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  • “La comunicación debe ser clave entre ambas partes para poder construir esa relación de confianza de la que hemos hablado. Es fundamental que no existan tiempos muertos y que esa relación sea fluida. Al abogado interno le van a pedir responsabilidades de cómo va ese asunto”
  • “En nuestro caso nunca hemos aceptado un presupuesto por horas. Nunca sabes qué te están facturando y te pierdes.Preferimos presupuesto cerrado bien pensado porque con nuestros despachos externos hay una buena relación de confianza”

Pocas veces uno ha asistido a un evento donde se ha analizado mejor la problemática de los departamentos jurídicos de las empresas. Este jueves en Esade Madrid con la colaboración de Wolters Kluwer tuvo lugar una jornada para analizar la evolución de los llamados abogados in house. Moderados por Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing Jurídico de ESADE Law School (URL) intervinieron Nicolás Oriol, director de los Servicios Legales de Telefónica España; María de la Torre, directora corporativa Compliance de Iberdrola; Javier Ramírez, vicepresidente y secretario general Asociado, Contencioso y Asuntos Regulatorios de HP Inc. y Mercedes Carmona, Managing Counsel Europe West British Petroleum, quienes ahondaron en el perfil de este profesional, sus habilidades y cuál es su relación con sus abogados externos asesores.

“Las asesorías jurídicas tienen ahora un papel estratégico en las empresas; el abogado interno es especialista en relación con el sector el que se desenvuelve esa entidad sin renunciar a ser generalista. Hay que estar preparado para atender cualquier tipo de consulta” apunta Nicolás Oriol, con quien charlamos una vez concluido este interesante foro de expertos. Para este abogado del Estado en excedencia “el abogado in house debe hacerse imprescindible en el seno de su empresa. Si no lo logra, puede peligrar su continuidad”. Con este experto jurista hemos profundizado en el universo de los abogados inhouse, un colectivo poco visible para los medios informativos.

Queremos abogados todoterreno

Nicolás OriolHay como dos modelos de forma de trabajar en la abogacía de empresa, según nuestro interlocutor: “Hay compañías que lo externalizan casi todo, ahí los costes y los presupuestos son importantes y otras firmas, como la nuestra, Telefónica, que ha preferido contar con una asesoría jurídica fuerte. Sea el modelo que sea el trabajo de estos profesionales tiene que estar siempre alineado con los objetivos de su empresa. Nuestro asesoramiento debe ir a la excelencia desde el rigor técnico porque conocemos mejor que nadie las particularidades de nuestro negocio” apunta. Sin embargo, en un contexto como el que vivimos cada vez más regulado no es viable que ninguna compañía disponga de su departamento jurídico. Los riesgos de cometer cualquier tipo de infracción ahí están para todos.

En un sector tan regulado como en el que desarrolla Telefónica su actividad el cumplimiento normativo es obligatorio y se necesitan expertos que conozcan muy bien esta legislación. “El papel nuestro es muy estratégico. No se hace nada sin que desde esta asesoría se haya dado el visto bueno a nivel legal. Así se hace a nivel de lanzamiento de productos, servicios o firma de cualquier contrato, o incluso los pleitos que nos vengan, donde nuestra labor es clave” señala nuestro entrevistado.

La organización de esta área legal, que depende de la Secretaría General y del propio Jaime Carvajal se estructura en cinco departamentos: “Hay un área de contenciosa que lleva los pleitos, otro llamado dirección jurídica consultiva desde donde se llevan asuntos que no son de otras direcciones; un tercer departamento que es la dirección de fiscal, una cuarta de telecomunicaciones donde se tocan temas relacionados con mayoristas o asesoramiento en competencia, o protección de datos. Y una quinta de gestión jurídica y coordinación territorial que responde a la estructuración de la empresa como unidad de negocio en diferentes territorios”, explica. Dar vida a esta maquinaria legal supone tener trabajando a unos setenta abogados que con el personal de apoyo se convierten en doscientos profesionales. “Queremos abogados todoterreno que puedan resolver cualquier asunto y que a la vez conozcan bien las telecomunicaciones para trabajar con nosotros. Luego se especializan en competencia, fiscal o procesal, según convenga”, indica.  Los abogados jóvenes que entran en la firma y luego se quedan rotan por esas cinco áreas de negocio. “Al mismo tiempo la formación en procesal es muy importante. Pasar por tribunales es fundamental a la hora de realizar un contrato y ver como lo tienes que defender”:

Pleitos y acuerdos extrajudiciales

El funcionamiento diario de esta asesoría jurídica combina el asesoramiento legal con la asistencia a pleitos y el desarrollo de acuerdos extrajudiciales “Depende de cada caso vemos qué es lo que vamos a hacer. Siempre estamos abiertos a llegar a algún acuerdo, pero no rechazamos el pleito si hay que llegar al mismo. De hecho, las estadísticas están ahí y señalan que las sentencias ganadas son muy elevadas. Nos demandan mucho, pero es que somos una empresa muy grande”, apunta Nicolás Oriol. Para este profesional, abogado del Estado en excedencia “los abogados externos están mejor preparados que nunca. Saben cuáles son las necesidades de sus clientes y conoce bien nuestro negocio. La externalización de los pleitos supone marcarle al despacho unos objetivos, somos la corriente entre el despacho y el negocio nuestro. Nunca nos olvidamos del asunto por esa circunstancia”, advierte.

Pese a que la crisis ha hecho que se ajusten las minutas de los despachos externos, para el director de la Asesoría Jurídica de Telefónica “aún hay margen para que puedan ajustar sus honorarios. No podemos olvidar que las empresas sufrimos recortes presupuestarios por la crisis y esas tarifas de los despachos podrían adaptarse un poco más”. A este respecto le comentamos que ya la facturación por horas ha quedado en un segundo lugar y que muchas empresas prefieren contar con presupuestos cerrados “En nuestro caso nunca hemos aceptado un presupuesto por horas. Nunca sabes qué te están facturando y te pierdes.  Preferimos presupuesto cerrado bien pensado porque con nuestros despachos externos hay una buena relación de confianza”, aclara.

Despachos externos y empresas mantienen una relación profesional necesaria en un mundo cada vez más global y con más obligaciones normativas. “Hay muchos elementos a tener en cuenta. La empatía con la persona o personas con las que vas a trabajar es importante, sin duda. En nuestro caso, buscamos al especialista allí donde esté nos da igual que esté en una firma grande que en una boutique. Volvemos a la relación de confianza donde se observan que los resultados que ha logrado son buenos”, indica. Al mismo tiempo, otro elemento que se tiene en consideración es la especialización. Cuestiones como derecho fiscal, competencia o regulatorios son muy apreciados desde Telefónica. “Externalizamos poco, lo que normalmente se externaliza son los pleitos, donde el perfil del abogado y su especialización es importante”, señala nuestro entrevistado. Abogados con capacitación de anticipación y con conocimiento profundo del negocio son los que trabajan con esta empresa, en definitiva.

Mejorar la comunicación entre despacho y asesor

Lo que sí está claro y es necesario trabajar es en la relación entre despacho de abogados y asesor desde el punto de vista de comunicación. No tanto en el caso de Telefónica donde parece evidente que los abogados de ese despacho no van a dejar colgado a la empresa durante tiempo sin dar señales de vida, pero ésta ha sido una petición que muchos abogados in house hacen: “La comunicación debe ser clave entre ambas partes para poder construir esa relación de confianza de la que hemos hablado. Es fundamental que no existan tiempos muertos y que esa relación sea fluida. Al abogado interno le van a pedir responsabilidades de cómo va ese asunto y tiene que conocer cuál es su estado real”, señala Nicolás Oriol.

Desde la asesoría jurídica de Telefónica se está siempre un paso por delante del propio negocio de la firma “ya estamos analizando el documento del Reglamento Europeo de Protección de Datos aprobado recientemente. Este es un negocio clave para la compañía porque está relacionado con uno de los negocios clave nuestro que es el big data”, indica su director. Que este mundo sea ahora global y la tecnología irrumpa no quita para que el abogado sea un excelente experto en lo que hace y además tenga otras habilidades. “Pese a lo mucho que se ha hablado sobre estos temas, creo que la base sigue siendo el desarrollo técnico y un buen conocimiento del Derecho que hace que el abogado sea excelente en su negocio”; indica.  A su juicio, los cambios que más visibles se van a ver serán en los modelos de negocio de los propios despachos de abogados.

Sobre el retrato del abogado interno, Nicolás Oriol tiene claro que debe ser un profesional que conozca bien su negocio y la empresa.” Que tenga la capacidad de explicar lo jurídico, que no es siempre sencillo, a otros departamentos de la empresa. Para eso necesita de empatía y mano izquierda para que le entiendan. Es evidente que estos profesionales tienen su carrera en la empresa e irán subiendo peldaños a medida que su responsabilidad vaya creciendo”, comenta. Al final, este profesional se hace imprescindible en la empresa y en muchos casos se convierte en la mano derecha de la dirección general. “De ahí depende la supervivencia de este profesional en el seno de la empresa. Su labor en los tiempos que corren es fundamental, sin ningún género de dudas” aclara.

Una cuestión que preocupa a todos estos profesionales de la abogacía interna es el secreto profesional, cuestionado desde Europa desde la STJUE Akzo de 14 de septiembre de 2010. Ahora se espera que el nuevo Estatuto General de la Abogacía contemple este asunto tan polémico. Para este experto jurista quizás falte algo de corporativismo en este colectivo a la hora de defender estos intereses: “No se entiende porque no tenemos los abogados in house el mismo secreto profesional que los abogados de despacho. En temas de derecho de la competencia, no podemos acogernos al secreto profesional y el despacho externo, sí. Ahora estamos desamparados y no sé muy bien porqué”, indica.




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