Carpeta de justicia

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Es época de verano y por tanto de vacaciones. Muchas personas aprovechan la época estival para dedicar un tiempo a la lectura. Bien para formarse en temas profesionales de su interés, bien por el simple placer de leer con obras de cualquier temática, pero ajenas al mundo laboral. Leer, y además en cantidades ingentes, es parte fundamental del trabajo del abogado. Seguro que muchos de vosotros desde hace años os habéis hecho la pregunta de si merece la pena o si tiene sentido abandonar el papel por los soportes digitales cuando estamos hablando de simplemente leer

Vayas donde vayas parece que todos los tecnólogos expertos en temas legales venden el discurso de abandonar el papel y de las ventajas de las oficinas sin papel. Muchos, por supuesto, ya hemos dado ese paso.

Pero a veces, para algunas tareas como leer, trabajar con papel hace que algunas personas se sientan mejor.

Las ventajas de trabajar sin papel son muchas. Cuando viajas, ir sin papeles es una bendición. No más pesadas bolsas y maletas con libros y documentos que además pueden incrementar el coste de los pasajes. Además, la capacidad de buscar sobre algo digital es muy superior a hacerlo sobre papel. Si además tenemos en cuenta el almacenamiento en la nube multiplicamos la accesibilidad a cualquier documento.

A pesar de todas estas ventajas, muchas personas todavía usan y prefieren a veces el papel. ¿Por qué?

A veces simplemente queremos usar papel

Muchos de nosotros, aunque aspiremos a ser completamente digitales, parece que volvemos al papel en determinadas circunstancias. A pesar de que nos consideremos personas muy tecnológicas y nos subamos al carro de casi cualquier nueva tecnología encontramos que cuando tenemos que hacer un planteamiento sobre un tema en muy corto espacio de tiempo o cuando tenemos que estudiar los planteamientos de la parte contraria, sobre todo si son complicados, parece que nos concentramos mejor cuando trabajamos con papel. Pasa lo mismo cuando leemos una sentencia larga. Simplemente parece que resulta más rápido y eficiente hacerlo sobre papel.  

También solemos preferir el papel cuando tenemos un documento extenso en el que hay partes que debemos leer más detenidamente. Nos resulta más sencillo dimensionar la extensión del documento e identificar en qué partes del documento nos debemos centrar y cuáles nos podemos saltar.

Puede que ser analógico sea algo simplemente innato

En el libro “La Venganza de lo Analógico, Cosas Reales y Porqué Importan”, su autor David Sax, dice que estamos programados para preferir cosas analógicas frente a las digitales en determinadas circunstancias. Especialmente cuando leemos. Sax dice que la habilidad para tocar, sostener y manipular productos analógicos como el papel atrae a las personas porque lo analógico nos hace percibir y sentirnos más cercanos al producto. Hace que sintamos el producto como algo único. De alguna manera le prestamos mayor atención. Esta íntima relación que se produce con los productos analógicos como el papel hace que nos concentremos en las palabras mejor.

Algunas de las conclusiones de Sax son algo exageradas. Nos quiere hacer creer que cada uno de nosotros toma notas usando bolígrafo y una libreta, pero la verdad es que pocas personas actúan así de forma regular.

Por lo tanto, parece que la preferencia que muchas personas tienen por el papel cuando leen documentos extensos o cuando necesitan concentrarse es algo innato y completamente natural. ¿Verdad?

Leer es fundamental

Hay abundantes y serios estudios que sugieren que nuestros cerebros procesan la información de manera diferente si la hemos leído en papel o en una pantalla. Un reciente estudio en Noruega concluye que “los estudiantes que leen en papel obtienen significativamente mejores notas en los test de comprensión lectora que los estudiantes que leen textos en versión digital”. Simplemente les es más fácil recordar lo que han leído que a los que leen en papel.

Otro estudio encontró que la lectura en pantalla provoca un mayor consumo de tiempo en navegar y escanear visualmente el texto, identificar palabras clave, lectura en una sola vez, lectura no lineal, lectura selectiva y lectura en profundidad y en concentración. En definitiva, parece que las personas prestan menor atención cuando leen contra una pantalla.

Algunos creen que esto es debido a que el papel proporciona marcadores espaciotemporales cuando lees. Tocar el papel y pasar páginas ayudan a la memoria, haciendo más sencillo recordar dónde has leído algo. Hacer scroll sobre una pantalla hace más difícil recordar. Cuando la experiencia táctil desaparece algo evita que las personas puedan leer textos largos de forma eficiente.

Algunos estudios encuentran que nuestros cerebros consideran los textos como una parte física y tangible del mundo que habitamos. Y que por tanto pueden ser percibidos en papel como más reales. El cerebro decide que las letras son objetos físicos. En muchos estudios se suele recoger que las personas cuando intentan localizar un trozo específico de texto a menudo recuerdan donde aparece ese trozo en la versión papel del texto (memoria visual). Para los abogados, esto puede significar mayor facilidad y rapidez para localizar partes clave de un memorando, una sentencia, un contrato, etc…

Todo esto parece respaldar la conclusión de Sax sobre el papel como mejor formato para leer con mayor concentración. ¿Pero nos concentramos más cuando leemos en papel o nos concentramos más solo porque pensamos que nos concentramos más? ¿Es simplemente un hábito o actitud en lugar de un esfuerzo cognitivo medible durante la lectura lo que hace que la gente prefiera los textos impresos?

¿Quizás simplemente tratamos de glorificar nuestro hábito de leer en papel?

Un estudio de 2013 comparó el esfuerzo de lectura en tres soportes, una página de papel, un libro electrónico y una Tablet. Sus autores estudiaron el movimiento de los ojos, la actividad cerebral y la rapidez de lectura. Los participantes también respondieron algunas preguntas para determinar la comprensión lectora. Todos los participantes dijeron que preferían la lectura en papel, a pesar de que el estudio no encontró evidencias de que la lectura sobre soporte digital requiriese más esfuerzo. ¿Entonces, porqué lo participantes preferían leer en papel? Los autores argumentaron que quizás tenga más que ver con la actitud de las personas hacia los medios digitales que con la experiencia de lectura real.

Otro estudio determinó que el problema de la lectura sobre pantalla es más psicológica que técnica. En cualquier caso, la preferencia de soporte importa. Aquellos que estudiaron en su soporte preferido mostraron menor sobre confianza y obtuvieron mejores resultados. Algunos abogados puede que tengan una actitud respecto a los ordenadores y tablets menos orientada al aprendizaje que la que tienen respecto al papel.

¿Entonces, qué deberíamos hacer?

¿Deben los abogados usar el papel cuando piensen que es mejor para la tarea que van a realizar o deben forzarse a si mismos a pensar y trabajar de forma digital? Esta es una de las muchas decisiones tecnológicas que los abogados deben afrontar: ¿debo hacer aquello con lo que me siento cómodo y me da una sensación inmediata de mejores resultados o debo hacer lo que a corto plazo me es menos cómodo y apostar por unos posibles mejores resultados a medio o largo plazo?

Muchos comienzan pensando que dado que trabajan mejor sobre papel deben usarlo más que lo digital. Pero también pueden pensar que es simplemente nuestro cerebro que nos da una excusa para seguir haciendo aquello que nos resulta más cómodo. Es una mala excusa para no autocastigarse respecto de lo es claramente el futuro, menos papel y más digital. Volver al papel desincentiva el uso de herramientas que solo están en formato digital. Apoyarse en el papel lleva a tener la misma actitud respecto a otras tecnologías lo que creo genera una actitud que hace que muchos abogados se queden tecnológicamente muy atrasados.

Por lo tanto, el papel es bueno. Gusta escribir sobre una agenda o cuaderno con un bolígrafo. Leer un documento es formato papel es como llevar unas viejas botas usadas adaptadas perfectamente a nuestros pies. Pero el futuro también es, y no solo, digital.

Mi consejo. Sigue haciendo en papel aquello donde de verdad creas que obtienes mejor rendimiento sin abandonar ni negarte a usar y probar otros formatos. Ni se es más eficiente por hacerlo todo en papel ni por hacerlo en formato digital. Esto no va de ser ni clásico ni tecnológico. Hagamos aquello que de mejor resultado y satisfacción a nuestros clientes. Tanto a corto como a largo plazo. Y no te avergüences y digas que te llevas mal con la tecnología cuando hables con otros compañeros. Igual tú te llevas mejor que ellos con ella ya que la usas donde te hace ser mejor profesional. Y no, como se dice desde hace un tiempo, por simple postureo.




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