La Sección Cuarta de la Audiencia de Provincial de Valencia ha condenado a 16 años y tres meses de prisión al hombre al que un jurado popular halló culpable de matar a cuchilladas a otro en un domicilio de la playa de Gandía cuando intentó mantener relaciones sexuales. El magistrado presidente del tribunal popular aprecia la agravante de cometer el crimen por motivos de discriminación por la orientación sexual de la víctima. Concurre también la atenuante de embriaguez.
La sentencia también condena a otros tres hombres que le ayudaron a deshacerse del cadáver y a limpiar el escenario del crimen como autores de un delito de encubrimiento a penas que oscilan entre los cinco meses y el año de prisión. El magistrado aprecia en uno de ellos la circunstancia atenuante de confesión; a otro le aplica la atenuante de confesión y embriaguez.
Los hechos sucedieron en mayo de 2014 cuando el condenado asestó varias puñaladas a la víctima en la casa a la que habían acudido con otros dos de los acusados tras estar hasta la madrugada en el pub “Dándolo Todo” de Gandía, donde consumieron drogas y alcohol.
En la vivienda continuaron bebiendo. En un momento dado el fallecido, que entonces tenía 44 años, intentó iniciar relaciones sexuales con el asesino. Se le insinuó. Le tocó la pierna y los genitales. El agresor reaccionó violentamente y le mató.
“Cierto que esto pudo ser el desencadenante del desgraciado suceso. Pero no parece más que la muerte de una persona que era homosexual; no parece que estemos ante la muerte de una persona por ser homosexual ni está acreditado motivo de odio alguno por parte de A. hacia J., con el que estuvo tomando copas y en el coche del cual se montó para seguir bebiendo. Parece que una mala interpretación de una acción de Javier obtuvo una respuesta exagerada fatal para su vida”, señala el magistrado presidente del jurado.
Según considera probado la sentencia, “al comprobar que la víctima era homosexual y movido por su aversión hacia esta orientación sexual, el condenado cogió un cuchillo de la cocina y se lo clavó varias veces en el tórax, el abdomen y la cabeza”.
Posteriormente, ayudado por el resto de acusados, cortó el cadáver en ocho trozos, lo metió en bolsas de basura y lo ocultó en la zona de Monte-Pego, en Pego (Alicante). Luego, limpiaron el domicilio donde se produjeron los hechos.
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