caída interanual de un 3,6%), quedando por debajo del salario medio de Extremadura (1.389 euros/mes; +2,5%). En Baleares, la remuneración media se ha reducido un 0,1%, quedando en 1.496 euros/mes. Es decir que ambos archipiélagos son las únicas autonomías que sufren una caída interanual de su salario medio. Esto se explica porque son las dos regiones con mayor proporción de asalariados en ERTE, cosa que reduce la media.

Aunque se sitúa cuarto por la cola, el salario medio de la Región de Murcia es el que muestra el mayor incremento. El mismo, de un 5,6% interanual, eleva su remuneración hasta 1.509 euros/mes.

Paradójicamente, dado el alto nivel de desempleo y la aún delicada situación económica, en 13 autonomías el salario medio actual es el más alto que registran las estadísticas. Las excepciones son Canarias, Baleares, Cataluña y Extremadura.

El poder adquisitivo del salario

Cuando descontamos la inflación de la evolución del salario medio, obtenemos la variación de su poder de compra. Considerando las variaciones acumuladas en los últimos ocho trimestres (período que considera el Monitor Adecco para analizar las variaciones del poder adquisitivo del salario)[6] puede verse que el salario medio del conjunto de España gana en la actualidad un 1,7% de poder de compra, cuando un año atrás perdía el 1,4%. Aunque esto no alcanza para recuperar todo el poder adquisitivo perdido desde 2016, sí permite interrumpir una serie de cuatro trimestres consecutivos de descensos.

El caso general, que comprende a 14 regiones, es el de aquellas que hace un año mostraban un descenso en el poder de compra del salario medio y ahora presentan un incremento en el mismo. Dentro de este grupo de autonomías, la Región de Murcia (+5,5%), Castilla-La Mancha (+3,6%) y Aragón (+3,4%) muestran los resultados más benignos.

Solo dos autonomías, Baleares y Canarias añaden ahora, a la caída que sufrían hace un año, un nuevo recorte en el poder de compra de la remuneración media, de -7% y -9,8%, respectivamente. En Galicia, la comunidad restante, el salario medio ya ganaba poder de compra hace un año y ahora continúa aumentándolo (+4,1%).

Cuando las variaciones del poder de compra del salario medio que se acumularon a lo largo de los últimos ocho trimestres se expresan en términos de euros en lugar de hacerlo en porcentajes, las diferencias se aprecian mejor.

En el caso del salario medio nacional, la ganancia de un 1,7% de su poder de compra equivale a que el asalariado medio tiene, al cabo de un año, 349 euros más en su bolsillo de los que tenía hace dos años.

 

En la misma línea, hay seis autonomías con ganancias del poder de compra superiores a los 500 euros anuales: la Región de Murcia (949 euros), Galicia (748 euros), Navarra (733 euros anuales), Aragón (634 euros), Castilla-La Mancha (630 euros) y la Comunidad de Madrid (593 euros anuales).

En el extremo opuesto se encuentran Canarias y Baleares, donde el recorte es equivalente a, respectivamente, 1.721 y 1.343 euros/año. Es decir que, en ambos archipiélagos, un trabajador medio ha sufrido pérdidas significativas: más de una mensualidad en Canarias y casi una en Baleares.

Estos datos muestran que a lo largo de los últimos dos años se han acumulado diferencias en la variación del poder de compra del salario medio de las distintas autonomías de hasta 2.670 euros por año. Tal es el resultado de sumar el incremento observado en la Región de Murcia (949 euros/año, el más elevado) con la pérdida registrada en Canarias (1.721 euros/año).

Seguridad en el empleo

Este bloque del Monitor Adecco trata el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido.

En este grupo de variables todas las autonomías han empeorado su calificación, con la sola excepción de Extremadura; la región con mayor seguridad en el empleo. 

El paro de larga duración crece por primera vez desde 2014

Durante ocho trimestres, el número de parados de larga duración (aquellos que buscan empleo sin conseguirlo desde hace al menos dos años) caía mientras subía el número de parados de corta duración. Hasta marzo de 2020, el saldo de ambos movimientos arrojaba un descenso en el número total de parados. Desde junio del año pasado, con la pandemia, la cantidad de parados comenzó a crecer. La novedad que trajo el segundo trimestre de 2021 es que se invirtió esa dinámica: por primera vez desde 2014 ha subido el número de parados de larga duración, mientras que hay un ligero retroceso en el colectivo de desocupados de corta duración.

Mientras el número total de parados es de 3,54 millones (175.800 más que un año antes), en el trimestre analizado se cuentan 937.800 desocupados de larga duración, el mayor registro desde 2019.

Como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 24,4% del total. Es una proporción mayor que la de los dos trimestres inmediatamente anteriores, pero 3 puntos porcentuales inferior a la de un año antes. Es decir que el incremento del paro de larga duración, al haber ocurrido solo en el último de los cuatro trimestres, no alcanza para que la media móvil presente un aumento.

Lo mismo ocurre a nivel autonómico. Todas las autonomías han visto descender su proporción (porcentaje) de parados de larga duración, con excepción de Navarra. Once comunidades replican la dinámica general, con un aumento en la cantidad de parados de larga duración, simultáneo a un retroceso en el paro de corto plazo. Las autonomías con una dinámica diferente son, por un lado, Canarias, Galicia, La Rioja y el País Vasco, en donde ambos grupos de desocupados tienen un incremento interanual; y, por otro lado, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde ocurre lo contrario que a nivel nacional (cae el paro de largo plazo mientras aumenta el de corta duración).

Castilla-La Mancha (29,5%; -1,8 puntos porcentuales), pasa a ser la autonomía con mayor proporción de parados de larga duración, seguida por Andalucía (28,4%; -1,1 p.p.).

Baleares continúa siendo la comunidad con menor proporción de parados de larga duración, ahora con un 13,7% (caída interanual de 1,8 p.p.). Le siguen La Rioja (16,6%; -5 p.p.), Cataluña (18,5%; -2 p.p.), Aragón (18,8%; -7,8 p.p.) y Cantabria (19,8%; -3,6 p.p.). Estas últimas cinco regiones se caracterizan por ser las únicas con menos de un 20% de paro de larga duración.

Caen los perceptores de prestación por desempleo

De manera coherente con el incremento del número de parados de larga duración, en el segundo trimestre de 2021 se ha reducido la cantidad de beneficiarios del seguro de desempleo[7], cosa que no ocurría desde marzo de 2019. De ahí que la proporción de parados cubiertos por una prestación disminuyera en los dos primeros trimestres del año, algo que no pasaba desde 2015. Con las excepciones de Asturias y Extremadura, la proporción de parados que cobran la prestación por desempleo se ha reducido en todas las autonomías.

En el conjunto de España, un 65,2% de los parados está cobrando una prestación por desempleo, que es la proporción más baja en dos años. Además, dicha cifra supone un descenso interanual de 9,5 puntos porcentuales[8], que es el más pronunciado en nueve años.    

Si hace un año había cinco regiones en las que más de un 80% de sus parados estaban cubiertos por una prestación, ahora son solo dos: Extremadura (94,4%; +4 p.p.) y Baleares (83,7%; -19,2 p.p.).

En cambio, si hace un año solo se contaban dos comunidades autónomas con menos de un 65% de sus parados cubiertos por una prestación, ahora hay nueve autonomías en esa situación. Las proporciones más reducidas se encuentran en la Comunidad de Madrid (51,8%; -8,8 p.p.), Cataluña (57,9%; -17,2 p.p.) y Navarra (59,6%; -18,2 p.p.), que son las únicas regiones en donde esta variable es inferior al 60%.

Se frena la caída de la siniestralidad laboral

Las distintas restricciones a la actividad económica para enfrentar la pandemia del coronavirus llevaron a una caída de la siniestralidad laboral, que se ha prolongado durante cinco trimestres: desde el primero de 2020 hasta el mismo trimestre de 2021 inclusive. En el segundo trimestre de 2021, esa serie de descensos ha finalizado por un ligero incremento interanual, de un 0,1%, que eleva la siniestralidad hasta 60,3 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados.

Esta ligera variación esconde una gran disparidad en los resultados de las diferentes comunidades. Entre las autonomías, prevalecen los aumentos de la siniestralidad laboral, con 12 regiones incrementando esta variable. Los mayores aumentos se observan en Castilla-La Mancha (+14,7% interanual), Aragón (+14,5%) y Cantabria (+11,4%). En los archipiélagos, en cambio, la siniestralidad prosigue su descenso: -16,8% en Baleares y -6,5% en Canarias. También merece mención el recorte en el número de accidentes de trabajo en Galicia: -12,1%.

Navarra, pese a su ligero incremento en su proporción de accidentes laborales (+0,5% interanual), permanece como la región con mayor número de siniestros, con 82,9 cada 10.000 ocupados. Le siguen Castilla-La Mancha (76,6 accidentes; +14,7%) y Aragón (72,4 siniestros; +14,5%).

En la situación opuesta, las tres regiones con menor siniestralidad son Canarias (48,9 siniestros), la Comunidad de Madrid (51,2; +0,9%) y Galicia (52,8 accidentes, siempre cada 10.000 ocupados).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Ver Qué es el Monitor Adecco al final del documento.

[2] En esta entrega se hace balance de los resultados obtenidos durante el segundo trimestre de 2021, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA), que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE).

[3] Análisis interanual: comparativa del segundo trimestre de 2021 con respecto al segundo trimestre de 2020.

[4] A lo largo de todo el presente trabajo, cuando hablamos de “salarios” hacemos referencia al salario ordinario promedio, en términos brutos, publicado por el INE. Es decir, a los pagos de regularidad mensual, excluyendo pagas extraordinarias, horas extras y otros conceptos, antes de computarse las retenciones y deducciones que correspondan. Siempre hacemos referencia a la media de los últimos cuatro trimestres.

[5] Las personas en ERTE se consideran como “ocupados” en las estadísticas oficiales. Eso hace que la prestación por desempleo que perciben (normalmente un 30% inferior al salario normal) sea tomada como su salario, deprimiendo el valor medio de las remuneraciones.

5 El análisis de la evolución del poder de compra del salario medio se refiere siempre a un periodo de 8 trimestres. Ver nota metodológica al final.

[7] No incluye a los asalariados en ERTE que, pese a cobrar la prestación por desempleo, se consideran como ocupados en las estadísticas oficiales.

[8] Recuérdese que para el cálculo de esta proporción excluimos a los parados que ya han encontrado empleo. Además, nos referimos a la media móvil de cuatro trimestres.




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