Carpeta de justicia

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Entrevistamos a David Devesa Rodríguez, Socio fundador y CEO de Devesa & Calvo Abogados. Se trata de una firma legal fundada en 2007 y especializada en la prestación de servicios de abogacía de los negocios para empresas, inversores e instituciones. Con sede central en Alicante y delegación en Valencia, opera en todo el territorio español.

Entre las Áreas de especialización del despacho destacan el asesoramiento en operaciones de M&A, mercantil, tributario, laboral, así como la dirección letrada en juicio de tales materias y el Derecho concursal.

El 2020 ha sido un año especialmente difícil a causa de la pandemia, ¿qué balance podría hacer del mismo?

R.- Ha sido una auténtica debacle que ha exigido a todo nuestro equipo de profesionales dar lo mejor de sí mismos para estar a la altura de los difíciles y confusos momentos vividos por las empresas a las que asesoramos. Salvo contadas excepciones sectoriales, el impacto negativo por la crisis sanitaria ha sido tremendo y me temo que sus peores efectos en el plano económico están aun por visualizarse.

¿En que medida han cambiado la forma de ofrecer los servicios jurídicos de su despacho? 

R.-Desde el punto de vista de organización interna del despacho, como cualquier compañía, nos hemos visto obligados a extremar las medidas de seguridad, establecer protocolos anti COVID , primar el teletrabajo, operar en remoto y funcionar por videoconferencia casi totalmente.

Afortunadamente el despacho ya contaba con herramientas tecnológicas eficientes que nos han permitido poder seguir cumpliendo con nuestros clientes puntalmente sin mayor problema.

Estos cambios, ¿han venido para quedarse?

R.- Pues eso en mi opinión dependerá de cuanto más dure la pandemia. Pero lo que en cualquier caso se va a acelerar es el proceso de digitalización del sector legal, tanto desde el punto de vista de las herramientas de trabajo interno y organizativas como de comercialización y marketing digital. Antes lo de ser digital en el mercado legal era algo deseable o hasta innovador, pero tras la COVID se ha convertido en una pura cuestión de supervivencia.

En su caso, ¿le ha tocado participar en juicios telemáticos? ¿cómo valora esta experiencia? 

R.- No personalmente porque del trabajo procesal del despacho se ocupan otros compañeros especializados en la materia. Pero me consta que la experiencia ha sido manifiestamente mejorable. Aún con todo, ya es importante  e histórico que se hayan realizado por primera vez juicios telemáticos en España, y creo que es algo que debería realizarse en mucha mayor medida; incluso cuando los efectos de la pandemia sanitaria remitan.

¿Han cambiado mucho las necesidades legales de los clientes durante el 2020?

R.-Desde luego. El 2020 ha acentuado la necesidad de inmediatez de repuesta a los clientes debido a la importante cantidad de legislación que se iba promulgando sobre la marcha por el Gobierno en aras a tratar de combatir la pandemia, especialmente de orden laboral y administrativo. Una normativa no siempre todo lo clara y coherente que hubiera sido deseable, que ha requerido de mucho trabajo interpretativo.

Este reto al que nos hemos enfrentado, ha puesto a prueba también a los asesores legales de la compañías. Cuando todo va bien y hay un escenario de certidumbre, es más sencillo asesorar como es debido. En nuestro caso, hemos engrosado sustancialmente la cartera de clientes del despacho por empresas decepcionadas con un asesoramiento demasiado generalista o tardío. Más que nunca estamos obligados a ser excelentes.

Desde el punto de vista de las novedades legislativas y pronunciamos judiciales, ¿qué es lo que considera más relevante en el 2020?

R.- Sin duda el Derecho laboral y los ERTE han sido los grandes protagonistas, como medida estrella para permitir a las empresas tratar de salir a flote. Durante los dos meses de confinamiento en especial, pero todo el año en general, el trabajo de nuestro Área laboral fue titánico, y desde aquí agradecerles públicamente su espléndido desempeño, que se ha visto ratificado con el agradecimiento de nuestros clientes.

¿Qué perspectivas tiene su despacho para el 2021?

R.- Es muy difícil fijarse objetivos para un año con tanta incertidumbre. Bien es cierto que el año pasado también lo era, teníamos un objetivo de crecimiento del 20% y terminamos cerrando el ejercicio con un incremento de las ventas del 31% sobre el 2019. Pero los tiempos que vivimos exigen prudencia, tener los pies en el suelo y saber pivotar de estrategia si los cambios del mercado legal así lo requieren.

Dicho esto, es bastante previsible que se produzca un importante incremento de concursos de acreedores, asuntos de Derecho Laboral relacionados con extinciones de contratos de trabajo y litigios por incumplimientos de contrato o reclamaciones de cantidad. También seguirán produciéndose muchas operaciones de adquisición de compañías a bajo precio por la crisis, que requerirán de las correspondientes due diligence y del oportuno asesoramiento legal. Son áreas en las que estamos consolidados y probablemente eso haga que no sea un mal ejercicio para nuestra firma.

¿Cree que la Justicia será capaz de remontar en el 2021 el parón judicial ocasionado con la pandemia?

R.-No lo creo. Básicamente porque el 2021 será mucho más intenso judicialmente que e 2020. Medidas como los ERTE por fuerza mayor, la carencia en el plazo de devolución de los préstamos ICO, la suspensión de la obligación de presentar concurso voluntario, siendo comprensibles y lógicas, han anestesiado a muchas empresas. Pero cuando estas medidas paliativas desaparezcan y salvo que la recuperación económica sea espectacularmente rápida, el aluvión judicial que se vislumbra no va a ser poca cosa.




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