Madrid, 3 oct (EFE).- Que los locales de ocio nocturno permanezcan abiertos sin tener licencia municipal, como según el Ayuntamiento de Murcia ocurría con las discotecas Teatre y Fonda Milagros, donde murieron al menos trece personas en un incendio el domingo, es un hecho "más habitual de lo que se piensa", según los expertos consultados por la Agencia EFE.
El abogado especialista en responsabilidad civil y seguros, Manuel Castellanos, ha explicado que a menudo "la administración es lenta o no tiene los medios suficientes" para perseguir estas infracciones y muchos empresarios "hacen caso omiso de las órdenes de cierre" y siguen facturando hasta ser sancionados porque prefieren pagar la multa a dejar de ganar dinero con su actividad.
Tras el incendio ocurrido en tres discotecas situadas en la zona de ocio nocturno de Atalayas (Murcia) en la madrugada del pasado domingo, que dejaron al menos trece fallecidos y 24 heridos, el Ayuntamiento de Murcia informó de que dos de ellas, Teatre y Fonda Milagros, carecían de licencia municipal y tenían una orden de cese de actividad desde enero de 2022.
Otro especialista en derecho urbanístico, Tomás Ramón Fernández, ha coincidido en que el hecho de que haya sitios que funcionen sin licencia no es una cosa nueva. "Si contáramos todos los locales que funcionan sin licencia, quedaríamos asustados", ha apuntado.
El Ayuntamiento ha incumplido su "deber de vigilancia"
Para Manuel Castellanos, una de las cosas que aparentemente ha fallado en el caso de Murcia es el Ayuntamiento en su "deber de vigilancia" para garantizar que los locales en cuestión no continuaban con su actividad después de haber ordenado el cierre.
En su opinión, se trata de una "dejación de funciones" por parte del consistorio: "¿Cómo no va a saber usted lo que hacen sus administrados?", se ha preguntado Castellanos, que preside la sección de Responsabilidad Civil y Seguro del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Esto le lleva a pensar que, cuando avance la investigación, ya en manos del juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, que ha abierto diligencias por 13 delitos de homicidio imprudente, "algún funcionario del Ayuntamiento" pueda acabar por sentarse en el banquillo como investigado, además de los empresarios.
Para Tomás Ramón Fernández, "no es que fallen los mecanismos legales, falla la ejecución de los mecanismos legales" y, en este sentido, también considera que el Ayuntamiento tiene su parte de responsabilidad.
Las faltas más recurrentes de las discotecas
Un exceso del aforo permitido, extintores que no funcionan o salidas de emergencia que permanecen bloqueadas por obstáculos como mercancías son algunas de las faltas que más se repiten en los locales de ocio nocturno y que en alguna ocasión han acabado en una desgracia.
El 1 de noviembre de 2012, cinco jóvenes perdieron la vida durante la noche de Halloween en el pabellón multiusos Madrid Arena al ser aplastadas por una avalancha humana en la que se vieron implicadas decenas de personas.
En 1990, 43 personas murieron en la discoteca "Flying" de Zaragoza por un incendio ocasionado por un cortocircuito.
La mayor tragedia en una discoteca en España tuvo lugar en Madrid el 17 de diciembre de 1983, cuando un incendio originado tras las cortinas del escenario de la discoteca Alcalá 20 acabó con la vida de 81 personas, la mayoría jóvenes.
Sobre las infracciones que a veces se cometen en los locales de ocio nocturno, Castellanos ha comentado que en el mundo de la noche hay más "picaresca" por parte de los empresarios y, al tratarse de ambientes distendidos en los que la gente sale a divertirse, estos tienden a relajarse en el cumplimiento de las normas.
Además, ha opinado que en este sector el público suele penalizar más el cierre temporal que en otros establecimientos, por lo que los que se dedican a ello intentan aguantar abiertos el mayor tiempo posible, aun cuando no cumplan todos los requisitos.
En este sentido, el doctor en derecho Tomás Ramón Fernández ve deseable que los usuarios se muestren más críticos y, ante la sospecha de que la discoteca donde planean pasar la noche es una "instalación precaria", piensen: "no entro porque, a lo mejor, si entro, no salgo".
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